HISTORIAS DE MADRID Y UN POCO MÁS, NUEVO LIBRO DE CHUS PINEDA MATAMALA

Jesús Pineda Matamala, natural de Madrid, lleva viajando y pintando numerosos años por Europa. Actualmente, reside en Álora (Málaga) y ha expuesto sus obras en numerosos países, donde ha recibido diversos premios.

Es conocido por su necesidad de expresarse y comunicarse en trazos y colores, dándole vida a todo lo que dibuja con su mano de artista. En el territorio nacional, ha expuesto en numerosas ocasiones y lugares, como Málaga, Torremolinos, Casarabonela, El Palo, Almuñécar, Comares, Tolos, Madrid…

También ha participado en numerosas ocasiones en trabajos para la editorial Granada Costa, destacándose su pintura en vivo en las 24 horas de poesía ininterrumpidas, consiguiendo un diploma y donando dicha obra para el Museo Fundación Granada Costa. También ha colaborado en el diseño de portadas en muchos de los libros que ha editado Granada Club Selección.
Actualmente, tiene cuadros expuestos en diversos rincones del mundo y destacamos una de sus obras más complejas y admiradas, que fue la realización de un cuento infantil sin palabras para niños en Ucrania, representándose solo con dibujos.

Conocido como “Matamala y sus rallajos”, “no tienes un Matamala en la pared aún”, “Pineda y su arte”, es admirado por muchos de su entorno malagueño.
Pertenece a más de ciento cincuenta grupos artísticos internacionales, participa en numerosos torneos de arte y ha obtenido cuantiosos certificados, diplomas, medallas internacionales, nacionales… Entre ellos destacamos la Medalla de Oro al Trabajo Cultural y el Premio Humanidades, concedidos por el Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa.
Pero su mayor satisfacción es, dicho por él mismo, “mi mejor premio es ver los ojos de satisfacción de quienes tienen una obra mía”.

PRÓLOGO

Valentía, templanza, corazón, sabiduría… Son algunos de los adjetivos que podríamos usar para referirnos al pintor Jesús Pineda Matamala, Chus para los amigos. Como integrantes del Proyecto Global de Cultura Granada Costa, nos conocemos desde hace ya varios años, en ninguno de los cuales ha dejado de sorprenderme.

En este tiempo, he visto a Chus caracterizarse como El Greco y subir al escenario para dejar su impronta de retratos, paisajes, actuaciones… Y mientras que otros, que hacían menos, levantaban tanto la cabeza que parecía cercana a desencajarse, Chus ha mantenido siempre talante y firmeza. Los mismos que muestra el gran artista que sabe que es su trabajo el que habla por él.

Como digo, en este tiempo he visto a Chus conseguir grandes hazañas, como haber colaborado con grandes entidades en favor de los más necesitados, tales como Cáritas.

También lo he visto casarse con la mujer de su vida, María del Mar, lo cual es de aplaudir. No sólo por el amor que destilan nada más verlos, sino porque se nota la sinergia que hay en ambos, y que en el caso que nos ocupa ayuda a Chus en sus numerosos proyectos y metas artísticas, sociales y culturales.

Por supuesto, he de mencionar la fusión de la pintura de Chus con el arte del gran poeta José María Lopera, con quien ha inaugurado la Fundación Casa Amapola recientemente. Juntos ya han conseguido llevar adelante proyectos y formar una sala de exposición que aúna pintura y poesía, la cual sería la envidia de cualquier coleccionista.

Pero volviendo al Proyecto, y a los adjetivos que ponía sobre Chus al principio, no puedo dejar de mencionar su participación en la Pirámide Cultural Granada Costa, la cual tuvo lugar en Molvízar en el mes de marzo del año 2021, en plena pandemia de la Covid-19. No podré olvidar jamás los ojos de determinación de Chus cuando en este macroevento organizó, colocó y expuso nada menos que más de dos mil doscientas ochenta obras de arte. De esta manera, Chus se convirtió en el pintor con la exposición individual más grande de la historia, lo cual bien le valió el Premio Guiness que le concedieron. No podría ser menos tratándose de alguien que ha recibido el Premio Humanidades del Proyecto Global de Cultura Granada Costa. Por mi parte, he de decir que me enamoré de aquellas amapolas tan vibrantes y espectaculares. Se quedaron en mi retina como el mejor de los recuerdos.

Chus, en su osadía artística, se caracteriza por su evolución constante, por su aprendizaje, y por poner el alma en lo que pinta. Este libro, que aúna alguna de sus obras en arte naif, es prueba de ello. Y es que Chus nos trae novedad, sentimiento y carácter en estas obras que dedica con pasión a su Madrid natal. A través de los pinceles de Chus, conseguimos una obra de arte sobre la historia de esta gran ciudad.

Suelen decir que el aprendiz de mucho, no es maestro en nada. Quizá sea cierto, pero si es así, Chus es la excepción que confirma la regla, pues se podrá exponer a cualquier corriente o estilo y hasta que no alcance el culmen de la expresión en el mismo, no cejará en su empeño. Porque incluso en el fluir y dejar el sentimiento brotar como requiere el arte naif, se puede ser maestro, y en cada una de sus pinceladas nos lo demuestra nuestro querido Chus.

Este libro nace de la colaboración entre el Proyecto de Cultura Granada Costa y Chus Pineda con el objetivo de presentarlo en las jornadas que se darán en el Palacio de la Prensa el día 2 de abril de 2022 y repartirlo allí a todos los asistentes.

Carlos Álvaro Segura Venegas

Vicepresidente del Proyecto de Cultura Granada Costa

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