EL PAPEL DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN NUESTRA SOCIEDAD

Mi amiga Rashida nos comenta en qué consiste la inteligencia artificial y en qué campos se trabaja con ella.

La inteligencia artificial (IA) puede definirse como el medio por el cual las computadoras, los robots y otros dispositivos realizan tareas que normalmente requieren la inteligencia humana como el razonamiento, el aprendizaje y el procesamiento del lenguaje. Ésta a través de sus potentes algoritmos se está convirtiendo en la mega tendencia clave para el crecimiento de la infraestructura digital del mundo, pues interviene en decisiones de todo tipo: personales, de negocios, organizaciones públicas…

La IA ya se utiliza para automatizar y sustituir algunas funciones humanas con máquinas movidas por ordenador. Estas máquinas pueden ver y oír, responder a preguntas, aprender, extraer conclusiones, toma rápida de decisiones y resolver problemas; también tienen otras ventajas: aumentan la calidad de la productividad, potencia la creatividad, aporta precisión, agiliza la toma de decisiones, hacen tareas de alto volumen en menos tiempo que los seres humanos; capturan y analizan información, incluso para diagnósticos médicos que necesitan de mucha precisión, etc.

Según los expertos genera una riqueza sin precedentes, pues revolucionará la medicina y la educación a través de la simbiosis hombre-máquina y creará nuevas formas de comunicación y entretenimiento. Hace unos días se publicaba que “un algoritmo identificaba una obra de Lope de Vega”. La investigación ha sido hecha por dos profesores de la universidad de Valladolid y otro de la de Viena, mediante dos aplicaciones que han sido capaces de leer y comparar obras del siglo XVII, como la comedia hasta ahora anónima “La francesa Laura” de Lope de Vega que estaba guardada en la Biblioteca nacional de Madrid.

Por otra parte, Marisa nos comenta que entre los compañeros de  universidad ya tienen dudas si las tareas las hacen los alumnos o emplean el algoritmo de inteligencia artificial ChatGPT: Optimizing  Languaje  Models for Dialogue que le basta con escribir unas palabras  o un pequeño párrafo y el resto te lo hace él solito.

         Pero no todo son ventajas: su desarrollo es costoso, encuentra dificultad para acceder a los datos, habrá más desempleo, falta de transparencia, algoritmos sesgados, desinformación, dominio de las grandes empresas tecnológicas…

   El gran debate ahora es si la IA está destinada a mejorar la calidad de nuestras vidas, o si, en definitiva, representa un riesgo existencial para la humanidad.

Stuart Russell, profesor de informática de la Universidad de California, cree que podemos coexistir felizmente con máquinas cada vez más sofisticadas. “Nuestra inteligencia es lo que nos permite tener poder sobre el mundo, poder sobre otras especies del planeta. Y ya hemos conseguido exterminar millones de ellas. Si creas otra clase de entidades más inteligentes que nosotros, lo esperable es que acaben teniendo poder sobre nosotros”, entonces, ¿cómo podemos mantener el control sobre ellas para siempre, si son más poderosas que nosotros? Ahí está la cuestión.

También Margaret Boden en su libro “Inteligencia Artificial y Hombre Humano” intenta examinar la naturaleza de la IA, hace balance de dónde estamos e intenta vislumbrar el futuro. Desde la Universidad de Sussex en la que sigue trabajando a sus 82 años, pues fue pionera con la creación de la Escuela de Ciencias Cognitivas e Informáticas, nos advierte que afectará a nuestra vida diaria a corto plazo y que ningún sector o aspecto quedará indemne de la inteligencia artificial, que muchos trabajos van a desaparecer y los que surjan van a ser altamente especializados como el análisis de datos. Y que los gigantes tecnológicos deberían despertar a tiempo ante los posibles riesgos para la humanidad. Hay trabajos que siempre harán mejor los humanos; la tecnología está ahí, pero hay muchos factores que conviene tener en cuenta, el más importante de ellos el factor humano. Pero todos los avances tecnológicos tienen consecuencias no previstas, refiere Margaret.

La IA es, quizás, la tecnología más importante que los seres humanos jamás logren crear. Debido a su importancia y peso en los medios de comunicación, la RAE ha elegido “inteligencia artificial” como la expresión del año 2022 pues en sólo un año ha habido grandes avances y su impacto seguirá creciendo a lo largo del siglo XXI. 

EL PARAÍSO DIGITAL.- Sin duda estamos inmersos en las nuevas tecnologías: Google te regala el buscador de información y servicios más grande del mundo; Amazon te invita a comprar en un mercado virtual donde puedes encontrar todo lo que necesitas; Facebook te ayuda a gestionar tus relaciones sociales; Twitter organiza la conversación pública de todos nosotros; YouTube te regala un televisor digital global que emite 24 horas los 365 días.   Tenemos muchísima información y comunicación puesta a nuestro alcance de forma inmediata gracias a la tecnología digital. Pero estamos en manos de estos “señores feudales” que en cualquier momento nos pueden echar de estos paraísos digitales.

    Robert Kagan, analista geopolítico de reconocido prestigio, historiador, politólogo, doctor en Filosofía y experto en relaciones internacionales comenta en su libro Poder y debilidad: “pensábamos que la globalización haría un lugar más seguro, pero estábamos equivocados. Ahora tenemos una globalización 2.0 y no es una historia feliz. La pandemia fue el comienzo de este nuevo episodio; ha acelerado lo que ya se estaba “cocinando”, la angustia de las clases medias, el retorno de los autócratas…Es un mundo de ciberataques, de pornografía, de adiciones…”

Este autor, siempre polémico, responde a la pregunta de cómo sería el mundo si EE.UU no fuera la superpotencia hegemónica en tecnología y analiza las consecuencias o riesgos  si llegara su final. Se basa en la experiencia histórica y en el análisis de los hechos para interpretar el presente y especular sobre el futuro.

    En definitiva, la tecnología en general, y, la inteligencia artificial en particular, ha adquirido tal velocidad que cada descubrimiento se queda antiguo a las pocas semanas o meses de su lanzamiento.