EN EL 350 ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE ALONSO CANO
“Los grandes pueblos escriben sus autobiografías en tres manuscritos: El libro de sus hazañas, el libro de su literatura y el libro de su arte. Ninguno de estos tres libros puede ser interpretado por sí solo a menos que se lean los otros dos; pero de los tres, el único medianamente fiable es el de su arte”.(Ruskin)
Granada ha escrito su autobiografía en estos tres libros con una brillantez incomparable y quizás sea una de las pocas ciudades en que puedan leerse por separado, pues ha tenido guerreros ilustres, literatos y artistas cuyas obras, después de siglos sorprenden y fascinan por su belleza.
Toda obra de arte es como una crónica de la cultura que la produjo, y en el siglo XVI y XVII la cultura en Granada era grande y también había excelentes artistas, y uno de estos excepcionales artistas fue, sin duda, Alonso Cano, pintor, escultor y arquitecto del que ahora se cumplen 350 años de su muerte.
Uno de sus biógrafos, Wethey, dijo de él que: “entre los maestros españoles de los siglos XVI y XVII es el que más se aproxima al ideal de genio universal”.
Alonso Cano nació en Granada en el año 1601 y muere en 1667; fue bautizado en la iglesia de San Idelfonso. Al cumplir los trece años se va a vivir a Sevilla donde se traslada con sus padres y entra en el taller del maestro Pacheco para aprender el arte de la pintura. Allí se encontró con otro compañero que también será otro de los grandes pintores: Diego Velázquez, al que le uniría para siempre una buena amistad. Al mismo tiempo aprende con Martínez Montañés escultura, y con su padre, que era constructor de retablos, aprendió arquitectura. Desde Sevilla pasa a Madrid llamado a la Corte por el Conde- Duque de Olivares; donde tiene la oportunidad de estudiar las grandes colecciones reales de pintura.
En el año 1644 el cadáver de su esposa aparece en la cama asesinada con 15 puñaladas y es acusado de su muerte. Es sometido a tormento pero resulto inocente. Entonces se traslada a Valencia con el fin de ingresar en el convento de cartujos, pero al poco tiempo regresa a Madrid donde permanecerá desde 1645 hasta 1652 que regresa a Granada con ocasión de una vacante en la catedral. Se instala en la primera planta de la torre.
ALONSO CANO PINTOR
Son muchos los cuadros que pintó, todos clasificados como obras maestras pero tienen un especial valor los enormes cuadros de 4,50 x 2,50 sobre la vida de la Virgen para la capilla mayor de la Catedral de Granada donde demuestra su arte como dibujante, como colorista, el de la técnica y el de la composición.
El crítico de arte H. W. Wethey en su libro sobre Alonso Cano dice de estas pinturas que es “única en la historia de la pintura española. No hay otro grupo de lienzos de este tiempo tan bien integrado”.
Todos los que han estudiado la obra de Alonso Cano coinciden en que es un pintor extraordinario y que en estos siete cuadros sobre la Virgen ha dejado el sello de un artista cristiano; son “como siete tiempos de una gran oración dirigida a la virgen, en todos sus matices y tonos con que un alma puede expresarse; desde el clamor y el canto, hasta el rezo en voz baja y la callada meditación”. Se le ha llamado el Miguel Ángel granadino.
Discípulos suyos son: Juan de Sevilla, Atanasio Bocanegra, José Risueño, Niño de Guevara, Chavarito … todos grandes artistas.
ALONSO CANO ESCULTOR
También son abundantes sus esculturas repartidas por Málaga, Valencia, Madrid y Granada. En Granada podemos citar los bustos de Adán y Eva ubicadas en las hornacinas laterales de la capilla mayor de la Catedral.; la cabeza de San Juan de Dios y la de San Pablo, en el museo de Bellas Artes. Pero su obra maestra es su Inmaculada que se hizo para el facistol y que en la actualidad está en la sacristía de la Catedral. Es de una belleza clásica, equilibrada y de una serena expresión.
ALONSO CANO ARQUITECTO
Como ejemplo sirva la impresionante fachada de la Catedral de Granada, “una de las más personales y originales obras de toda la arquitectura española” como dijo el historiador George Kubler.
Ante esta imponente fachada nadie queda indiferente ya sea ignorante o ilustrado, creyente o ateo; a todos impresiona por su magnificencia.
Dejando aparte su carácter, su vida privada complicada, de espíritu atormentado, en lo artístico fue un genio. Y es que el cielo da sus dones unas veces de manera natural y otras sobrenatural, y haga lo que haga cada una de sus acciones, de sus obras tienen un toque divino, actúan como un mandato de la Divinidad. Así se refleja en todas sus pinturas, esculturas y en las construcciones que realizó.
Para recordar a este gran artista granadino el pasado día 23 de enero la licenciada en Historia del Arte, Inmaculada Fernández López impartió una conferencia en el Colegio de Arquitectos con el tema:” Lo femenino en la obra de Alonso Cano”.
Rogelio Bustos Almendros
Me gustaría saber en qué museo se encuentra una escultura de Niño Jesus de Alonso Cano, aproximadamente 50 cms. Vi una coro de página completa en cuyo dorso lo indicaba pero no tomé nota y fue hace años.