ENTREVISTA A LA PIANISTA CRISTINA SANZ

Queridos lectores del Granada Costa, en esta ocasión tengo el privilegio de entrevistar a la joven y brillante pianista Cristina Sanz Hernán (Madrid, 1999).

              Dentro de sus estudios podemos destacar que finalizó el Grado Superior de piano con la profesora Galina Eguiazarova en la Cátedra de Piano Fundación Banco Santander en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid, y que finalizó sus estudios de Grado Profesional en el Conservatorio Adolfo Salazar en 2016, obteniendo las máximas calificaciones por las que se le otorgó el Premio Extraordinario Adolfo Salazar. Disfruta de la Beca de Matrícula Fundación Albéniz y Ayuntamiento de Madrid y el Trío Ambage tiene la Beca AIEnRUTa-Clásicos del año 2022 y Becaria como Maestra Repertorista en el programa Crescendo del Teatro Real de Madrid y es profesora repertorista de las cátedras de fagot y trompeta en el Conservatorio Superior de Música de Aragón.

              Ha estudiado a lo largo de su trayectoria con excelentes Maestros de la talla de Leonel Morales y ha recibido Masterclass de importantes Maestros tales como Alexander Kobrin, Douglas Humphreys, Miyoco Lotto, Logan Skelton, José Ramón Méndez, Nikita Fitenko, Pavel Gililov, Yuri Didenko, Siegfried Mauser, Albert Mamriev, Giuliano Mazzoccante, Ramón Coll y Andreas Frölich. Participando en la Sommerakademie de la Mozarteum University de Salzburgo, y en el Alion Baltic International Piano Festival de Tallinn.

              A lo largo de sus periplos musicales por diferentes lugares tanto de España como del extranjero, ha podido tocar gracias a su formidable técnica y reconocimiento, en salas de Francia, Alemania, Italia, Estonia, Austria, etc… Y dentro de la geografía española ha tocado en Segovia, Toledo, Granada, Murcia, Madrid, como en el Teatro Real, la Fundación Juan March, el Auditorio de León, el Manuel de Falla, etc… donde ha interpretado como solista el Triple Concierto de Beethoven en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional con la Orquesta CPMAS bajo la batuta del director Víctor Correa, en el Festival ClaviCologne en Alemania tocó el Concierto Nº12 de W. A. Mozart con la NorthenRhinWestfallen Chamber Orchestra y en junio del año pasado realizó una gira interpretando como solista el Concierto de Brandemburgo Nº3 de J. S. Bach con la orquesta Freixenet de la ESRMS bajo la dirección del Maestro  Sir Andras Schiff.

              Como alumna de la Escuela, ha formado parte del Dúo Bizet, del Grupo Esferas del Banco Activo Universal, del Grupo Scarlatti de la Casa de la Moneda y del Grupo Vivaldi. En este momento forma parte del Grupo Zéphiros, del Grupo Saint-Saens y del Trío Ambage.

              Con una dilatada experiencia en repertorio barroco, ha sido clavecinista de la Camerata Barroca Société Générale de la Escuela Reina Sofía, dirigida por Paul Goodwin, y de la Délica Chamber Orchestra, el grupo Vivaldi y otras formarciones. También colabora con el Teatro Real como pianista repertorista en los ciclos “La Carroza del Real”, “Todos a la Gayarre”. Desde marzo del 2022 toca habitualmente en el Palacio de Liria, Residencia del Duque de Alba en Madrid,  y es Pianista residente en el Museo Nacional del Prado de Madrid patrocinada por Amazon.

              Y como broche final a esta introducción no podemos olvidarnos de los innumerables reconocimientos y premios nacionales e internacionales que ha ido consiguiendo por su enorme talento y profesionalidad, además de por esa exquisita técnica que atesora como pianista. Obteniendo el Premio Mazda Pontoise y el Premio a la mejor interpretación de una pieza solista en el Concurso Internacional de Paris Pontoise (Francia) en su XVIII Edición, el Primer Premios en el Internacional Piano Competition 2015 en Pescara (Italia), el Primer Premio Cesar Franck Internacional Piano Competition 2014 en Bruselas (Bélgica), el Primer Premio en el Concurso Nacional de Piano “Jacinto Guerrero” 2015 de Toledo, el Primer Premio Santa Cecilia 2013 de la categoría juvenil, además del Premio al Mejor interprete de J. S. Bach y el Premio Especial Trinity College London (Inglaterra), el Primer Premio de Interpretación Musical Cardenal Cisneros en los años 2015 y 2017, el Primer Premio Polimúsica en los años 2010, 2012, 2014 y 2015 y el Primer Premio Maese Pedro 2014.

              También ha obtenido otros premios secundarios y reconocimientos que adornan su trayectoria como el Segundo Premio en el Concurso Internacional María Herrero 2013 en Granada, el Tercer Premio en el Concurso Internacional ClaviCologne 2015 en la ciudad de Aquisgrán (Alemania), donde fue seleccionada para tocar el concierto de W. A. Mozart nº 12 para piano y orquesta en A Major KV 414 con la NorthenRhinWestfallen chamber orchestra, dirigida por Alexander Hülshoff. Las menciones de honor en el concurso Ruperto Chapí de Villena 2017 y la Mención de Honor en el concurso Jóvenes Intérpretes de la Ciudad de Xátiva 2014 y recibir un Certificado ATCL por el Trinity College London de Interpretación Pianística.

              En la actualidad realiza sus estudios de Máster en Investigación Musical Interdisciplinar y el Máster en Interpretación Solista en el CSKG de Madrid con el Maestro Luis Fernando Pérez.

              A nuestra entrevistada le queda una larga trayectoria por delante llena de éxitos, gracias al enorme talento que atesora y a esa técnica tan depurada que demuestra en cada interpretación que debe realizar de las partituras geniales que llegan a sus manos.

              Sin más preámbulos, daremos comienzo a la presente entrevista con Cristina Sanz Hernán, que ha tenido la gentileza de conceder para los lectores del periódico Socio Cultural Granada Costa.

              -Mi primera pregunta como una tradición, a qué edad y cómo comenzaste a sentirte atraída por la música y especialmente por la clásica.

              –Empecé a tocar el piano con 5 años. Mis padres se dieron cuenta de que tenía buen oído porque tocaba las melodías que mi madre cantaba en un teclado de juguete, y decidieron apuntarme a la extraescolar del colegio durante el recreo. Allí, la profesora nos recomendó hacer la prueba en el conservatorio, y desde entonces la música sería mi gran pasión.

              -Tus padres cuando supieron que querías dedicarte al mundo de la música, te apoyaron incondicionalmente, o tenían sus reservas prefiriendo que te dedicaras a otra profesión quizás más estable y segura.

              –Desde el primer momento mis padres me apoyaron incondicionalmente en mi decisión de dedicarme a la música. De hecho, han sido mi gran pilar y fuente de motivación para avanzar y sacar adelante todos los objetivos que me he propuesto durante esta larga y complicada profesión.

Lo que sí me exigieron fue terminar los estudios generales de bachillerato, para no cerrarme ninguna puerta y tener acceso a la universidad, y ahora se lo agradezco porque los años en el instituto enriquecieron mi cultura y conocimientos y creo que todo me ha aportado a la hora de desarrollarme como artista.

-De entre todos los instrumentos existentes de los más diversos y atractivos, te decantaste finalmente por el piano. Fue un amor a primera vista, o entre tus manos pasaron otros instrumentos hasta que la versatilidad del teclado te hizo caer sus brazos sonoros.

              –Puedo afirmar que he tenido claro desde el principio que mi instrumento era el piano, nunca me he planteado otros, aunque me gusten y los admire.

              -Has estudiado en diversas academias tanto nacionales como extranjeras, de esos periplos de aprendizaje que has llevado. Cuáles fueron los maestros que más te marcaron musicalmente con sus enseñanzas.

              –Sin ninguna duda la mayor influencia en mi formación musical ha sido mi Maestra Galina Eguiazarova, con la que cursé el Grado Superior en la Escuela Reina Sofía en Madrid. Ella me inculcó los valores de la disciplina y exigencia necesarias para ser pianista, y me enseñó a amar la música y apreciar su valor para poder interpretarla.

También me ha marcado mucho Marta Gulyas, mi profesora de música de cámara, con la que descubrí la belleza de compartir la música con tus compañeros, y gracias a la cual me adentré en el mundo de las formaciones de cámara, que tanta emoción me han dado durante mis años de aprendizaje y ahora como profesional.

-Durante todo este tiempo has recibido diversas Masterclass con los más diversos y excelentes Maestros, tanto extranjeros como españoles. El idioma fue algún problema de cara a entenderos y cuál de ellos te impresionó en mayor medida debido al magnetismo y el carisma que dejaba sentir en cada una de sus enseñanzas.

              –Sí, he recibido muchas Masterclasses de diversos profesores, la mayoría extranjeros. Diría que el idioma no ha supuesto un impedimento, al final, cuando das una clase de música, con un gesto, un sonido o una mirada, puedes transmitir el mensaje, y esa es una de las partes mágicas de nuestra profesión.

Quizás las clases que más me impactaron fueron las del Profesor Alexander Kobrin, a las estuve asistiendo durante 5 años. Su manera de enseñar y su trayectoria como figura en el mundo del piano me cautivaron y sacaron una parte de mí que aún sigo desarrollando

              -A lo largo de tu trayectoria has recibido numerosos premios y reconocimientos, por tu talento y técnica musical. De todos ellos imagino que existirá alguno que te emocionó más ganarlo por su significado y otros marcarían un antes y después en tu carrera. Qué nos podrías contar al respecto.

              –Ha habido dos concursos que han marcado mi trayectoria. El primero fue el primer premio en el concurso Santa Cecilia en Segovia. Era la primera vez que iba a un concurso, tenía 14 años y significó mucho para mí.

También hace unos años, el concurso Piano Campus en Paris, en el que gané varios premios, supuso una experiencia súper enriquecedora porque pude conocer mucha gente que me abrió puertas y me surgieron varios conciertos fuera de España.

              -Te has visto tocando en numerosas salas de concierto, por Europa y España, de todos esos escenarios y públicos asistentes, cuáles te dejaron una huella imperecedera por su historia, acústica y comprensión de la música que tocabas, y en cuáles te haría ilusión tocar en un futuro próximo si te lo ofreciesen.

              –Creo que el concierto que más marcó mi sensación en el escenario fue cuando toqué el Triple Concierto de Beethoven de solista en el Auditorio Nacional. Tenía 17 años y era un sueño poder tocar junto a mis compañeras del conservatorio en una Sala tan importante.

Otro entorno en el que me he sentido muy afortunada de poder tocar ha sido, durante todo el año pasado, en las distintas salas del Museo Del Prado en Madrid, del que era la pianista residente. La verdad que era emocionante poder tocar rodeada de tantas obras de arte, y ver cómo la gente vivía una experiencia artística completa.

Actualmente, estoy disfrutando mucho de la gira de conciertos que estamos haciendo con la Carroza del Teatro Real, que es un proyecto que busca acercar la ópera a la gente, y cada semana tocamos en una ciudad o barrio distinto, y sentimos el calor del público y es una sensación muy especial poder formar parte de algo tan bonito.

              -Cómo es llevar una vida entre viajes para cumplir con tantas obligaciones como música, de diversos Grupos o Tríos, y compaginarlo con ser Maestra Repertorista o tocar en la Residencia del Duque de Alba en Madrid, entre otras actividades. Tu agenda, mente y cuerpo cómo llevan tantas actividades y compromisos. Supongo que la juventud te permite dar para todo, pero no terminas estresada y a punto de derrumbarte de cansancio.

              –Tengo que reconocer que me siento muy afortunada de poder viajar llevando la música por todas partes. Es lo que siempre había querido, y me gusta mucho. Además, yo soy una persona muy activa y creo que soy más eficaz cuántas más cosas haga, como que me organizo mejor y aumenta mi eficiencia. Pero también es verdad que el cansancio va haciendo efecto, y hay días que tengo tantas cosas que tengo que parar y planificar todo al minuto para no bloquearme. Lo más complicado para mí es compaginar mi vida concertística con la de profesora, cuadrar horarios es una locura, y muchas veces no tengo margen ni para los desplazamientos, que es al final donde me permito avanzar los papeleos o tareas pendientes.

-De todas las piezas que has tocado a lo largo de tu actual trayectoria, cuáles te resultaron más exigentes y supusieron un enorme reto interpretarlas, y con qué compositor sientes mayor afinidad por su modo de expresarse musicalmente y que se acerca a tu modo de entender la vida y la música.

              –He tocado mucho repertorio durante los años de formación, si tuviera que elegir un estilo que me haya resultado más complicado, quizás diría las obras contemporáneas. Por ejemplo, el pasado mes de octubre estrené junto con mi Trío Gamma, una obra de un compositor vivo, Aday Cartagena, llamada El patio de las Palomas Rotas, que había escrito para nosotros. Me llevó mucho tiempo estudiármela, porque había pasajes muy complejos, que además había que cuadrar con los otros instrumentos a mucha velocidad. Una vez que analicé la obra y también gracias al compositor, que vino a todos los ensayos y nos ayudó mucho, salió muy bien y ahora la hemos incluido en nuestro repertorio para los próximos conciertos porque nos encanta y tiene mucho simbolismo que atrapa al público.

También hay algunas piezas de repertorio de trompeta que estoy preparando ahora en Zaragoza para los Recitales de Fin de Grado que parecen imposibles de tocar y tengo que ir descifrando poco a poco.

De piano solo, la obra que más me costó montar cuando era pequeña, fue el Pelele de Granados. Lo empecé con 13 años y tardé casi un año solo en leerla, por su complejidad, que suele ser protagonista en la música española, y la poca base técnica que yo tenía en ese momento. Ahora puedo decir que es una de las obras que más interiorizadas tengo y me gusta mucho tocarla.

              El compositor con el que siento más afinidad, ahora mismo me estoy debatiendo entre tres. Por un lado, Chopin, con su romanticismo y las líneas melódicas tan cercanas al canto, que siempre llega a lo más profundo del alma. Schumann con sus contrastes y personalidades, con el que musicalmente me siento muy identificada. Y por otro lado Mozart, que con su frescura e inspiración me hace mostrar mi lado más alegre y natural y entender la música de forma profunda y sincera.

              -A lo largo de la historia de la música, han existido innumerables momentos que han marcado la trayectoria de muchas obras o compositores, de todos esos acontecimientos que han marcado el devenir de miles de pentagramas. A qué momento y acontecimiento le gustaría haber estado a Cristina Sanz para vivirlo en persona, bien como público o música, y sentir todo aquello que se vivió. 

               -Me hubiera encantado asistir al estreno de las bodas de Fígaro de Mozart. Cada vez que escucho o interpreto un fragmento de esa obra me parece como si fuera la primera vez. Creo que es parte de la magia de la música de Mozart. Y qué mejor manera de vivirlo que asistir a un acontecimiento de tal magnitud como la primera vez que se representó en el teatro Burgtheater de Viena, en 1786, dirigida por el propio Mozart. Tuvo que ser espectacular.

-En un futuro próximo y sabiendo que algunos compañeros de profesión lo han hecho en alguna ocasión. Tendremos a Cristina Sanz editando algún disco con las obras de sus compositores predilectos, o eso es algo que todavía no pasa por tu cabeza.

              –Me he planteado en alguna ocasión grabar un disco, creo que todavía no es el momento, porque estoy muy centrada en los proyectos que tengo actualmente, pero es una idea que me llama mucho de cara al futuro. En el caso de llevarlo a cabo, creo que grabaría la integral de algo (no una especie de popurrí con varias obras y compositores) sino un disco con una temática concreta y con hilo conductor.

              -Sabemos que todos los artistas y músicos, tienen alguna manía o superstición de cara a salir a un escenario ante el público. En el caso de Cristina Sanz existe alguna que pueda ser confesable y que no suponga ninguna vergüenza reconocer.

              –En cuanto a las supersticiones que solemos tener los músicos, efectivamente reconozco que tengo alguna… (¡Quién no!)

En mi caso, tengo una especie de amuleto que me gusta llevar el día del concierto, cuando era más pequeña lo sacaba incluso al escenario, ahora lo guardo en la mochila y siento que me da suerte. También me gusta escuchar una canción determinada antes de salir al escenario, a modo ritual para animarme, pero eso sí es un secreto y prefiero no decir el nombre.

              Sin más, quiero agradecerte enormemente el tiempo que nos has dispensado Cristina Sanz Hernán a la hora de responder a estas preguntas que verán la luz en el periódico sociocultural Granada Costa, y te deseo un recorrido musical lleno de éxitos y páginas inolvidables dentro de los miles de pentagramas que todavía pasarán por tus manos. Tan sólo me queda como cierre, que tengas la amabilidad de responder a unas preguntas tipo test, que nos ayudarán a conocerte un poco mejor, de cara a gustos y preferencias culturales y personales.

              ¡Muchas gracias, Cristina Sanz Hernán!

              PREGUNTAS TIPO TEST:

              ¿Un personaje histórico? MaxPlanck.

              ¿Una época? Los 80 del Siglo XX.

              ¿Un pintor? Francisco de Goya.

              ¿Un escultor? Miguel Ángel Buonarroti.

              ¿Un escritor? Miguel de Unamuno.

              ¿Un poeta? Gustavo Adolfo Bécquer.

              ¿Un libro? Rimas y Leyendas.

              ¿Una película?  Mar Adentro.

              ¿Un director de cine, teatro o televisión? Alejandro Amenábar.

              ¿Un actor? Tom Hanks.

              ¿Una actriz? Nadja Nimri.

              ¿Un compositor?  Federico Chopin, Robert Schumann y W. A. Mozart.

              ¿Un cantante? Olvido Gara – Alaska.

              ¿Un músico? Martín García García.

              ¿Una flor? La margarita,

              ¿Un animal? La vaca.

              ¿Una estación del año? El verano.

              ¿Un lugar donde residir? Madrid.

              ¿Un lugar que te gustaría visitar antes de morir? La Antártida.

              ¿Un color? El blanco.

Ricardo Campos Urbaneja

Ricardo Campos

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