ENTREVISTA AL PIANISTA Y COMPOSITOR ALBERT GUINOVART

En esta ocasión les voy a acercar a la persona de Albert Guinovart (Barcelona, 1962), un excelente pianista y compositor. Se formó musicalmente en el Conservatorio Superior Municipal de Música de Barcelona, para proseguir con sus estudios en Londres con la pianista y pedagoga María Curcio. Su actividad es muy amplia, dado que destaca como compositor, en la orquestación, la docencia y la interpretación pianística.

            Con el piano ha llegado a tocar con la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, la Orquesta Sinfónica de Madrid, la Orquesta del Festival de Sídney, la Orquesta Gürzenich – Filarmónica de Colonia, la Orquesta Nacional de Toulouse y la Franz Liszt de Budapest.

            Le han dirigido destacados directores como Christopher Hogwood, Lawrence Foster, Franz Decker, Edmon Colomer, Enrique Diemecke, James Laughram y Josep Pons. Ha tenido el placer de colaborar con Victoria de los Ángeles, Barbara Hendricks, María Bayo, Emilio Aragón, Juan Diego Flores, Julia Migenes, Jaume Aragall y Nacho Duato.

            En sus recitales como solista combina sus propias composiciones con obras del gran repertorio pianístico, especialmente del periodo romántico y español.

            Dentro de su catalogo compositivo, podemos incluir dos óperas Atzar y Alba Eterna, un ballet, Terra Baixa, con abundante música sinfónica y una prolífica producción camerística. Su obra ha sido dirigida por Phillipe Entremont, Lawrence Foster, Gianandrea Noseda, Franz Paul Decker o Vasily Petrenko.

            Ha compuesto algunos musicales, como Mar i cel (ganador del premio Max a la mejor composición, 2006) Flor de Nit, Desconcerto Grosso, Gaudí, el musical de Barcelona, Paradís, La Vampira del Raval (ganador del premio Max a la mejor composición musical 2013) y Scaramouche.

            De su vinculación con el cine, ha creado la banda sonora de varias películas, de las que destacamos El largo invierno de Jaime Camino, con la que obtuvo el Premio Nacional de Cinematografía de la Generalidad de Cataluña en 1992, Los niños de Rusia también de Jaime Camino, La Monyos de Mireia Ros y Coronel Macià de Josep Mª Forn.

            Para la televisión ha compuesto diferentes sintonías que se han hecho populares, como las de las series pioneras de la televisión catalana, Nissaga de poder, Nissaga, l´herència, Laberint d´ombres, Mirall trencat y El cor de la ciutat. Ha musicado diversos montajes teatrales para Sergi Belbel (en el Teatre Nacional de Catalunya y en Centro Dramático Nacional). Recibió el encargo de componer la música del “Palau de la Música Catalana” de Barcelona, quien le encargo un “Requiem” para orquesta sinfónica y coro, estrenado con éxito. Recientemente ha añadido a su catalogo coral,  una Missa Brevis, un Te Deum y un Gloria.

            Ha grabado para discográficas como Harmonia Mundi, Decca o Emi, y su amplia obra sido editada por la Editorial Tritó S.L. y por la Casa Boileau de Barcelona. Ha grabado discos con obras de Joaquín Turina, Enrique Granados, Isaac Albéniz, Stephen Heller, Joaquín Rodrigo, Xavier Montsalvatge, Xavier Gols, además de su propia obra para piano y para piano y orquesta. En el 2018 presentó un nuevo disco con la discográfica Sony, con sus obras para piano. Para este noviembre con la discográfica Sony, nos obsequiará con otro disco que lleva por título “El lament de la Terra”, que incluye su tercer concierto para piano y orquesta, los dos anteriores se encuentran en la primera grabación para Sony, bajo la dirección de Vasily Petrenko.

            Desde el 2002 es profesor de orquestación y composición en la ESMUC (Escuela Superior de Música de Cataluña).

            Sin más preámbulos, daré comienzo con la entrevista que ha tenido la amabilidad de concederme el Maestro Albert Guinovart.

            PREGUNTA: En primer lugar, quiero agradecerte el que me hayas concedido esta entrevista. Como no puede ser de otra manera, ¿a qué edad y cómo se inició tu pasión por la música y el hacerte pianista y compositor?

            RESPUESTA: Muchas gracias a ti por querer entrevistarme. Mi pasión por la música empezó a una edad muy temprana, y fue por casualidad. En mi casa no había ninguna tradición musical, más que un gusto por la buena música, fuera clásica, jazz o moderna.

            Un día acompañaba a mi madre con tres añitos a casa de una vecina. Mientras ellas hablaban, descubrí un mueble muy extraño al final del salón. Era un piano. Me acerqué y deposité mis manos encima del teclado (poniéndome de puntillas) y quedé fascinado por la consecuencia de aquel acto: surgían sonidos a medida que iba tocando diversas teclas. Cuando volví a casa le pedí a mi madre que me dejara ir a casa de la Sra. Pepita (la vecina) porque quería seguir haciendo “música china” (era lo que sonaba con mis manitas para mí).

            Mi madre así lo hizo, ya que estaba preocupada porque a mí no me interesaban los juegos ni los juguetes, así que cuando vio que podía tener una afición, me lo facilitó todo. A los cuatro años comencé a recibir clases de piano y solfeo en casa de otra vecina, y así fue todo rodado. Descubrí mi verdadera pasión y vocación, que finalmente se convirtió en mi profesión.

            PREGUNTA: Tus padres, cuando supieron tu interés por la música y el querer dedicarte a ella, ¿decidieron apoyarte sin dudarlo? ¿O hubieran preferido que te hubieras dedicado a otra carrera?

            RESPUESTA: La verdad es que siempre he agradecido que mis padres me apoyaran en todo momento al ver que tenía una vocación tan clara, y más en unos tiempos cuando la música no era considerada como una carrera “de verdad”. Es más, empecé a estudiar ingeniería en Telecomunicaciones (sólo el primer curso) por iniciativa propia, ante la extrañeza de mis progenitores. Pero yo quise convencerme si realmente tenía claro lo que me gustaba. Mis padres siempre quisieron que me dedicase a algo que me hiciera feliz.

            PREGUNTA: ¿A esa edad ya tenías algún ídolo que te influyera y al que quisieras emular, ante un piano imaginario o con una batuta improvisada?

            RESPUESTA: A los siete años pude ver a Arthur Rubinstein en el Palau de la Música, y me impresionó. Él ya era muy mayor, pero su presencia y musicalidad me encantaron. En seguida lo tuve como modelo y me escuché muchas de sus grabaciones.

            PREGUNTA: ¡Qué nos puedes contar de tus años de formación, en Barcelona y Londres? Dado que supongo que irte a Londres para completar tus estudios con María Curcio debió de ser toda una aventura en lo económico para tus padres y especialmente para ti, siendo un chaval, que se iba a vivir un tiempo a una gran ciudad cosmopolita en la que se hablaba otro idioma.

            RESPUESTA: Bueno, cuando me fui a Londres ya había acabado mis estudios en el Conservatorio de Barcelona, es decir que con veinte años ya daba mis clases y no tenía que pedir dinero a mi familia. También tuve la suerte de alguna beca del Ministerio. Para mí, María Curcia fue mi gran profesora. En lo tocante a la técnica (bien entendida, no como sólo mecanismo) era impresionante. Y musicalmente, llegaba tan al fondo de las obras, que eran masterclasses de análisis, de composición, y de trascendencia. Por suerte, el inglés lo había estudiado de pequeño, y más o menos me espabilaba bien. Además, con María hablaba italiano (que por mi familia también lo puedo hablar). Y encima, vivía con una familia portuguesa que hablaban perfectamente el castellano. O sea, que no practiqué mucho el inglés.

            PREGUNTA: Has tocado con numerosas orquestas sinfónicas y te han dirigido excelentes directores. ¿Qué impresiones sacaste de aquellas experiencias y qué lograste aprender de tantos talentos a lo largo de todos estos años?

            RESPUESTA: El trabajo con orquestas como invitado podría ser más profundo, pero las programaciones y la planificación de ensayos, hace que el trabajo sea bastante rápido. De hecho, he disfrutado a veces más con orquestas de estudiantes, o jóvenes, donde hay más ensayos y se colabora de manera más estrecha. De todas maneras, he trabajado con directores que me han enriquecido mucho, y el poder tocar con una orquesta es algo mágico, indescriptible; mi amor por la orquesta, que me ha llevado a orquestar mucho, y llegar a ser profesor de la materia, hace que disfrute muchísimo en esta disciplina.

            PREGUNTA: He visto que has colaborado con voces alucinantes, como Victoria de los Ángeles, Bárbara Hendricks, María Bayo, etc… ¿Cómo fueron aquellos encuentros y colaboraciones? Imagino que aprendiste de ellos y a su vez, ellos de ti. ¿Con cuáles te gustaría volver a colaborar en un futuro?

            RESPUESTA: Pude acompañar a Victoria de los Ángeles en sus últimos años de carrera (más de cien conciertos por todo el mundo). Aprendí muchísimo de ella. Siempre comento que María Curcia me enseñó todo lo que sé hasta pisar un escenario; y que Victoria me enseñó a pisar el escenario y a comprender el hecho comunicativo. Las otras cantantes han sido en conciertos extraordinarias con la gran Federica von Stade. El mundo de la voz me apasiona. De hecho, siempre he intentado “cantar” con mis manos. Con Juan Diego Flórez colaboré como arreglista en su disco “Sentimiento latino” y fue una gran experiencia.

            PREGUNTA: A lo largo de tu carrera, has compuesto óperas, ballets, música sinfónica, música de cámara, música sacra, para piano y para piano con orquesta. Además de musicales, para películas, series, y has hecho música para diversos montajes teatrales. ¿De toda esa variedad de estilos o formaciones instrumentales, con cuáles te sientes más cómodo y en qué obras has sufrido lo indecible para llegar a concluirlas satisfactoriamente? Pues no todas las creaciones artísticas fluyen con la fluidez que quisiéramos.

            RESPUESTA: Para mí, cualquier proyecto me lo tomo con el mismo entusiasmo y seriedad. Me gusta tanto poner música a una dramaturgia, un argumento, a una poesía, como a componer para la sala de concierto. De hecho, mi lenguaje no difiere demasiado. Siempre me expreso con mi ideario musical. Lo que es verdad es que he tenido alguna experiencia no muy agradable, cuando un director de cine, o realizador de televisión se piensa que por su posición sabe de todo, y quiere opinar sobre tu trabajo, faltando incluso al respeto. Por eso, y por la estética actual de la música que triunfa hoy en día en el audiovisual, me he retirado de estos campos. Muchas veces es muy empobrecedor musicalmente. En cambio, me encuentro muy a gusto trabajando para orquestas, ensembles o coros.

            PREGUNTA: Tienes una extensa discografía, repleta de obras geniales. Algunas extraídas de tus propias partituras y otras de geniales compositores españoles de nuestra edad dorada. ¿Cómo actúas cuando debes grabar un nuevo disco, y cómo asumes tu papel de intérprete de esas obras mil veces interpretadas y grabadas, para hacer de esa nueva grabación algo especial y diferenciador para el futuro oyente?

            RESPUESTA: Cuando afronto un proyecto discográfico, igual que con un programa de concierto, intento llegar a mi verdad en el entendimiento de la música. Si somos auténticos, siempre seremos distintos, pues todos somos diferentes. Entonces siempre intento interpretar desde una autenticidad muy sincera la música del repertorio. Intento transmitir mi amor por esa música. Por eso no afronto todo tipo de música, pues no sería honesto hacerlo con partituras que no me gustan, o no me siento cómodo.

            PREGUNTA: Llevas desde el 2002 dando clases de orquestación y composición en la Escuela Superior de Música de Cataluña. ¿Cómo es la vida de un profesor dentro de las aulas, rodeado de mentes inquietas y con ganas de aprender, y de aportar su granito de arena a la música? Imagino que además de mostrar tus conocimientos, terminarás aprendiendo algo también de tus alumnos.

            RESPUESTA: Efectivamente, mi trabajo como profesor ha hecho que aprenda mucho. A veces el hecho de tener que verbalizar materias que para uno son muy naturales, para que sean comprendidas, te llevan a profundizar más en ellas. El tener que intelectualizar tu instinto, para poder explicarlo, te proporciona más conocimiento. También en orquestación, para no repetirme, intento analizar nuevas obras, de manera que aprendo de los grandes maestros. Por otro lado, yo intento transmitir mi amor por la música a los estudiantes, y a enseñarles herramientas, más que orientarles en estética o conceptos. Creo que si aprendes las herramientas, ya tendrá tiempo de desarrollar su personalidad.

PREGUNTA: En estos tiempos difíciles tras el confinamiento, y con el temor de volver al punto de partida si las cosas se siguen saliendo de nuestro control, ¿cómo ves la situación en la enseñanza actual con las medidas de seguridad, donde muchos centros escolares se vuelven a cerrar y donde los escenarios en general, están padeciendo los efectos devastadores de la limitación de aforo para guardar las distancias, cuando algunos otros sectores se lo saltan sin medidas? Donde nuestro gobierno a diferencia de otros países, no tiene entre sus prioridades la cultura, lo que ha llevado a numerosos movimientos de protesta, reclamando lo que es de justicia para sostener la necesidad prioritaria de la humanidad, el arte.

RESPUESTA: Estamos viviendo tiempos muy difíciles para toda la sociedad. En la ESMUC, se han tomado muchas medidas y protocolos impecables de respeto a la seguridad. De todas maneras, por circunstancias generales estamos dando la mayoría de profesores las clases en línea otra vez, como durante la primavera. No hemos perdido ninguna clase. Es verdad que las materias teóricas son mucho más fáciles. Las de instrumento y de cámara se seguirán haciendo presenciales mientras se pueda.

Yo no soy nadie para opinar sobre las medidas que se toman desde las instituciones, donde hay asesores sanitarios. No me atrevería a discutir nada, de todas maneras, nuestra profesión ve como los auditorios, así como los teatros y cines, han hecho todo lo posible para cumplir con los protocolos, y el público, sacrificado, lo cumple, pero se cierra igualmente. Es muy decepcionante, y hay muchos profesionales que están sufriendo severamente esta pandemia. Por otro lado, vemos que las aglomeraciones siguen en lugares como los transportes públicos, por eso es muy decepcionante. Creo que también los dirigentes tendrían que comprender que el arte es, una necesidad vital para muchas personas que conforman el público y los aficionados, apare de una profesión para muchos.

PREGUNTA: Para concluir, ¿existe alguna pregunta que te hubiera gustado haber respondido, pero que no hayas tenido la ocasión de hacerlo?

RESPUESTA: Me han parecido preguntas muy interesantes. Me parecería pedante querer hacerme otras preguntas. Yo siempre prefiero expresarme a través de la música, pero entiendo que de vez en cuando las palabras también sirvan. Te agradezco la entrevista y espero que no sea muy aburrida para tus seguidores.

Sin más, quiero agradecerte nuevamente el tiempo que te has tomado en atenderme, y responder a estas preguntas. Las cuales espero ayuden a darte a conocer entre los lectores que tengan el placer de leerla, y enriquecerse con la cultura que todos mis entrevistados saben aportar en cada una de ellas.

            Espero tengas a bien, el responder a unas preguntas tipo test, que ayudaran a conocerte mejor, y con las que muchos lectores pueden llegar a sentirse identificados con las respuestas.

            RESPUESTA: Bueno, lo intentaré, aunque tengo que elegir sólo una respuesta, ¡y me parece difícil…!

            ¡Muchas gracias, Albert Guinovart! ¡Muchos éxitos futuros!

            PREGUNTAS TIPO TEST:

            ¿Un personaje histórico? Martin Luther King.

            ¿Una época? El Renacimiento.

            ¿Un pintor? Miguel Ángel Merisi da Caravaggio.

            ¿Un escultor? Miguel Ángel Buonarroti.

            ¿Un escritor? Oscar Wilde.

            ¿Un poeta? Francesco Petrarca.

            ¿Un libro? Cumbres borrascosas.

            ¿Una película? Cinema Paradiso.

            ¿Un director de cine, teatro o televisión? Federico Fellini.

            ¿Un actor? Cary Grant.

            ¿Una actriz? Katharine Hepburn.

            ¿Un compositor? Wolfgang Amadeus Mozart.

            ¿Un cantante? Mathias Goerne.

            ¿Un músico? Francis Poulenc.

            ¿Una flor? La gardenia.

            ¿Un animal? El gato.

            ¿Una estación del año? El verano.

            ¿Un lugar donde residir? Sydney.

            ¿Un lugar que te gustaría visitar antes de morir? Hawái.

            ¿Un color? El azul.

Ricardo Campos Urbaneja

Irún