GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y PAZ A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
Durante varias Navidades tuve la oportunidad de visitar el Museo Salzillo en Murcia. Es el más visitado y valorado de dicha ciudad y uno de los más importantes. Está dedicado monográficamente a uno de los escultores más sobresalientes del Barroco: Francisco Salzillo y Alcaraz ( Murcia 1707-1783). Era hijo del escultor Nicolás Salzillo, nacido en Santa María de Capua, Nápoles, donde se había formado en los talleres de los hermanos Perrone entre 1689 y 1697, antes de su llegada a Murcia para trabajar con Nicolás de Bussy.
En el taller de su padre aprendió dibujo, la talla y el color, lo que le sirvió para convertirse en uno de los más importantes escultores del siglo XVIII gracias a la herencia napolitana y a la influencia del escultor Antonio Dupar. Francisco trabajó exclusivamente la temática religiosa.
El Museo Salzillo se creó en 1941, aunque se inauguró en 1960. En él podemos admirar no sólo las imágenes sino también la arquitectura que las envuelve de auténtico estilo barroco. La base del museo actual fue la iglesia penitenciaria del siglo XVII, hoy sede de la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, institución fundada en 1600. Esta comunidad tiene encomendada la privilegiada misión, todavía hoy, de exhibir por las calles de Murcia, todos los Viernes Santo, las tallas más representativas de Salzillo entre las que destacan: La Última Cena, La Dolorosa, La Oración en el Huerto, Los Azotes, San Juan, etc.
Su colección está formada principalmente por los pasos de Semana Santa, el Belén de más de quinientas piezas y los bocetos de dicho taller.
El Belén fue encargo del noble murciano Jesualdo Riquelme en 1776. Encargo que recibió al final de su carrera. Obra ingente que abarca todas las escenas del Nacimiento y primera infancia de Jesús, desde la Anunciación a María hasta la huída a Egipto pasando por la Degollación de los Inocentes.. Está compuesto de quinientas cincuenta y seis figuras de unos 30 cm. Entre estos episodios bíblicos intercala la vida rural de la época, compuesta de gañanes, campesinos, cazadores, mendigos, músicos callejeros, ganaderos…
Es una de las obras más representativas de Francisco Salzillo.
Dentro del Museo Salzillo también se encuentra expuesto el magnífico BELÉN NAPOLITANO DEL SIGLO XVIII de los hermanos García de Castro, grandes coleccionistas de figuras para belenes y amantes del arte.
En el Belén Napolitano el protagonista absoluto es el pueblo. Se caracteriza por la singularidad de sus figuras, la cuidada ambientación y escenografía de sus montajes y la multitud de detalles del Nápoles del S. XVIII. Los mercados, el ambiente de las calles, los palacios, los barrios típicos, los oficios… así como en la riqueza de las vestiduras aderezadas con oro, plata, perlas, ricas sedas… En definitiva, todo ese variopinto conjunto que define una época, una ciudad y una sociedad y cultura. Estos belenes constituyen en la actualidad una verdadera rama del arte.
Sus autores son los más prestigiosos artistas napolitanos de la segunda mitad del siglo XVIII, entre los que destacan Giuseppe Sanmartino, que da nombre al famoso museo de Nápoles, Lorenzo Mosca, Bottilieri y Francesco Camillo Celebrano,
Este Belén fue adquirido por la Fundación Universitaria Católica San Antonio de Murcia en octubre de 2014 para su exposición habitual en el Museo Salzillo. La obra está compuesta por 600 piezas, algunas de ellas de gran tamaño, y está considerado por los expertos en la materia, como la colección más importante de España. Algunas figuras proceden de la casa de Borbón y de la colección personal de Carlos III. Una de las más relevantes es el “Ciego Desnudo” de Giuseppe Sanmartino, sin dejar de mencionar “La Posada”, “Los Pastores” o “el Cortejo de los Reyes Magos”.
Éste es uno de los belenes napolitanos mejores del mundo junto con el del Museo Nacional de Baviera, el de la colección de Juan March en Palma de Mallorca o el Belén Monumental de la colección Basanta-Martín de Granada.
Visitar el Museo Salzillo es un gozo para la vista y para el espíritu. Una cascada de sentimientos y emociones ante tanta belleza, pues nunca hubo tanto arte en tan reducido espacio.
Es un orgullo que en esta ciudad española, Murcia, haya un museo de la calidad y maestría del imaginero más importante que ha dado España: FRANCISCO SALZILLO Y ALCARAZ.