manuelEl cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo mundo, cada año va aumentando el número de personas a las que les aparece un tumor y se estima que en España se diagnosticarán en este año 2019 más de un cuarto de millón de nuevos casos.

El cáncer no es una única enfermedad, sino que son más de 200 enfermedades diferentes que si bien tienen en común la forma en la que se dañan las células, son diferentes en cuanto a los síntomas, el tratamiento y la gravedad. En concreto, los más frecuentes en nuestro país son los  de colon y recto, de próstata, de mama , de pulmón y de vejiga urinaria.

¿Y por qué ahora se están diagnosticando más….?, el primer motivo es que cada vez vivimos de media más años y la edad es un factor de riesgo para desarrollar un cáncer. De hecho, el riesgo aumenta en gran medida a partir de los 45 o 50 años. Otra causa es la exposición a factores de riesgo como fumar, beber alcohol, la contaminación, la obesidad, el sedentarismo entre muchos otros.

Solo uno de cada diez casos de cáncer tienen un origen hereditario y muchos de los factores de riesgo anteriormente mencionados se pueden evitar, de hecho, 4 de cada 10 casos de cáncer se relacionan con causas evitables: son fumadoras 3 de cada 10 personas con algún tipo de cáncer, aunque el tabaco es un gran asesino y su arma preferida es el cáncer de pulmón, 9 de cada 10 personas que lo tienen fuman o han sido fumadores en años anteriores.  Beber alcohol de forma regular es un factor que se identifica en uno de cada 10 casos, y del mismo modo tener sobrepeso o una alimentación inadecuada se halla en también en 1 de cada 10. Hay otros muchos factores, por mencionar alguno más, curiosamente las infecciones, sobre todo el virus del papiloma y la hepatitis están presentes en 15 casos de cada cien.

Hay que dejar muy claro que estamos hablando de riesgo y de prevención, la mayoría de los cánceres no tienen una causa que directamente provoque su aparición, por tanto no son contagiosos ni están relacionados directamente con algo que se haya hecho o se haya  dejado de hacer. Y esto es algo que puede ser muy dañino para una persona afectada: creerse que el cáncer que ha desarrollado es por su culpa. A una persona se le puede diagnosticar un cáncer sin que muestre ningún factor de riesgo, a la inversa también es posible, una persona que muestre muchos factores de riesgo conjuntamente, que tenga una larga vida y que jamás llegue a desarrollar un cáncer, si bien claro está, mientras más factores de riesgo se tengan, más probabilidades se tienen.

Pero otra causa no menos importante de cada año aumente el número de personas con cáncer es la detección precoz, un aspecto precisamente en el que España es líder en Europa. Detectar la enfermedad cuanto antes es fundamental y contribuye a que en nuestro país la mayoría de las personas con cáncer se curen[1].

Una de las innovaciones más prometedoras es la denominada biopsia líquida: antes para confirmar la enfermedad cuando se sospechaba el origen, había que tomar una pequeña muestra de tejido afectado, en muchas ocasiones mediante una aguja, pero en otras, dado el lugar o el órgano donde está creciendo el cáncer,  no había más remedio que operar para conseguirlo. Ahora mediante una simple muestra de sangre es posible tener más información de manera más rápida y tener confirmación de que en efecto, la persona tiene el tipo de cáncer que se sospechaba.

Otro avance que contribuye al diagnóstico temprano en los casos en los que no se sabe el origen o de que parte del cuero ha salido el cáncer,  son los llamados test epigenéticos o el examen de los genes de una persona.

Nuevas formas de curar el cáncer

Hoy día la atención a las personas con cáncer se lleva a cabo por equipos conformados por profesionales sanitarios de diversas categorías y especialidades. En general, en nuestros hospitales el cómo hay que tratar a una persona con un tipo de cáncer en concreto se decide en un denominado “Comité de Tumores”, recurriendo en ocasiones a equipos de otros hospitales o de otras zonas del país.

Estos equipos cuentan también con enfermeras que proporcionan cuidados especializados y brindan apoyo emocional a los personas con cáncer y sus familias, resultando también imprescindibles los psicólogos que trabajan con los afectados para acrecentar y afianzar sus  capacidades de afrontamiento y su resiliciencia.

Tampoco hay que olvidar que el sistema ofrece también otros recursos y la atención por el resto de profesionales sanitarios: radiofísicos, farmacéuticos, nutricionistas, fisioterapeutas, rehabilitadores y los propios equipos de los centros e atención primaria.

Un logro sustancial es  que se ha reducido la toxicidad y los efectos secundarios de muchos de los tratamientos, pero sobre todo un gran éxito es cada vez se curan más personas con cáncer, hoy día son mayoría las que lo consiguen, y el porcentaje que sobrevive a los 5 años del diagnóstico es del 70% para todos los tipos de cáncer.

El que cada vez sean más los que se curen y el que se viva más años con más calidad de vida  es debido tanto a la detección precoz como a los mejores y nuevos tratamientos que, especialmente desde las últimas dos décadas, se están ofreciendo a los afectados, precisamente uno de los tipos en los que más ventaja se ha ganado es en la atención a las personas con cáncer de mama. En general la meta que se plantea ahora en la atención a  las personas con cáncer es alcanzar la curación en todos los tipos y si no, al menos, convertirlos en enfermedades  crónicas pero no mortales.

De este modo la cirugía, el tratamiento base en muchos tipos de cáncer, se está beneficiando de nuevas técnicas menos invasivas o agresivas, de sistemas de ayuda al cirujano robotizados  o con sistemas que recrean imágenes o modelos tridimensionales del órgano o de la parte del cuerpo afectadas, haciendo que el impacto de la cirugía sobre la persona sea menor, con cirugías más breves y logrando extirpar el cáncer con mayor precisión y conservando tejido sano.

Una de los cambios más beneficiosos en el tratamiento es una forma de dar radiación que se ha ido extendiendo últimamente, la denominada “braquiterapia” que reduce el número de células sanas que se ven dañadas por la radiación empleada y que consiste en colocar la fuente de la radiación muy cerca del tumor o, si es posible, incluso dentro del mismo, preservando a los tejidos u órganos sanos que están al lado del tejido enfermo. Y esto se logra con la misma efectividad pero con tratamientos más cortos y con menos efectos secundarios.

También se ha avanzado con la quimioterapia, obteniendo nuevos medicamentos más específicos y que se pueden incluso individualizar o administrar “a la carta” para una enfermo en concreto con un determinado tipo de tumor, “dirigidos” en función de los genes de cada persona.

Y el nuevo tratamiento más esperanzador es la inmunoterapia, poner a trabajar las propias defensas de la persona para combatir el cáncer, haciendo que fabriquen anticuerpos para destruirlo con mayor eficacia, lo cual ha supuesto mayor ventaja precisamente en el tratamiento de los tipos de cánceres que no respondían bien a la quimioterapia existente como eran los de piel, riñón o pulmón.

Pero no todo es atención sanitaria, un fenómeno emergente es la sensibilización a través de las asociaciones de afectados, de los medios de comunicación y de las redes sociales. Una conciencia social cada vez se deja notar más en relación a uno de los pilares básicos en la atención a las personas con cáncer: la investigación.

La demanda de mayor investigación en el tratamiento contra el cáncer está calando y poniéndose de manifiesto a nivel de red de contactos en nuestro “smartphone” o a nivel de calle en los barrios de nuestras ciudades y en los pueblos de nuestro de país; en palabras del Dr. Manuel Ruiz Borrego, presidente de la Sociedad Andaluza de Oncología Médica, relativas al apoyo de la sociedad a  la investigación y a los ensayos clínicos, factor clave para vencer al cáncer:

“Hay una solidaridad incipiente y se están creando asociaciones que están recaudando fondos para estas investigaciones, por ejemplo, una asociación de mujeres de Higuera de la Sierra llamada «Acocavipra» y que preside una expaciente mía.”

El ejemplo y la demanda explícita de la ciudadanía de dotar recursos para la investigación terminará calando en las autoridades que tendrán que responder con una asignación que alivie la actual insuficiencia de medios.

En cualquier caso, hay algo que no ha cambiado sustancialmente tanto en la atención a las personas con cáncer o a las personas que sufren enfermedades o procesos disruptivos en sus vidas, y que incide profundamente en su bienestar y calidad de vida: el apoyo y la solidaridad de sus familiares, amigos y vecinos.

Iniciativas que parten desde profesionales de la salud como puedan ser el proyecto “Al lado”  impulsados en Andalucía por los Drs Antonio Sagués Amadó y Rafael Muriel Fernández pueden ser asumidas por quienes tenemos en nuestro entorno a una persona o familia afectada con cáncer: “ofrecer una actitud de afrontamiento, reducir el sufrimiento y acompañarles”.

Nosotros no podemos darle un tratamiento que cure, pero podemos si mostrarles desde el principio y en todo momento que estamos con ellos, que queremos acompañarles en su proceso, que nos alegramos que puedan seguir con sus vidas y que deseamos que sigan con nosotros.

Dr. Manuel Ceballos Pozo.

Médico. Delegado de sanidad de la Academía de la Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras del proyecto Nacional de Cultura Granada Costa.

[1] El 53% de las personas con cáncer en España se cura. Disponible en https://elpais.com/politica/2018/01/29/actualidad/1517229753_900228.html

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