Esa noche perdió completamente la memoria.
Esa noche perdió completamente la memoria. Aunque Ernesto no lo sabía.
Se despertó cuando una mano se posó suavemente sobre su hombro al tiempo que una voz, le informaba.
─ Despierte señor, tenemos que salir de inmediato, son ordenes. Las acabo de recibir.
Ernesto se despierta asustado, mira a su alrededor y no reconoce el lugar, tampoco a la chica vestida impecable, que le sonríe y le insta a que se de prisa. Se levanta, aturdido, y se queda parado sin saber que hacer. La muchacha se da cuenta y le pregunta alarmada,
─ Señor ¿le pasa algo?
Ernesto le pregunta angustiado.
─ ¿Quién soy, dónde estoy, qué hago aquí, quién es usted? No recuerdo nada. ¿Qué está pasando?
Laura, reaccionando, contesta.
─ No lo sé señor, ya lo averiguaremos, ahora no hay tiempo, un coche nos espera en la puerta de atrás, vístase con esta ropa. Y le ofrece lo que tiene que ponerse. No se quede parado, nuestras vidas y nuestra misión depende de lo rápido que salgamos del país. En la puerta de atrás nos espera un coche con chofer. Dese prisa ─ volvió a insistir ─ por el camino contestare a todas sus preguntas y tomaremos las medidas oportunas.
El joven está aterrado, pero aún teme más el quedarse solo. Así que decide acompañar a la mujer.
Una vez dentro del coche, ella, toma una foto del conductor y sus huellas dactilares y las envía por Internet a una dicción. También manda un mensaje cifrado. Ernesto no se atreve a interrumpirla.
Al poco, Laura recibe la contestación que esperan “Ok, pregúntele la fecha del nacimiento de su nieto, si es la que yo le digo continúen, si no neutralícele dénos su ubicación y esperen a que les mandemos un nuevo transporte. Hace lo que le ordenan y le dice a su acompañante.
─ Serénese, lo que tiene son daños colaterales, espero que se solucionen. Pero, si no llegamos a nuestro destino, ese será el menor de sus problemas.
Poco antes de legar a la frontera se percatan de que un par de coches les siguen. El conductor acelera todo lo que el coche le permite, los captores ganaban terreno, aunque poco. Laura sacó su arma por si se acercaban demasiado. Ernesto a punto de darle un ataque de histeria, se dice “¿Quién soy yo y en qué líos andaré metido, para encontrarme en esta situación?”
En la frontera varios vehículos blindados y sin identificación les esperaban.
Cuando avistaron el coche, abrieron las barreras y las volvieron a cerrar inmediatamente después. Los vehículos blindados formaron un círculo encerrando al de los fugitivos para protegerlos. A los perseguidores no les dio tiempo de pasar yendo a estrellarse contra las barreras.
En una clínica de la Inteligencia estatal.
─ Bien la misión ha sido un éxito, han hecho un magnifico trabajo. La información almacenada en el microchip que hemos extraído del oído de su compañero nos permitirá atrapar a toda la banda, aunque se escondan en países sin derechos de extradición. Hacen ustedes una buena pareja.
Laura pregunta.
─ ¿Le quedaran secuelas en el oído? Y su memoria ¿la recuperará?
─ Durante un tiempo, tendrá vértigos y zumbidos de oídos que irán desapareciendo a medida que la inflamación ceda. En cuanto a la memoria la recuperará paulatinamente. En un par de semanas, volverá a ser, el intrépido agente que ha sido hasta ahora.
─ Intrépido, intrépido… ─ se dijo Laura para sus adentros
