ESPAÑA HACIA EL PRECIPICIO

La Historia es maestra de

la verdadera política

(Saavedra Fajardo)

  Tenemos por costumbre mi amigo Juan y yo, vernos al menos una vez al mes. Fui a su casa en los primeros días de agosto. Lo encontré distinto a otras veces que estaba tan afectado y dolido por aquello de “el abuelo al archivo” y “los herederos”. Estaba jovial, muy alegre y con un clavel rojo intenso en la oreja. No le di demasiada importancia porque antaño era costumbre habitual en el verano en esta tierra tropical llevar una flor o una ramita de hierbabuena o albahaca bien en el ojal, en la oreja o en el sombrero, porque existía la creencia de que espantaba a los mosquitos y demás insectos. Las mujeres solían llevar lo mismo pero en el pelo y las más atrevidas en medio del escote. ¡Lástima que se haya perdido esta costumbre!

   Como siempre hechos los saludos pertinentes sobre salud y otras cosillas entramos en el tema que nos afecta tan directamente que es el político. La vez anterior nos quedamos en las autonomías, esos engendros que los llamados “padres de la Constitución”, en sentido elogioso, se sacaron de la manga sin prever sus consecuencias.

     Juan se queda en silencio y se queda pensando unos minutos… Después me dice: Tal vez para ver las consecuencias nefastas que pueden tener las autonomías, aparte del inmenso gasto sin beneficio alguno para los ciudadanos, deberíamos echar mano de la historia de España y remontarnos al Califato de Córdoba, concretamente al año 1031, cuando debido a la inutilidad de un califa Hixem III, necio y débil pero orgulloso y pedante, fue destronado y con ello la destrucción de la unidad musulmana. El estado musulmán se fracciona en pequeños reinos llamados TAIFAS, políticamente débiles que sumaron hasta 23, que vivían unos enfrentados a otros por múltiples motivos. Esta debilidad política la aprovecharon los cristianos para su reconquista.

        En España, en el siglo XX, estos “Padres de la Constitución” de un gran Reino unido, próspero, fuerte y respetado, y por qué no, también admirado, lo han descuartizado en 19 Taifas que con el gobierno central suman 20. ¿No existe cierto parecido con las ahora autonomías en España con aquella época musulmana?

         Los presidentes autonómicos se han convertido en reyezuelos vanidosos, prepotentes que lo primero que hacen es enriquecerse ellos, sus familias, sus amigos y todo aquel que sea comprable. Para mantenerse en el poder no tienen más remedios que aumentar impuestos injustos, que llevarán a la ruina a esto que se llama España, que quedará descuartizada y empobrecida.

Creo que con esto queda explicado mi opinión sobre las autonomías. Y como en la Moncloa tenemos un califa peor que aquel Hixem III, pues ya veremos en qué queda todo.

     Cuando termina mi amigo Juan su lección de historia de España, no puedo decirle otra cosa sino que estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho, pero que nos anima la esperanza de que muy pronto el DR. Sánchez abandone la Moncloa y la ocupe el Sr. Feijóo, que seguramente arreglará muchas cosas.

    Al pronunciar el nombre del Sr. Feijóo, Juan se puso colorado y tenso, con furia contenida. Ni que le fuera mentado al diablo. Después de unos minutos de gestos, muecas y otros movimientos de las manos y de todo el cuerpo, consigue hablar pero con claros signos de cabreo. Me dice: te voy a sacar otra vez la historia de España. El peor de los reyes que hemos tenido fue Fernando VII llamado EL Deseado, porque el pueblo español lo deseaba, no por su valía que era un tonto “del haba”, sólo por simple patriotismo le obligaron a tomar la corona y fue un auténtico desastre como gobernante. Después le llamarían el no deseado y el rey “FELÓN” con todas sus acepciones.

 Tenemos muy flaca memoria. Al Sr. Rajoy lo votaron para que arreglara los errores del simple Zapatero: el aborto, la memoria histórica, la independencia de la Justicia, la reducción de las empresas públicas que no tienen ningún rendimiento, que solucionara la corrupción y el problema separatista… No hizo absolutamente nada de lo que había prometido y llevaba en su programa, y como final le entregó la Presidencia de España al Dr. Sánchez. Fue traidor a su partido, a sus votantes y a España. Ojalá me equivoque, pero el Sr. Feijóo me parece una copia del Sr. Rajoy.

    Juan se da un respiro y después continua con su exposición. Con lo que tenemos últimamente en España de corrupción en toda la sociedad, subida de impuestos, el precio de la luz y todos los combustibles, el paro, los enormes sueldos que se ponen los políticos y la enorme cantidad de nuevos cargos a dedo (enchufados ); que España está ardiendo por los 4 costados, que el gobierno está metiendo la pata continuamente en las relaciones internacionales, y que el gobierno está apoyado por separatistas, terroristas, comunistas uy otros istas… ¿Y no tiene nada que decir  y hacer el Sr. Feijóo, jefe de la oposición?

Que el Dr. Sánchez ante los numerosos incendios sólo se le ocurra decir la simplicidad de que “el cambio climático mata”. Que ante la subida de los carburantes y la electricidad diga el Sr. Sánchez que para ahorrar “nos quitemos la corbata”, o la culpa es la guerra de Ucrania, y que indulte a los condenados de los expresidentes de Andalucía por robar el dinero de los parados, ¿Tampoco tiene el Sr. Feijóo nada que decir y hacer?

Cuando el simple Zapatero dice en un mitin que está orgulloso de los condenados Sr. Chaves y Sr. Griñán porque son honrados, ¿Tampoco tiene nada que objetar el Sr. Feijóo? Según la forma de conducirse, no quiere problemas.

Nunca ha tenido la oposición en España tantos y tan variados motivos para destituir a este gobierno con todo su equipo de mediocres y mentirosos. El Sr. Feijóo hasta ahora sólo es el DESEADO, esperamos que después no se le llame FELÓN.

    No es fácil rebatir las opiniones tan ponderadas de mi amigo Juan pero sí le digo que a pesar de todo tengo gran confianza en el Sr. Feijóo, que arreglará muchas cosas.

Nos despedimos y me acompaña hasta la puerta. Una vez fuera de casa le digo: Hace ya muchos años que nos conocemos y aún no sé si políticamente eres de derechas o de izquierdas. Juan, circunspecto me contesta: ni de los unos ni de los otros, me da lo mismo, siempre que actúen decentemente. En el régimen de Franco fui antifranquista por cosas que ahora no vienen al caso pero después con la entrada de todos estos politiquillos que están destruyendo y robando todo lo que se consiguió con Franco, me pronuncio profranquista. Y lo que colmó el vaso fue esa acción repugnante de violar su tumba por ese héroe de la Moncloa.

       Y como yo no dejaba de mirar el clavel rojo que llevaba en la oreja derecha me dice: veo que no dejas de mirar el clavel; pues te voy a decir el motivo, y es que “cualquiera que sea la edad de un hombre, podrá reducirla varios años poniéndose en el ojal o en cualquier parte, una flor de colores vistosos”. Lo leí ayer en un libro de Mark Twin.

JOSÉ ANTONIO BUSTOS (13-8-2022)