Homenaje a LA FARAONA de Granada Costa

El pasado día 23 de septiembre de 2017 en el restaurante El Trasmayo de Salobreña, se dieron cita 42 personas de diferentes localidades de España (Mallorca, Barcelona, Málaga, Jaén, Madrid y Granada) para homenajear a la que consideraron LA FARAONA del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa. El homenaje consistió en la edición de un libro, con las medidas de 17 x 24 cm y 356 páginas a color, que recoge la huella que ha dejado dentro del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa.

El lugar elegido fue la villa de Salobreña, en el restaurante El Trasmayo en un comedor coqueto y agradable con un servicio que tuvimos inmejorable, y una comida de alta calidad.

La Doctora Toñy Castillo, directora adjunta para Cataluña del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa fue la encargada de la presentación, con la colaboración especial de Abdón y Carlos Álvaro, con un montaje a lo grande, ya que se instaló una pantalla de grandes dimensiones, equipo de sonido, conexión a internet, etc…

                        Momentos de la presentación del libro por Toñy Castillo

Mientras que Toñy iba desgranando paso a paso las páginas del libro “Broche de Oro a una carrera artística Inmaculada Rejón” de fondo se escuchaba la dulzura de la voz de Inmaculada.

Tras la maravillosa presentación de Toñy le dio la palabra a José Segura que aparte de algunas bromas sobre el amor platónico de Inmaculada, en la persona de D. Julián Díaz Robledo tras la cual Don Julián contestó “¡Habérmelo dicho, yo no sabía nada!”, desgranó paso a paso como conoció a Inmaculada hasta el día de hoy.

BROCHE DE ORO A UNA CARRERA ARTÍSTICA INMACULADA REJÓN

Conocí en 2002, de la mano del escritor Víctor Corcoba, a Inmaculada Rejón, una mujer con semblante serio y preocupado, pero al mismo tiempo con ganas de vivir y hacer aquello para lo que había nacido: Cantar. En esos días estaba preparando la entrega de los galardones Granada Costa, que se iban a celebrar en el auditorio Manuel de Falla. Nada más terminar el café y la pequeña conversación que habíamos mantenido entre Víctor, Inma y yo, les sorprendí a los dos diciendo que ella sería la artista invitada en la entrega de los premios Granada Costa en el Manuel de Falla. Sus ojos y su mirada cantaban la felicidad que en aquel momento corrían entre sus venas, pues sería el primer y más grande de los espectáculos que ella había pensado para darse a conocer en su faceta artística.

Inmaculada Rejón nace en Cájar en el seno de una familia humilde, muy trabajadora y tiene una niñez compartida entre un 50 % de felicidad y otro 50 % que era parte de lo que le ocurría a los niños de aquella época, cuando estábamos acabando de salir de un país en la miseria.

A una edad temprana, Inmaculada emprende una nueva vida en la que también podemos decir que tiene un 50 % de felicidad y otro 50 % de desdicha. Del primer cincuenta por ciento, podemos destacar el nacimiento de sus cuatro hijos, dos chicos y dos chicas. Del otro cincuenta por ciento podemos destacar un verdadero fracaso y divorcio.

También podemos resaltar, después de su separación, dos facetas muy importantes de su vida como es la mujer luchadora que saca a su familia adelante, sin contar para nada con la colaboración de su expareja. En ese momento recobra la felicidad pues es una mujer que trabaja cosiendo, planchando, asistiendo en los restaurantes, sobre todo en las bodas y bautizos que era donde más reclamo había. Ella aprovechaba esos momentos para, con el animador de las fiestas, interpretar alguno de sus cantes basados mayormente en la copla y algo de flamenco.

Por esas fechas volvió a enamorarse. Si en la primera ocasión, su pareja era quince años mayor que ella, ahora la situación era en parte al revés, pero lo que durante un tiempo fue una locura de amor, se terminó igual que empezó.

Inmaculada siempre tiene sus hijos y su trabajo por bandera y ha logrado con sus esfuerzos una buena educación y un hogar estable tanto para ella como para sus hijos.

Granada Costa, año 2002. Fue tal el éxito de su presentación en el Manuel de Falla, donde actuó ella acompañada de las chicas de la Escuela de Baile Marichú, que se ilusionó tanto que a partir de esa fecha podemos decir que ha sido parte fundamental para el desarrollo cultural del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa en toda la geografía española, y sobre todo en la gran mayoría de pueblos de la provincia de Granada que este Proyecto ha visitado en estos últimos 15 años, acompañado en un 90 % de las ocasiones por la persona y la voz inigualables de Inmaculada Rejón.

Inma ha cantado en iglesias, en exposiciones de pintura, en grandes teatros, en presentaciones de libros, en recitales poéticos, como las páginas de este libro Broche de Oro a una carrera artística lo van describiendo página por página.

Ha editado en estos años los discos Del sueño a la realidad, El Color del Alma, Pasodobles, Del sentimiento a la Voz y el libro-disco Entre Pueblos y Cantares. Está incluida en el circuito de Diputación para cantantes, con lo cual durante al año tiene diversos contratos para actuar en pueblos de la provincia. Es requerida por parte de los artistas de Granada Costa para que les acompañe en sus actuaciones, como ha sido en la sala Luz de Gas en Barcelona con el Grupo Inquietudes o en diferentes teatros de Mallorca con el rapsoda Antonio Bonet San Cler.

Siendo el papel más importante dentro de Granada Costa en los Circuitos Culturales, pues sin ella no se entendería la labor de estos circuitos. Para mí, considerada como mi hermana, en este libro le pretendo rendir el mayor de los Homenajes y agradecimiento que se le puede tener a una persona tan entrañable como es nuestra niña traviesa Inmaculada Rejón.

José Segura Haro

Presidente Del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa

Finalizada la intervención de José Segura, le entregó una distinción a inmaculada para que recordase este día a través de un diploma y un regalo que había llegado desde Valencia de Doña Carmen Carrasco Ramos que al abrir el paquete se encontró un abanico de fabricación artesanal con su nombre grabado en el centro.

José Segura entregando a Inmaculada Rejón el diploma y el regalo de Carmen Carrasco Ramos

Inmaculada muy eufórica leyó la carta y el poema que acompañaba el paquete:

DEL SUEÑO A LA REALIDAD

          Érase que se era, hace algún tiempo, un pueblecito pequeño, tan pequeño que no había otro como él en el bello reino de Granada. Pequeño, sí, pero situado en un lugar privilegiado alto, muy alto, al pie de Sierra Nevada, para poder así divisar los bellos paisajes que a su alrededor se extendían y, de paso, sentirse importante. ¡Faltaba más!

          Este pueblecito se llamaba Cájar y sus habitantes vivían felices trabajando laboriosos sus campos, celebrando alegres las fiestas de su patrón San Francisco y amparados por el manto generoso de la Virgen de los Dolores.

          Y allí, en una de sus casitas vivía una hermosa niña de ojos claros y soñadores que, amante de su familia, ayudaba a su querida madre en cuanto podía, cuidaba de su hermanito pequeño, mientras oía atenta los cuentos que le contaba su abuelita Mamachón… y cantaba. Cantaba como un ruiseñor a todas horas pues era muy feliz y Dios la había dotado con una voz privilegiada para entonar bellas canciones que hacían las delicias de quienes la escuchaban.

          Todas las noches se asomaba a la ventana y mirando al cielo le pedía a su estrella le concediera el deseo que secretamente guardaba en su corazón: Ser una cantante famosa. Que su voz, aquella garganta con cuerdas de guitarra, se escuchara más y más allá de aquel rinconcito donde había nacido. Luego, una vez hecho este ruego, se despedía de su estrella y se dormía plácidamente esperando que su sueño se hiciera realidad algún día. Mientras, la estrella sonreía desde el cielo y velaba su sueño.

          Pasaron los años y aquella niña soñadora seguía cantando, ahora ya con una cálida y potente voz. Creció y se convirtió en una hermosa muchacha quien, en la primavera de su vida, creyendo encontrar a su príncipe azul, ese hombre ideal esperado por todas las jóvenes casaderas, le entregó su corazón y se casó con él, prometiéndose los dos amor eterno y esperando ser muy felices para siempre.

          Pero, ¡ay!, nada ocurre como en los cuentos y aquel amor tan sólo fue un espejismo que, al transcurrir de los tiempos, se deshizo como una pompa de jabón. Y nuestra protagonista, apagada su voz en el silencio, volcó su cariño y cuidados en aquellos cuatro soles habidos de su frustrada ilusión, cuyos rayos iluminaban su vida y eran su orgullo de madre. Lejos quedaron aquellos sueños de niña, pues pensó que su estrella ya la había olvidado. Sin embargo, ella, sin perder la esperanza, seguía soñando pues, como cantaba Cenicienta, soñar es desear la dicha de nuestro porvenir; lo que el corazón anhela se sueña y se suele vivir.

          Y un buen día, como todo sucede en la vida, aquella estrella confidente de sus ilusiones, que no la había olvidado y sólo esperaba el momento oportuno, acudió en su ayuda y con su poder cósmico le concedió aquel deseo de triunfar. Y de nuevo, ¡libre!, volvió a cantar y sus trinos se oyeron por todas partes, pueblos, ciudades, teatros, incluso allende los mares llegaron sus sones. Lejos, muy lejos, voló como una calandria llevando sus canciones, su voz de “cristal y menta”, como la llamaban. Y aclamada por todos, paseó su voz, su arte y su majeza por doquiera que iba. Recibió aplausos, olés, homenajes. Lució bellos trajes y acompañada de famosos guitarristas y bailaoras, sus espectáculos causaban admiración. Entonaba su voz, alzaba sus brazos y el público se rendía ante ella. ¡Había nacido una nueva estrella de la canción!

          Una vez en el pináculo de la fama, también grabó buenos discos, conteniendo una gran variedad de temas pues su arte lo abarcaba todo: boleros, coplas, flamenco, pasodobles, cantes de ida y vuelta… era polifacética.

         Y desde entonces fue feliz. Había triunfado y su sueño se había hecho realidad.

          ¡Ah! Creo que no he dicho quién era aquella niña soñadora que, en tiempos no muy lejanos, mirando al cielo, le pedía a su estrella un deseo. Aquella niña, nacida en Cájar, un pueblecito del reino de Granada, ahora es, nada más ni nada menos que Inmaculada Rejón …

Carmen Carrasco Ramos

Inmaculada Rejón aparte de agradecer a todo el público, mencionando a todos y cada uno de los asistentes por su agradable compañía en un día tan especial para ella.

Terminó con algunos cantes de su autoría y a continuación se le dio la palabra a todas las personas que quisieron dedicarle unas palabras a Inmaculada Rejón.

     Inma López Cobos                    Francisco Jiménez Rodríguez

Fali                El Rapsoda Antonio bonet San Cler le dedicó una breve intervención a Inmaculada

Ratifico todo lo que ha dicho Pepe Segura sobre Inmaculada Rejón, no ha exagerado en nada; y lo sé porque estoy en Granada Costa desde el año 2000.

Ese poeta de sensibilidad especial, Khalil Gibran, que comenzó su andadura de escritor bajo las sombras de los cedros sagrados del Líbano, y que ha sido llamado “el religioso, el místico, el filósofo, el intemporal, e incluso el hereje”, dice en su libro el Profeta: “es bueno dar cuando te piden; pero es mejor dar cuando no te piden.”

Pues eso es lo que ha venido haciendo Inmaculada desde que entró en Granada Costa. No solo ha dado cuando se le ha pedido, sino que siempre se ha ofrecido para darlo todo de forma incondicional.

Además, hay que resaltar un matiz: que siempre lo hace todo con alegría y simpatía, algo poco habitual.

Por eso, siempre que me encuentro con Inma me acuerdo de aquella oración del padre Martín Descalzo: “Señor, que los malos sean buenos y los buenos simpáticos”.

Inma es buena, tiene un alma generosa y además es simpática. Por eso estamos aquí todos ofreciéndole un merecido homenaje.

Rogelio Bustos Almendros

El acto lo cerró la Doctora Toñy Castillo con el prólogo del libro:

UN BROCHE DE ORO QUE BRILLA CON VOZ PROPIA

Página a página, en el libro que se presenta a continuación, se ha ido componiendo una nueva melodía, en ella destacan los acordes armoniosos   de un bello paisaje, una historia, una mujer.

… Se muestra un lugar en el que ritmos de pasados y presentes dan tonos a una vida…

Hoja a hoja, hablan de una gran voz, con timbres de esfuerzo y repliques de entusiasmo, donde el cansancio se aliaba con el tesón para lanzar canciones con la siempre sonrisa de su alma.

…Alma imparable, inquieta, siempre soñando mientras construía sus sueños…

Línea a línea se habla de ella, pentagramas enhebrados del sabio saber de quién sabe lo importante del vivir y convivir, de quien aprendió que el respeto y la dignidad son más que notas musicales.

…Y lo hizo, simplemente paseando su gran clase por los caminos de sus huellas…

Mucho se podría decir de Inmaculada Rejón…

De hecho, no en vano ni de manera gratuita, estas páginas nos muestran a una artista que llena con su voz el silencio… de las noches, de las tardes, de los días o mañanas improvisadas, ya que ella, como solo sabe hacer ella, al narrar con su garganta toda oscuridad se convierte en focos deslumbrantes en escenarios de pasión.

Mucho se dice de la artista, dotada de una voz prodigiosa que nació para recordar que el cantar “es compartir sentimientos propios y hacer lo propio con el ajeno”.

Pero mucho más se dice de su recorrido personal…

Inmaculada Rejón nació para embellecer con sus gestas un mundo necesitado del arte de ser persona… al ser humana, sincera, carismática, elegante sin necesidad de maquillajes que tapen imperfecciones. Porque Inmaculada, conoce la grandeza que solo la humildad de los actos, que solo la sencillez de la no prepotencia… distinguen a una persona con el don y el señorío.

Persona, mujer, artista y amiga.

Es un honor para mí poder hacer este prólogo, donde mis palabras aportan la admiración por una artista, donde las luces de bambalinas son el brillo de sus ojos. Donde ser mujer ha sido ejemplo de lucha, donde su lucha se convirtió en aliada de una madre, de una amiga y de esta maravillosa persona a la cual va dedicado este broche que cualquiera desearía llevar sobre la solapa.

Un broche justo, merecido que brilla en el cariño de cuantos te respetamos y queremos Inma.

Toñy Castillo Meléndez

Directora Adjunta para el Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa

Diferentes momentos del acto:

Rafael Lamelas e Inmaculada      Inmaculada junto a Toñy Castillo

José Mesa y Marisi Moureau                 Loli Molina junto a Carlos Benítez

Antonio González Valdés junto a su pareja        Fali junto a su mujer

Momentos de la firma del libro

Redacción Granada Costa

P.D.: para las personas interesadas, podrás visualizar el libro al completo en la página web www.granadacostanacional.es, en el apartado libros de homenaje o através del siguiente enlace: BROCHE DE ORO A UNA CARRERA ARTÍSTICA. INMACULADA REJÓN