Hablando con… Ana María López Expósito

Nos encontramos, un día más, hablando con una socia del Proyecto de Cultura Granada Costa. Ana María reside actualmente en Madrid y es conocida por todos los que se han desplazado hacia allí debido a la celebración de las jornadas culturales de los años 2019 y 2020. Es una gran escritora y poeta, eso lo tenemos claro todos los que leemos el periódico, así que en esta ocasión vamos a conocer a la docente, cosmopolita y cinéfila que hay detrás de todas esas letras y versos.

P: Empecemos con una breve presentación, Ana María, ¿dónde naciste?

R: Actualmente resido en Madrid, pero nací en Albox (Almería). Allí hice los estudios primarios y secundarios, hasta que llegué a la Universidad, cuando me trasladé a Almería para cursar los estudios de Magisterio. Posteriormente me trasladé a Barcelona, donde, además de trabajar, estudié Geografía e Historia en la Universidad y durante cuatro años estuve aprendiendo catalán.

P: ¿Hasta qué año estuviste en Barcelona? ¿Siempre enfocaste tus esfuerzos en la enseñanza?

R: Estuve allí aproximadamente hasta el ochenta y siete. Y sí, la enseñanza siempre ha sido la profesión a la que he dedicado mi formación y mi empleo, claro. Después me trasladé a Madrid, donde fui asesora en temas de inmigración.

P: ¿Cómo fueron esos primeros años en Madrid?

R: En un principio trabajé en el colegio de un barrio muy conflictivo, en Humanes de Madrid, donde aprendí muchísimo. Posteriormente empecé a trabajar con inmigrantes, a hacer proyectos de investigación. La Directora General de Promoción Educativa “me fichó” y empecé a realizar trabajos con la Universidad.

P: ¿Nos puedes hablar un poco de esos proyectos de investigación?

R: Los proyectos de investigación se centraban en un primer momento en el colegio en que trabajaba, sobre los niños y niñas inmigrantes que allí había, su lugar de procedencia… Estos trabajos se fueron haciendo más grandes hasta el punto de que se publicaban en periódicos y revistas, como el Magisterio de España.

Me asocié con uno de los seminarios más punteros de España, que se encontraba en Fuenlabrada. Llevábamos los proyectos a las aulas y así los difundíamos entre los profesores, con la intención de dinamizar las bibliotecas escolares.

P: Tengo entendido que muchos de estos trabajos han sido muy reconocidos y premiados.

R: Así es, uno de ellos es “Nube, cuéntame un cuento…”. Fue seleccionado por la Dirección General Territorial de Alsur para presentarme a los premios de educación. Pero antes de esto recibí otros premios en el terreno de la escuela. Otro proyecto premiado giraba en torno a la obra de Amadeus Mozart, en que involucraba a alumnos, padres y profesores, de esto hace más de treinta años. Fue un proyecto novedoso, que abría la biblioteca del colegio para las familias del entorno, algo que no se había hecho nunca. El premio consistió en un viaje por las bibliotecas más importantes de España, y al centro le regalaron más de cien libros.

Siguiendo esta línea fue como empezaron a llamarme de los Centros de Apoyo al Profesorado (CAP) en la Territorial Sur de Madrid. También fui a la zona norte de Madrid y a otras provincias. En los CAP, los maestros de educación infantil, primaria y secundaria, teníamos que ir anualmente para recibir formación.

P: ¿Toda esta actividad la compaginabas con tu profesión de maestra?

R: Por supuesto, la actividad que he descrito la realizaba en mis horas libres. Fui maestra hasta el año 96, cuando me presenté a un puesto especial en la Dirección General de Área y me seleccionaron. Tuvieron en cuenta mis proyectos, mi currículum y la valoración de un comité de expertos que vieron cómo trabajaba.

P: ¿Cuál era tu objetivo en ese nuevo puesto?

R: El puesto era en el SAI, el Servicio de Apoyo y Asesoramiento a Inmigración. Desde esa área dábamos formación a los maestros y a los profesores de instituto. Este Servicio estaba subvencionado por la Comunidad Económica Europea y disponíamos de muchísimos recursos para enseñar a los docentes a enseñar a estos alumnos inmigrantes.

A raíz de estos trabajos, la Directora General de Promoción Educativa me encargó para el año 2002, el siguiente libro, titulado “Poemas para inventar un mundo”. Se vendieron más de 8000 ejemplares y se encuentra en todas las bibliotecas de Madrid. Lo que hice fue recopilar poemas de autores clásicos conocidos a nivel internacional y elegir una serie de temas de estos autores como las estaciones del año, la amistad, la muerte, etc. Se incluía el poema escrito en su idioma original y en castellano, a veces también en braile e incluso otras lenguas. De esta manera se enseña a trabajar la poesía en las aulas, porque para ello ha de haber una propuesta didáctica que enseñe al alumnado a amar la poesía, a amar esas enseñanzas.

Ana María López Expósito presentando su proyecto «un cuento para ti»

P: Como persona que le ha dado tanto valor a las bibliotecas españolas, ¿crees que la biblioteca tal como la conocemos acabará desapareciendo?

R: En absoluto. Lo que está pasando con las bibliotecas es que se están diversificando. En una amplia área encontramos la sección de siempre, donde se prestan los libros, está el área de informática, la sala de estudio… Todo se complementa. Sí que es posible que con el libro electrónico tengamos cada vez menos libros. ¿Sabes cuántos? Pues los justos y necesarios, porque vamos a leer en el e-book o en otros dispositivos. Por eso la biblioteca de Madrid ya está prestando libros en formato electrónico.

P: ¿Cómo crees que podríamos mejorar la biblioteca Granada Costa?

R: Para empezar, es muy importante clasificar las obras siguiendo la Clasificación Decimal Universal (CDU) de la que habla Melvil Dewey; o bien, mediante otro sistema diferente.

También darle uso a la Biblioteca, colocándose los libros ordenados en estanterías. También se puede iniciar un sistema de préstamos, crearse una Comisión de padres que participen en la Biblioteca. Además, los niños pueden ir allí a estudiar por las tardes.

La digitalización de una biblioteca tan grande es un proceso arduo y complejo, aunque pienso que también merecerá la pena con el fin de que todas estas obras estén a disposición de mucha más gente.

P: ¿En qué etapa de tu vida dirías que te encuentras?

R: Acabo de entrar a una etapa en la que me puedo dedicar exclusivamente a mi gran pasión, la escritura.

P: Pero también escribías compaginándolo con tu profesión en la enseñanza, ¿cuántos libros publicaste en esta etapa?

R: Escribí “Cuentos de Ucrania”, ya que no había prácticamente nada escrito sobre la cultura ucraniana. Para ello, hablé con la embajada de Ucrania y se tradujo a ucraniano. Precisamente me inspiré en la literatura del ucraniano Nikolái Gógol para crear El puente de los deseos.

P: En total, ¿cuántas obras tienes editadas?

R: En solitario he escrito ocho libros: Poemas para inventar un mundo (Madrid, 2002); Cuentos Interculturales. (Granada 2007); El estudiante nepalí. (Madrid 2008); Cuentos de Ucrania. (Madrid. 2010); En 2014 publiqué mi primera novela: Todos miraban al vacío. (Lisboa); Nube, cuéntame un cuento. (Almería, 2014); Luces y sombras verticales. (Almería, 2018); Lluvia en el corazón/Rain in the heart. (Almería, 2020). En agosto de 2020 el poemario: Pétalos de violeta. Granada Club Selección. (Molvízar, Granada)

Junto a otros autores he escrito una veintena de obras, de diversos ámbitos, como, por ejemplo, Programación de español como segunda lengua (Madrid, 2002); El color humano son todos los colores (Madrid, 2008) o Versos descubiertos (Almería, 2018); Antología Poética «Granada Costa» Dedicada al Padre Ángel. (Molvízar, Granada, 2020).

P: De entre todos los géneros literarios, ¿en cuáles te prodigas más?

R: He escrito de todo: novela, poesía, ensayo, incluso algún guion. Empecé por los cuentos, impulsada por mi vocación de docente, y continué con el resto de formas en prosa. En cuanto a la poesía, podríamos decir que cuando más tiempo le he dedicado ha sido en estos últimos cuatro años. Lo que tengo claro es que lo que más me apasiona es la novela y aunque solo llevo dos escritas, ya estoy planificando la siguiente.

P: Dentro de la novela, ¿qué géneros te inspiran más?

R: Escribo sobre el amor, el desamor, las intrigas, investigación… A todo ello intento aplicarle un estilo cinematográfico, pensar “en modo imagen”. Muchos escritores y poetas me han comentado que mis obras se podrían llevar al cine, y es que está escrito con esa finalidad. Realmente, esa sería la ilusión de mi vida, llevar mis novelas al cine.

P: Dentro de la poesía, ¿te gusta más la clásica o la contemporánea? ¿Cuáles son tus autores preferidos?

R: Me gustan mucho los autores clásicos, como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Siento gran admiración por Federico García Lorca. Cada uno tiene su estilo, pero todos me inspiran, con su espiritualidad, pero también con su riesgo y atrevimiento. Antonio Machado me gusta mucho, así como Luis Cernuda… Hay mujeres que me inspiran como Anne Carson, que es la Premio príncipe de Asturias de este año. Ella es diferente y hace un estudio muy bueno de la mitología para sus poemas. Podría citar otras como María Zambrano o Gioconda Belli (también muy revolucionaria y con cierto erotismo en su poesía).

Ana María López Expósito, nombrada mujer ilustre de Albox (Almería)

P: ¿Nos puedes contar algo de tu último libro?

R: Mi último poemario, “Pétalos de violeta” tendrá varios apartados diferenciados. Hablaré de ecología, del mundo rural, de los políticos actuales, de mujeres relevantes, de viajes, y al final he añadido un capítulo dedicado al Covid-19. El libro iba a tener cien páginas, pero finalmente sobrepasa las trescientas. Hay también una sección imaginada en la que Anne Carson entrevista a varias figuras femeninas del mundo de la cultura sobre el propio Coronavirus y la situación que ha generado.

P: ¿Cuáles son tus grandes pasiones aparte de la escritura?

R: Pues como he dicho antes, el cine, es algo que me apasiona desde pequeña. Gracias a esto, soy una persona más dinámica, necesito estar en constante movimiento, conociendo lugares y personas nuevos. De pequeña usaba mis pocos ahorros en viajar a través del cine, y cuando crecí seguí viajando, ahora de manera real. Esto me lleva a mi otra gran pasión, que es ampliar mis conocimientos, estar en constante aprendizaje sobre el mundo en que vivimos.

P: ¿Hay alguna pregunta que te hubiera gustado que te hiciera?

R: Por mi parte solo daros las gracias y animar a la gente a participar en cultura.

Carlos Álvaro Segura Venegas