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La poeta autodidacta, pregonera de las vivencias sociales de la humanidad y de las propias suyas.

Gloria Fuertes nació en Madrid en 1.937, y murió en el mismo lugar el 27 de noviembre de 1.998.

Escribió un verso fácil sin atenerse, estrictamente, a reglas métricas. Sus versos, en apariencia infantiles, estaban plenos de contenido sentimental y dramatismo humano. Dicen que escribió para niños, pero también lo hizo para mayores. Su obra fue extensa. Exageraba cuando decía no haber tenido tiempo para contar los libros que había escrito, que fueron cerca de cien.

Gloria fue una mujer apasionada y sentimental; pródiga y generosa en amores, que le ocasionaron muchos sufrimientos a lo largo de su vida. Entre tantos amores, sólo recuerda a uno de ellos que la despreció porque no le agradaban sus versos. Su primer novio fue un obrero de la FAI, que desapareció en el fragor violento de la guerra el año 1.937. Ella tenía entonces veinte años.

¿Conocemos bien a Gloria Fuertes…? Yo creo que no; a pesar de haber leído su obra; y lo más probable era que ni ella misma se conocía acertadamente. Para unos era una gran poeta, para otros despreciativamente la tachaban de vulgar porque su verso no tenía nada de poético. Pero entiendo que ni falta que le hacía ceñirse a reglas métricas. Su verso se puede definir como libre, pero de una profundidad sentimental y real claridad que conmueven, convencen y emocionan. Ella decía que la poesía era un oficio a tiempo completo. O sea, que había que estar entregado a ella permanentemente. En sus tertulias literarias con otros poetas, les decía: «Debiéramos hacer un arte útil y tal vez necesario, como sería llevar nuestros libros al pueblo, no escribir para unos cuantos intelectuales, líricos, críticos fríos y ñoños».

Para conocer a Gloria Fuertes sólo basta leer sus versos, pues en ellos refleja la tragedia personal y emocional de su azorada vida.

Diríamos que su obra es un verdadero diario íntimo y personal. Nos dice en sus versos que tuvo una infancia triste e infeliz, porque sus padres no la querían.

Gloria dejó escrito que, sin la tragedia de la guerra civil, tal vez no hubiera comenzado a escribir versos.

No poseía estudios superiores, ni experiencia en la enseñanza, a pesar de ello, fue profesora en una Universidad de los Estados Unidos desde 1.961 a 1.963, cuando era Presidente Kennedy, empeñado en la guerra del Vietnam.

Sus temas preferidos fueron siempre los dramáticos de la vida social y humana; las guerras en el mundo y la anhelada paz. Todo cuan­to escribió sobre las guerras quería reunirlo en un solo volumen y antes de morir ya tenía pensado su título: «Garra de la Guerra».

Cómo definía Gloria Fuertes la poesía: “La poesía cotidiana debe ser al pan, pan y al vino, vino,»‘ pero con belleza, que para eso es poesía. Ir a lo directo, emotivo y con gracia. Demostrar que cualquier sentimiento, idea, tema, cualquier cosa tiene poesía. No hay -nada en lo que no irradie la poesía, (a no ser el verbo matar y sus derivados). Cuando la poesía es clara y jugosa, (sin salirse del tiesto), escrita con emoción y con gracia se hace popular y útil. Si es así llega a todos los públicos, aunque esté falta de educación de reglas y cultura, porque para sentir lo poético no hace falta ser bachiller. No es un problema educacional, ya que hay cierta clase de poesía con la que se hace llorar o reír a un analfabeto. “Lo digo por propia experiencia”.

Quien quiera saber muchas cosas de Gloria Fuertes tendrá que leer sus libros, porque ya no está la autora para recitárnoslos por TV, con su peculiar voz y su arte y manera de decirlos, con lo cual nos despertaba emoción y ternura.

Así pues, dejemos las guerras y leamos a Gloria Fuertes en paz.

Rafael Camacho

 

ALGUNOS VERSOS DE GLORIA FUERTES

FRANCISCANISMO

Hermana nube, hermano pájaro,

y tú, perro policía,

y tú, policía armado,

¡Todos sois hermanos míos!

Pero dime tú, Francisco:

¿Son los bacilos de Koch

también hermanos míos?

              (Del libro «Garra de la guerra)

CABRA SOLA

Hay quien dice que estoy como una cabra;

Lo dicen, lo repiten, ya lo creo;

pero soy una cabra muy extraña

que lleva una medalla y siete cuernos.

¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.

¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.

¡Cabra! Me llevo bien con alimañas, todas.

¡Cabra! Y escribo en los tebeos.

Vivo sola, cabra sola

-que no quise cabrito en compañía-.

Cuando subo a lo alto del valle,

siempre encuentro un lirio de alegría.

Y vivo por mi cuenta, cabra sola;

que yo a ningún rebaño pertenezco.

Si sufrir es estar como una cabra,

entonces sí lo estoy, no dudar de ello.

(Del libro «Poeta de guardia»)

NO ESTOY CHIFLADA

Me gusta el mar,

el monte, el río,

la cascada;

me gusta el libro,

la música, la amistad,

la playa.

Me chifla todo,

estoy chiflada.

Me gusta la lluvia,

la nevada;

me gusta el bosque,

el duende, el hada.

Me chifla todo,

estoy chiflada.

Me gustan los gamusinos azules,

las verdes ranas,

las gárgolas de piedra,

las campanas.

Me chifla todo,

estoy chiflada.

Me gustan los niños:

blancos, negritos,

esquimales, gitanitos,

indios, chinitos…

Me chiflan todos.

¡No estoy chiflada!

 (Del libro «Versos fritos»)

Churriana de la Vega web

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