GUILLAUMME APOLLINAIRE

Carmen Carrasco Ramos, Delegada Nacional Granada Costa

EL POETA QUE DIO FORMA A LAS PALABRAS:

EL CALIGRAMA

El caligrama, del francés calligramme, es un poema visual, un conjunto de palabras que forman una figura referente al poema. Por tanto, es una poesía visual, una imagen escrita con letras a mano.

     La muestra más antigua sobre este tipo de poesía proviene del poeta griego Simmias de Rodas, del siglo III AC, aunque de él tan solo se conservan tres poemas visuales: Alas, Huevo y Hacha.

     Posteriormente, algunos poetas compusieron caligramas a lo largo de los tiempos. Por tanto, Guillaumme Apollinaire, aunque es llamado el creador del caligrama, no  fue el inventor de esta poesía visual, pero sí fue el primer artista en denominar a este arte con el nombre de caligramas.

     Con Apollinaire los caligramas se ponen de moda a principios del siglo XX, aun cuando estos llevaban existiendo cientos de años en otras culturas, como ejemplo, la escritura árabe. Asimismo, los poetas vanguardistas buscaban la ruptura con la poesía tradicional con esta nueva modalidad.

     Anecdóticamente, a mí me “ha salido” algún caligrama que otro en mis poemas, pero confieso que sin intención… salieron por casualidad, pero no quedaron mal del todo.

     Hablemos ahora, pues, del llamado “creador” del caligrama, que no fue tal, pero sí fue también el primero en utilizar los términos surrealismo y surrealista, en el año 1917: el poeta francés Guillaume Apollinaire. El cual definió así el surrealismo: Cuando el hombre decidió imitar caminando, inventó la rueda, que no se parece a una pierna. Al hacer esto, practicaba el surrealismo sin saberlo.

     Apollinaire fue poeta, novelista, ensayista, dramaturgo, crítico de arte…, un artista genial criticado por unos y exaltado por otros. Luego comentaremos los rasgos de su personalidad, tanto como el gran poeta que fue como por su espíritu contradictorio y anárquico, amante sobre todo de la libertad. Ven al borde, dijo él. Ellos dijeron: Tenemos miedo. Ven al borde, dijo él. Ellos vinieron. Él los empujó… y volaron.

     Su verdadero nombre es Wilhem Albert Wlodzimierz Apolinary de Kostrowick, nombre que después transformaría en Guillaumme Apollinaire. Nació en Roma un 26 de agosto de 1880. Era hijo natural del militar -otros dicen que obispo y algunos que príncipe- Flugi d´Apermont y de una aventurera aristócrata polaca. El padre los abandonaría, junto a su hermano Esteban, a la edad de seis años, hecho que lo traumatizó toda su vida, teniendo que trasladarse la familia a vivir a Mónaco recibiendo allí el joven Guillaume sus estudios primarios. Más tarde vivirían un tiempo en Niza.

     En 1899, a la edad de diecinueve años, se instalan en París donde el poeta hubo de desempeñar diversos empleos e, incluso para subsistir, publicó su novela erótica Las once mil vergas, en 1907. Frecuenta los círculos artísticos y literarios de la capital, adquiriendo cierta notoriedad, y en 1904 conoce a Picasso y a importantes escritores y pintores de la época. En 1909 publica El encantador de la putrefacción y algunos relatos de contenido fabuloso y más tarde los poemarios Bestiario o cortejo de Orfeo, en 1911, y Alcoholes, en 1913, influenciado por el simbolismo. Son poemas exentos de puntuación, signos que ya nunca utilizaría. Alcoholes, junto con Caligramas, son tenidas como obras capitales de la poesía moderna.

     En 1911sería arrestado acusado de estar relacionado, junto a Picasso, con el robo de La Gioconda, en el Museo del Louvre, siendo puesto en libertad al cabo de una semana al demostrar su inocencia.

     En 1913, aparece el ensayo crítico Les peintres cubistes (Los pintores cubistas) defendiendo este nuevo movimiento, el cubismo, frente al realismo. Su carrera es fulgurante. Columnista en diversas revistas, fundó asimismo las revistas La revue inmoraliste y Soirées de París, a la vez que su vida amorosa no deja de ser azarosa. Son conocidas las siguientes parejas o amantes antes de su matrimonio con Jacqueline Álvarez: Annie Playden,  Louise de Coligny-Châtillon, Madeleine Pagés, Marie Laurencin… Así como su modo de vivir libre y sin trabas residiendo en diversos lugares tales como Roma, Niza, Cannes, Nimes, Aix-les Bains, Lion, Alemania, París…

     En 1914, Primera Guerra Mundial, se alista como voluntario en el ejército francés. En esta etapa de su vida escribe desde las trincheras un poemario dedicado a una de sus no pocas amantes: Poemas  a Lou, poemas que “sobrepasan a la más voluptuosa poesía oriental”.

     Herido de gravedad en la sien, obtiene por fin la nacionalidad francesa y alcanza el grado de teniente.

     Se casa con Jacqueline Álvarez en el mismo año y ese mismo año, aún no recuperado de sus heridas, fallece en París un 9 de noviembre de 1918, a consecuencia de la epidemia de gripe de 1918, con tan solo treinta y seis años de edad, siendo enterrado en el cementerio de Père Lachaise. Posteriormente, a su fallecimiento, se le otorgaría la distinción de “Mort pour France”.

OBRAS

     POEMAS: El bestiario o el cortejo de Orfeo, 1911. Alcoholes, 1913. Poemes a Lou, 1914. Caligramas, escrito en las trincheras a mano y dibujados con las palabras y letras

deformadas, 1914. Las tetas de Tiresias, drama surrealista. Color del tiempo. Casanova. El marinero de Amsterdan.

     PROSA: El poeta asesinado. El encantador putrefacto. El Hesiarca y Cia. Las once mil vergas. La femme Assise. La fin de Babylone. Les trois Don Juan.

     CALIGRAMAS : La paloma apuñalada y el surtidor.

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     Guillaume Apollinaire, enfant terrible, poeta genial, trasgresor, inquieto, inconformista, rebelde, bohemio, espejo de la contradicción a lo largo de su corta vida, amante de la libertad de expresión y de la vida, defensor a ultranza del vanguardismo, encendido cantor de la guerra –Dios mío, ¡qué hermosa es la guerra, sus canciones, su ocio!-. Que canta al amor con sensualidad y lirismo, a la pasión desnuda y al sexo liberado. Sus obras están impregnadas de erotismo y en su poesía hay una búsqueda constante de la belleza y la perfección: He creído tomar toda la belleza y solo he tenido su cuerpo. El cuerpo ay carece de eternidad.

     Contradictorio, Apollinaire refleja melancolía y busca afanosamente un paraíso perdido. Idealista y romántico en Poemes a Lou y en sus Cantos al amor y a la libertad, por el contrario, contrasta con sus amores reales en los cuales convierte a la mujer en objeto de lujo, en un ser inferior al que domina.

     Precursor del surrealismo, junto a espectaculares audacias, expresa un extraordinario lirismo y un tono sencillo pleno de emotividad. Siempre se deja llevar por la intuición y su gran imaginación poética, basándose en el simbolismo de la imagen. Amante de las fábulas, los mitos y el misterio, escribiría: El misterio en poesía es tan legítimo como la claridad.

     Buscador incansable por diversos caminos de ese Arte Único que le permitiera expresarse como hombre total: Estoy tratando de renovar el estilo poético, pero dentro de un marco clásico. Por otro lado, no quiero caer en la imitación de otros.

     Apollinaire fue “un poeta contradictorio en un mundo de crisis”, un icono en la historia de la poesía moderna.

      Para terminar, qué mejor que con una frase del mismo Apollinaire, “creador” del caligrama: Jamás los crepúsculos vencerán a la aurora.

Vuestra amiga Carmen Carrasco.

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