ENTRETELAS DE MI LIBRO “TROPICALES RAROS, RAROS, RAROS.
Si de por sí, escribir un libro cualquiera tiene su intríngulis sea del tipo que fuere, pretender sacar a la luz un ejemplar como el que yo acabo de publicar, cuyo título anuncia la rareza reiterativa del mismo, y lo complicado que ha sido poder llegar a culminarlo tratándose de unas especies agronómicas tan alejadas de Europa climáticamente, y en cuyos parajes donde se crían, se desarrollan y fructifican, los agricultores y vendedores no tenían el mínimo interés por conocer sus antecedentes; tal vez ignorando, que las plantas y frutas, hasta las más salvajes y en estado silvestre, tienen su historia con denominación de origen; nombres y apellidos familiares como yo menciono en el libro, gracias a los investigadores que dedicaron su vida identificando todas las especies que brotaron en nuestro generoso planeta.
Me refiero a los grandes botánicos Linneo y Candolle especialmente y algunos otros. Y en esos “otros” incluyo a los Centros de Investigación de Sudamérica que, como la Universidad Zamorano de Honduras con Wilson Popenoe, y Catie de Turrialba en Costa Rica, han aprovechado los numerosos trabajos e hibridaciones practicados en especies tropicales en Florida (USA) para catalogar y mejorar a todos aquellos frutos originarios del Centro y Sudamericanos, alguno de ellos estando todavía asilvestrados.
En el recorrido que tuve que soportar de tantos kilómetros de letras, consultas e investigación, a medida que iba obteniendo información me permitía publicarla, incluyendo unas notas en mis Páginas Verdes, y ahora situadas como postdata en este nuevo libro; una buena parte de las especies fruteras que desde aquí llamamos exóticas, tuvieron su origen en la fantástica Amazonia, y entre ellas destacan las palmas y palmeras: los nueve países que componen tan hermosa joya arbórea, son, por orden de superficie, Brasil y Perú con su mayoría y le siguen en importancia Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Guayana, Guayana francesa y Surinam.
Al terminar éste, mi décimo libro, he podido comprobar, que entre los muchos frutos que he venido tratando en mis libros (140 en Raros Raros y 318 en Frutos Exóticos), cuarenta y tres de ellos tuvieron su origen en tan enorme superficie amazónica; una superficie mucho mayor que la que ocupa España en la geografía europea. Pero son muy pocos, frente a los miles de especies que salvajemente cubren aquel interminable paisaje protegido por sus grandes ríos, cuya arboleda viene siendo esquilmada por el ser humano, los fuegos y la deforestación interesada de las grandes compañías madereras.
Muchas de las especies raras que en el libro trato, se consumirán también en Occidente y no sólo como frutos, porque serán utilizados también como ingredientes de cocina, a través de tantos restaurantes exóticos que se vienen abriendo en las grandes ciudades europeas, desde que los poderes económicos orquestaron la globalización planetaria que nos integra.
Tengo que señalar que, en éste, mi décimo libro Tropicales Raros, Raros, Raros (que no es una novela donde puede pasar de todo), he tenido que suspender la presentación oficial en cuatro ocasiones, y siempre por causas ajenas a mí como autor, y así mismo, ajenas a la editorial Granada Costa. Si hubiera pretendido presentarlo en los pueblos donde se producen tantos frutos como trato, pensaría que los hechiceros o brujos del lugar se habrían vengado de mí, por sustraer los secretos ancestrales que les proporcionaban esas plantas. Sobre todo, aquellos países donde los frutos además de un alimento vital, representan un icono en su mística ancestral, rodeándolos de misterio, formando parte de sus prácticas religiosas, políticas y sociales, y siendo protagonistas de numerosos cultos y ceremonias alrededor de la magia y la adivinación. En los templos chinos e hindúes sobre todo, pueden verse los frutos en los altares, cerca de los dioses que con sus creencias están obligados…
Y, para terminar, quiero agradecer a los numerosos exportadores que se han interesado por mi nuevo libro y especialmente a la Asociación de Tropicales, que, cuando las circunstancias lo permitan, celebrarán sus VII Jornadas Técnicas y IV Exposición Sectorial de Tropicales con la intervención de eminentes ponentes nacionales e internacionales y la presentación de mi libro, prologado por D. Iñaki Hormaechea, director de La Mayora y el conocido investigador científico D. Víctor Galán Sauco como presentador del mismo, a quienes agradezco su impagable amistad y colaboración.
Julián Díaz Robledo
Sera genial leerlo, seguro que nos enseña muchísimas cosas de nuestro medio natural, enhorabuena.
Me tomo la libertad de comentar y agradecerle la publicación de tan importante libro de ‹información›, sobre el tema de los frutos TROPICALES.
Me uno a su frase referida a las diferentes variedades: » Tienen su historia con denominación de origen; nombres y apellidos familiares «, ya que me identifico con ella.
Abrazos a repartir con la editorial ‹Granada Costa›, y todos los éxitos del mundo.