EL VERGONZOSO NEGOCIO DE LA POLÍTICA

Poniendo en orden algunos de los muchos papeles que guardo, di con una carta que me envió un amigo de Madrid allá por el año 1971. Era una carta de felicitación por mi nombramiento de alcalde de Almuñecar. Al final de la carta había escrito estas palabras de Quevedo: “Das a los delitos lo que se debe a los méritos, y los premios de la virtud al pecado; que encaramas a los tribunales a los que debías subir a la horca; que das las dignidades a quien habías de cortar las orejas, que empobreces y abates a quien debieras enriquecer”.

Terminaba la carta con estas palabras: “ya sé que esto no va contigo porque eres honrado y lo mayoría de estas cosas están fuera de tu alcance, pero como ahora en política vas a tratar con las altas esferas, estas cosas las verás en más de una ocasión”.

He leído y releído esta cita de Quevedo de hace ya 450 años y veo que está de una actualidad insultante y en este gobierno del Sr. Sánchez encaja tan claramente que parece que se ha escrito para él. Da los cargos y los premios a aquellos que carecen de mérito, de formación ni capacidad. Se confirma diariamente. Respecto a la Justicia, ¿A quién ha encaramao en los tribunales? De sobra son conocidos. ¿A quiénes ha dado los premios? A quienes debía haber cortado las orejas, y si no a la horca sí a la cárcel. Respecto a eso de empobrecer y abatir pues a todos los ciudadanos, a todos los españoles con sus nefastas políticas de impuestos cargándose todo el tejido productivo: industria, comercio, transporte, agricultura, ganadería, pesca… que fríen con impuestos.

     Estamos en la ruina y sin solución porque este inepto gobierno está aupado en la autocomplacencia sin admitir errores ni responsabilidades que es el antídoto de mayores daños. La culpa de nuestros males es el virus, Putin, Bruselas o la ultraderecha o Alfonso X el Sabio … Mientras tanto gastando lo que no tenemos. Olvidan nuestros políticos que sigue vigente eso de que cuando se gasta más de lo que entra viene la ruina.

Pienso que nadie está en contra de ese principio que es el de contribuir a las necesidades comunitarias como decía aquel político que fue presidente del Consejo de Estado, Francisco Silvela que afirmaba “que la tendencia de espíritu nacional es no pagar”. No es cierto, en estos tiempos estamos más cerca del otro político, Cánovas del Castillo que dijo que “el impuesto es la versión oficial del patriotismo”. Y así se entiende. Lo que no está dispuesto el ciudadano es a pagar para que el gobierno lo malgaste, lo despilfarre. Lo expresó muy bien otro político, Santiago Alba en el prólogo de un libro: “La tendencia del país (España) no es la de no pagar, sino la de pagar con justicia. La tendencia del espíritu nacional es no pagar prodigalidades y gollerías”. (Por ejemplo los 800.000 euros que se ha gastado recientemente el Ministerio de Trabajo en marisco y buen vino)

En España, según un estudio realizado por un organismo internacional, hay un millón trescientos mil empleados políticos más que en cualquier otro país europeo comparándolo con el número de habitantes. Sobran 10 ministerios, la mitad de los parlamentarios de las autonomías, los miles de personas que por no hacer nada cobran sustanciosos sueldos y que toman el nombre de asesores, desde el presidente del gobierno que pasan de mil hasta el alcalde del pueblo más pequeño que también tiene uno o varios. Así hasta llegar al millón trescientos mil. Así que para pagar a todos estos parásitos, holgazanes el gobierno tiene que subir los impuestos, arruinar y endeudar a España hasta el año 3000.

 Luego están los sindicatos que no representan a los obreros, sino a ellos mismos y se llevan otro porrón de millones, mientras tanto, todos al paro y la mayoría a pasar hambre. También tenemos más de 3000 empresas públicas sin rentabilidad alguna porque sólo están para colocar a políticos con altos sueldos. Así que una empresa pública no es más que un apéndice de los partidos políticos, esas agencias de colocación de personas sin formación y sin méritos.

          Un gobierno que se autocalifica pomposamente de “progresista y democrático” y luego actúa como un dictador venal, que se salta la Constitución cuando le da la gana como ha sido cerrar por dos veces el Parlamento y que la Justicia lo ha declarado ilegal;  un gobierno formado por ex terroristas, separatistas y comunistas; que entrega a Marruecos las antiguas provincias españolas en el Sahara saltándose el mandato de la ONU. Si el Sr. Sánchez continua de presidente del Gobierno nos va a crear muchos problemas diplomáticos internacionales y además va a vender España a trozos. Antes nos defendía el Ejército Español, por lo visto, ahora para que Marruecos no nos incordie en Ceuta, Melilla y Canarias hay que entregarle el Sáhara. ¿Qué se puede esperar de un gobierno que asigna al Ministerio de Defensa de España  diez mil millones  y para el Ministerio llamado de Igualdad veintiún mil millones?

 Está claro que un gobierno con este currículum y con estos personajes está incapacitado para gobernar España pues su permanencia supone la ruina como Nación y como Estado. ¿Y nadie va a la cárcel?

JOSÉ ANONIO BUSTOS