Enheduanna
Hay cosas que no se inventan, que siempre han estado ahí y tan solo hay que descubrirlas o exteriorizarlas. Como por ejemplo, la poesía.
La poesía no se inventó, otra cosa es el género literario y el género poético. Pero la poseía es un sentimiento, un sentimiento que hay que expresarlo. Os cuento…
En el 2285 A.C nació una niña que sería hija de un Rey, el rey Sargón I de Acad. La niña creció y su devoción la llevó a ser una sacerdotisa. Una gran sacerdotisa, era tal su devoción hacia Inanna, que se cuenta que pasaba las noche enteras estudiando y preparando todo lo que a la salida del sol y durante todo el día serían sus oraciones hacia ella, de aquí salió “La exaltación a Inanna”. De ahí salió su poesía.
¿Sabéis como lo plasmaba? En relieves, recreaba su poesía sobre losas de arcilla, que luego exponía a la Diosa mientras ella las recitaba. Esto también es una lectura y aún lo seguimos viendo cuando visitamos catedrales, o simplemente cualquier templo religioso (En su mayoría).
Enheduanna tuvo la necesidad de hablar, de hablar a una diosa, de expresarle sus sentimientos, de alabarla, así lo hizo y muy bien, además.
Algo que impulsó mucho más a que Enheduanna dejase un maravilloso legado, pues he de decir, se hicieron copias de su “libro”, fue una desagradable situación que vivió en su templo. Al parecer, no era todo el mundo afines a la decisión del Rey de que su hija fuese la sacerdotisa y como siempre ocurre y seguirá ocurriendo, vendrá alguien que querrá ocupar tu puesto cuando todo el trabajo esté hecho. Es cierto que su posición la obtuvo gracias a ser la hija de quien era, pero también es cierto que era una perfecta profesional, no podían haber elegido a alguien mejor.
Escribir poesía es la necesidad de expresar lo que no podemos, ni sabemos decir con palabras ordinarias, es una manera de comunicarse hasta con los dioses, porque todos los que amamos la poesía sabemos que es una manera mágica de hablar, que te permite expresar lo inexpresable. Y el miedo que sentía nuestra protagonista de hoy a que le usurparan el puesto fue el detonante de tan maravillosas obras.
A nuestra protagonista de hoy no solo le debemos su gran obra, entre otras, sino su manera de plasmarla, su manera de defenderla. Podemos decir que fue la primera mujer poetisa oficial, porque de ella es de quien tenemos un trabajo definido como tal. Pero como decía al principio, no se puede decir que fuese la primera persona que transmitiera con el corazón. Cierto es que su historia, así como el hecho de ser mujer ( ya que en la historia aparecen pocas) y su maravilloso trabajo. Nos da vía libre para decir que fue la primera mujer poetisa de la historia y que además, nos lo dejó por escrito.
Si tienen oportunidad de informarse un poquito más sobre esta historia, les aseguro que no será tiempo perdido.
Recuerden que la historia siempre es fascinante.
“La poesía es una manera de expresar lo cotidiano y lo unusual, lo físico y lo intangible, lo visible e invisible, lo que nos rodea y lo interno. Pasando por un proceso sensible y personal del ser humano, elevando los sentimientos al más culto estado de la existencia que cada ser humano puede llegar desde su individualidad. A mayor entrenamiento del espíritu, mayor nivel de éxtasis. Es la manera mística de revivir lo ocurrido, lo deseado, lo recordado, lo soñado, el miedo, la necesidad…haciendo confundir al cerebro entre la realidad y la ensoñación. Mientras el ser humano pasa por el placer de lo vivido y lo deseado. En la poesía conocemos la infinitud de lo real. El ser humano puede fundirse, puede ser uno solo con el mundo” Ana Calvo. Definición de poesía.
Ana Calvo