Portada » Hombro doloroso

Dr. Juan Gustavo Benítez Molina

Málaga

El “hombro doloroso”, también denominado “tendinitis del manguito rotador”, “síndrome de pinzamiento” o “bursitis subacromial”, es una patología que puede surgir cuando hay una utilización excesiva del hombro y brazo en tareas que son repetitivas y que con frecuencia incluyen movimientos del brazo por encima del plano del hombro.

            ¿Cuáles son las personas que pueden verse afectadas por esta dolencia más frecuentemente? Una de las causas más prevalentes en consulta suele ser la degeneración o desgaste de los tendones, la cual es más frecuente en personas de edad avanzada. En ocasiones, estos tendones se calcifican con el paso de los años y dejan de realizar su función como es debido, dando lugar a cuadros de hombro doloroso.

Por otro lado, hay ciertas actividades deportivas que se asocian con asiduidad a esta condición como son los deportes de raqueta, la natación, los deportes de lanzamiento y el levantamiento de pesas. Cuando el atleta aumenta su nivel de actividad de forma rápida, no progresivamente, o entrena durante largos periodos de tiempo, los grupos músculo-tendinosos pueden inflamarse. Otras actividades como pintar, conducir o la carpintería también pueden causar y/o agravar los síntomas.

¿Sabes qué implica exactamente el término “tendinitis”? Como su propio nombre indica (recuerda que el sufijo -itis significa inflamación), tendinitis no es más que la inflamación de un tendón. Pero, ¿qué es un tendón? Pues un tendón es la inserción de cualquier músculo del cuerpo en el hueso, es decir, la parte final de todo músculo, la que se “engancha” al sistema esquelético, al hueso. Generalmente, las tendinitis son ocasionadas por un golpe o por un esfuerzo excesivo.

¿Conoces la anatomía del hombro y del “manguito rotador”? En el hombro existe un grupo de músculos: supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, que en conjunto se denominan “manguito rotador”. Los tendones de dichos músculos discurren por un estrecho canal, el espacio subacromial, entre el húmero (por debajo) y un extremo del omóplato llamado acromion (por arriba).

Para favorecer el deslizamiento de estas estructuras existe interpuesta una bolsa sinovial, que actúa como una especie de almohadilla. Esta bolsa tiene la capacidad de formar líquido sinovial, y cuando se encuentra irritada puede hacerlo.

Cuando el brazo se eleva por encima del nivel del hombro, el manguito roza con el extremo del acromion, siendo causa de inflamaciones, desgarros y roturas. Asimismo, un accidente único y violento puede causar la rotura tendinosa en personas jóvenes, aunque lo más frecuente es el desgaste debido a la edad, asociado o no a las tareas repetidas con el brazo por encima de la horizontal y, en ocasiones, desencadenado por un golpe, una caída o un sobreesfuerzo.

            ¿Cuál es la clínica típica del hombro doloroso? Aparece dolor, sensibilidad local e incapacidad para realizar movimientos con el hombro afecto. La tendinitis a menudo provoca dolor con acciones como peinarse, ponerse una chaqueta, meterse la camisa o dormir sobre el hombro o con el brazo sobre la cabeza. Esta patología puede provocar un dolor agudo o puede ser crónica con un dolor sordo que dura varios meses.

            ¿Cuál es su tratamiento? Generalmente es no-quirúrgico. Los objetivos del programa de tratamiento son: en primer lugar, reducir la inflamación y, posteriormente, distender y fortalecer los músculos que componen el manguito rotador. La inflamación usualmente es controlada con reposo, hielo y medicación oral (antiinflamatorios). Asimismo, es conveniente reducir o evitar la actividad desencadenante.

            El tratamiento médico, que se suele emplear para aliviar el dolor, incluye analgésicos y antiinflamatorios: Paracetamol, Nolotil ®, Enantyum ®, Zaldiar ®, Adolonta ®, Naproxeno, etc. Si el dolor no cediera con alguno de los fármacos anteriormente expuestos, podría ser necesario proceder a la infiltración de la zona con corticoides. De cualquier modo, será su médico el que le prescriba el medicamento más apropiado para su dolencia, así como las pautas de administración.

            Es muy importante recordar que para una persona, que tenga habitualmente la tensión arterial elevada o que esté en tratamiento por este motivo, no es recomendable que consuma antiinflamatorios. El profesional médico le explicará las alternativas disponibles en estos casos. Ejemplos de fármacos que sí podría tomar una persona hipertensa serían: Fortilase ®, Traumeel ® o los ya conocidos Paracetamol, Nolotil ®…

            Una vez que la inflamación haya sido controlada, el médico, probablemente, prescribirá un programa de estiramiento y fortalecimiento. Es muy importante que el paciente cumpla con estas sesiones para conseguir así resultados duraderos. Al comienzo del programa de fortalecimiento puede resultar de ayuda la aplicación de hielo sobre el hombro después de los ejercicios. Los ejercicios de estiramiento se efectúan antes que los de fuerza para calentar y distender los músculos del manguito.

            El paciente aquejado de hombro doloroso deberá realizar los siguientes ejercicios al menos en cuatro sesiones semanales, preferiblemente a diario, con días de descanso ocasionales:

            1) Estiramiento 1: llevar la mano del miembro afecto al hombro opuesto. Adelantar ligeramente el hombro. Se debería experimentar un ligero estiramiento en el hombro afectado.

            2) Ejercicio 1: con la mano sujetando una pesa (con el pulgar hacia abajo), elevar el brazo extendido hasta un ángulo de 45º o hasta donde el dolor lo permita.

            3) Estiramiento 2: colocar el brazo afectado sobre la cabeza, con la mano extendida hacia la parte posterior del hombro contrario. Lentamente llevar el codo doblado hacia atrás.

            4) Ejercicio 2: este ejercicio puede realizarse de pie con una goma o tumbado sobre el lado doloroso con pesos. Comenzar con varias repeticiones de movimientos lentos y progresar con más peso o tensión de la goma.

            5) Estiramiento 3: llevar la mano del brazo afecto al hombro opuesto. Adelantar el hombro ligeramente. Se debería experimentar un cierto estiramiento en el hombro afectado.

6) Ejercicio 3: tumbarse en una mesa con el codo en el borde, la mano colgando y con un peso en la mano. Levantar el peso paralelo al suelo hasta el nivel de la mesa o de la cabeza (manteniendo la espalda plana, sin arquearla). Elevar el codo en dirección al techo de manera que se aproximen los omóplatos. Comenzar con un peso pequeño y aumentar progresivamente. Recordar que el ejercicio debe ser lento y controlado.

            Hay que tener en cuenta que el paciente puede experimentar algunas molestias, pero no debe sentir dolor. Estos métodos pueden funcionar por sí solos o requerir la utilización complementaria de fisioterapia (ultrasonidos, estimulación eléctrica, etc.). La solución quirúrgica del problema se plantea generalmente si el tratamiento descrito no tiene éxito.

            ¿Cómo podemos prevenir su aparición o agravamiento? Es fundamental, en el tratamiento, la prevención de nuevos episodios. Si los síntomas no son muy importantes, se deben evitar los factores que agravan el dolor: 1. Dormir con los brazos por encima de la cabeza; 2. Movimientos repetidos del hombro con el codo alejado del cuerpo; 3. Trabajar largo rato con los brazos por encima de la cabeza; 4. Cargar grandes pesos; 5. Forzar el hombro hacia atrás en lugar de desplazar el cuerpo entero; 6. Evitar deportes que supongan un esfuerzo para el hombro.

            Cuando el dolor ya ha cedido por completo, es necesario continuar realizando los ejercicios durante varias semanas.

            Para finalizar, decir que esta es una de tantas dolencias, que requiere, ante todo, paciencia por parte de la persona que la padece. Seguir el tratamiento adecuado y realizar con constancia los ejercicios antes mencionados hará que el dolor vaya remitiendo poco a poco. La perseverancia y el tesón a la hora de seguir el tratamiento y las recomendaciones dadas por su médico serán aspectos fundamentales para dar solución a su dolor, y llegar así a buen puerto.

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