EL MALEFICIO DE LA MONCLOA
Jamás cometas acción alguna
de la que puedas avergonzarte,
ni en presencia del prójimo ni
en tu fuero interno. Y más que
todo, respétate a ti mismo.
(Pitágoras)
La Monclova, que ese era su nombre original, era una finca rural cercana a Madrid y, a su dueño, un buen día se le ocurrió construir una casa, y como era conde pues la hizo a su medida, es decir, un palacete con toda clase de comodidades. Reunía las tres condiciones de una buena construcción según la visión del arquitecto romano Marco Vitruvio: “utilidad, seguridad y belleza”. Si esta construcción hubiera estado en Galicia se hubiera llamado “Pazo”, en Toledo, “cigarral” y en Andalucía “cortijo”. Y como este palacete monclovita tenía huerto y jardín, en Granada se le hubiera llamado “Carmen”.
El palacete se construyó allá por el s. XVII así que tiene ya una larga historia, y su primer inquilino fue el conde Melchor Portocarrero. Después de éste lo habitaron otros condes y condesas, marqueses, duques y al final se hicieron con la propiedad incluso reyes. Pero a pesar de haber sido construido con solidez no pudo aguantar las embestidas de los dos bandos, el nacional y el republicado durante la guerra civil, y sucumbió quedando por tierra su utilidad, solidez y belleza.
Terminada la guerra civil y sosegado el campo y el ambiente, Franco lo mandó levantar de nuevo siguiendo las mismas características que tuvo al principio. Se comenzó su reconstrucción en el año 1949 y fue inaugurado por Franco en el año 1953, y se utilizó como residencia oficial de los Jefes de Estado y altas personalidades que visitaban España, que dicho sea de paso fueron muchas, y entre ellos se cuentan tres presidentes de EE.UU. porque en aquella época España pintaba bastante en el ranking mundial no como ahora.
En el año 1977 el Presidente del Gobierno, Sr. Suarez, esgrimiendo razones de seguridad trasladó la sede del Gobierno al palacete de la Moncloa (ya había perdido la v de Monclova), y posteriormente también sería residencia del presidente. Desde entonces, por la Moncloa han pasado todos los presidentes y sus familias hasta la actualidad que lo ocupa el Sr. Sánchez.
Resulta sorprendente que estos nuevos políticos que censuran y demonizan a Franco, a su época y a su obra, tanto los de derechas como los de izquierdas y que están decididos a eliminar esa parte de la Historia y sus obras, sin embargo, no tienen reparos ni empachos en utilizar, según conveniencias personales o partidistas, aquellas cosas que más directamente tienen el sello y el olor de Franco. Pongamos como ejemplo este palacete. Y si hay algo de verdad en lo que dijo aquel gran escritor de la Edad Media, el maestro ECKHART que “por más que la obra y el tiempo hayan pasado, el espíritu que alentó la construcción de la obra sigue viviendo allí”.
Por otra parte, el mismo palacete y en todo su entorno se libró una encarnizada batalla por lo que está sembrado de sufrimiento y muerte. Así que parece estar claro el porqué aquella casa no reúne las condiciones para la presidencia del gobierno por lo anteriormente apuntado.
No es posible la redención porque desde que se instaló allí la sede de la Presidencia ha sido un lugar maldito, porque en él se han gestado todos los males que están afectando a España desde entonces, incluido ese asesinato legal que es el aborto
1º inquilino: Sr. Suarez, siendo de los mejores, no obstante, se destruyó su partido.
2º Sr. Calvo-Sotelo: no le dio tiempo a mucho porque murió a los pocos meses
3º Sr. González: con él se produjo la mayor corrupción de la historia de España, de los cargos públicos y de las instituciones. Recordemos al Director de la Guardia Civil, el boletín oficial del Estado, la del Banco de España, la financiación del partido, ministros en la cárcel… la utilización del barco el Azor de Franco para sus vacaciones, etc.
4º Sr. Aznar: supuso una pausa de transición, pero alimentando el separatismo catalán y vasco. En su presidencia se produjo el atentado del tren con 200 muertos y miles de heridos y no se hizo justicia. Se perdieron las elecciones.
5º Sr Zapatero: éste enfrentó a media España contra la otra media y a las mujeres contra los hombres. Después se dedicó a buscar huesos por todas partes y mientras tanto España se arruinaba y se endeudaba.
6º Sr. Rajoy: Prometió arreglar lo que el Sr. Zapatero había ocasionado y, sin embargo, se portó como el mal caballero que huye ante un conejo después de haber jurado y perjurado que iba a vencer gigantes. Y los conejos le quitaron del gobierno. A pesar de tanta humillación no ha sentido vergüenza alguna y va con la cara descubierta.
7 Sr. Sánchez: Ha superado a todos los anteriores en maldad y en incompetencia. Aunque legal, no dejó de ser un asalto al poder con el apoyo de todos los enemigos de España con los que está gobernando, y por tanto, no cabe duda de que traerá las mayores desgracias a los españoles, excepto a él y a todos los cargos públicos que siempre están blindados.
El filósofo HERMANN de KEYSERLING en su libro “La angustia del mundo, dice esto:” La primera decisión en favor de tal o cual jefe depende siempre de los “otros”. Por eso se comprende por qué cada época tiene los jefes que merece”. Pues en esas estamos.
El Sr. Sánchez ha perpetrado una de las mayores tropelías, acción innecesaria, que pone de manifiesto el alma y espíritu que le caracteriza: la profanación de la tumba de Franco. Sin embargo, en absoluto le importa vivir en el palacete que mandó construir Franco. Si hubiera sabido que existe una creencia generalizada según la cual los muertos pueden tomar represalias sin sus cuerpos y si sus tumbas no son tratadas con el debido respeto, tal vez, se hubiera abstenido. Por tanto no tiene nada de extraño que atraiga hacia España toda clase de desgracias: enfermedades, volcanes, terremotos, inundaciones, sequías, hambres, ruina… y lo que aun nos queda por ver y padecer, no él que es insensible, sino a todos los españoles.
El palacete de la Moncloa tiene su forma, su estilo y su historia, y según el arquitecto americano Leland M. Roth, la arquitectura nos afecta siempre y da forma a nuestra conducta condicionando nuestro estado de ánimo psicológico. Por otra parte, el profesor de microbiología RENE DUBOS, afirmaba que la peculiaridad de un lugar, de un edificio, había algo más que lo geología, la topografía y el clima… existían fuerzas ocultas difícil de entender y menos de explicar. Tal vez, ahí esté la clave de un maleficio. Desde que fue ocupado por la Presidencia del Gobierno, pues en él han tenido cabida la mentira, el odio, la envidia, las injusticias, la corrupción…
¿Acaso no salen millonarios los que pasan por la Moncloa?
Mientras tanto España se empobrece.
Sin duda, y esta será la verdad, es que el palacete no tenga ningún maleficio si no que todos los que por allí han pasado no son dignos de haberlo habitado.
Previniendo acontecimientos me arriesgo a hacer una sugerencia a Isabel Díaz Ayuso: que no ocupe la Moncloa cuando llegue a la presidencia del gobierno de la Nación de España.
JOSÉ ANTONIO BUSTOS
Muy buen artículo.
Estupendo