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EL DÍA QUE CONOCÍ AL POETA Y ESCRITOR BLAI BONET

¿Cuándo fue? He aquí que exactamente no lo sé. Hay distintas fechas y no sé cuando sucedió. Sí sé que fue alrededor de 1978, en una conferencia organizada por la Agrupación Hispana de Escritores y siendo presidente para Baleares Francisco Argente, y siendo yo vocal de publicaciones. Por lo que fue la primera vez que lo vi, apenas si hablé con él unas palabras. La segunda vez que lo nos echamos la foto que aporto a esta crónica, fue en el año 1979, en una conferencia que impartió en la empresa en que yo trabajaba, ya que Blai Bonet, residió en la misma residencia de mi jefe, cuando este estudiaba en Barcelona.

Blai Bonet nació en el año 1926 y falleció en el año 1997. Residió bastante tiempo en Barcelona. Ha sido uno de los más importante escritores y poetas mallorquines de habla catalana. Su obra ha marcado una forma depurada y creativa que ha servido de faro para otros poetas y escritores que le han precedido. Hombre lleno de humanidad, humildad y sapiencia. Mis conversaciones con él me enriquecieron, aunque debo reconocer que más de una vez, no estaba de acuerdo con sus planteamientos, nunca le oí decir nada que fuese en contra del castellano como han hecho y hacen algunos otros escritores y poetas, pero que, a la hora de la verdad, la mayoría de ellos publican en castellano, al fin y al cabo: la pela es la pela. Sus obras más importantes y creativas fueron en la década de los 50-60, época en la que su obra fue más reconocida con el resurgir de la literatura catalana. “Quatre poemes de Setmana Santa”, “El mar”, posiblemente su obra más importante. Sus libros fueron traducidos al castellano por José Agustín Goytisolo.

            Recuerdo perfectamente dicha conferencia a pesar del tiempo transcurrido, ya que fue muy larga, tanto es así, que la mitad del público asistente se marchó, a pesar de que fue extraordinaria. Cuando por norma una conferencia dura 50 minutos o máximo una hora, Blai Bonet, estuvo casi hora y media dando la conferencia. Dicha conferencia fue presentada por mí, por lo que no me quedó más remedio que pedirle que terminara, creo que estaba esperando que se lo dijera y terminó, lo que fue muy aplaudido. Nos hicieron una foto para el recuerdo y tras un vino español, me despedí de él. Quedamos en que iría a verlo a su domicilio, vivía en Santanyí, en la Calle Palma. A unos 40 km de la ciudad. Debía llevarle algunos ejemplares de la revista que editaba la AHE, AUTORES LECTORES y ALISMA.

            Algunos domingos por la tarde -sobre todo en invierno- pues en verano lo pasaba en su casa de Cala Figuera, acudía a verlo, en donde pasaba un par de horas con él, en las que hablábamos de todo, especialmente de poesía y poetas. Siempre fui muy bien recibido por él. Tenía su despacho junto a un patio interior de la casa en donde había infinidad de macetas y plantas decorativas, era muy agradable estar allí y escucharle, era un gran conversador, aunque tenía un pequeño defecto: titubeaba un poco al hablar, lo que resultaba simpático.

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            Así fue pasando el tiempo, hasta que fui nombrado presidente de la AHE, y fundé la revista Sa Roqueta, y qué duda cabe, él participó en ella y se afianzó nuestra amistad, especialmente cuando fundé y dirigí la revista Arboleda, que él siempre alababa cada vez que nos veíamos. Recuerdo también a su madre, ya mayor que de alguna manera era su sombra y al que cuidaba con esmero y dedicación, ya que Blai había estado siempre un poco delicado de salud. Desde joven padeció de tuberculosis que arrastró hasta su fallecimiento, por lo que su salud era deficitaria.

            Cuando yo organizaba las semanas culturales en Palma, lo invité a dar una conferencia que él asestó y al que recomendé que no pasara de una hora, cosa que cumplió, por cierto, como él no conducía se encargó de ir a buscarlo a Santañy y devolverlo después, el amigo y compañero Jaime Santandreu Dols. La conferencia la dio el día 21 de enero del 1980 y fue presentado por el escritor y catedrático Gabriel Janer Manila.

Pero el tiempo fue pasando y por una causa u otra mis visitas se fueron espaciando, aunque había contactos a través de los envíos que yo le hacía de Arboleda y nuestras charlas telefónicas. Voy a contar una anécdota simpática que me pasó una tarde estando en su casa. Blay tenía la manía de estar con la mano echándose el pelo de la cabeza de un lado al otro, ya que, tenía una calvicie bastante avanzada, creo que era un gesto mecánico pero que a mí me ponía nervioso y en una de mis visitas le dije: En vez de estar siempre echándote el pelo de un lado a otro, ponte laca y lo sujetarás, que es lo que hago yo. Ya que también empezaba a perder pelo. En ese momento se quedó callado, pero al momento nos reímos los dos a carcajadas.

            Su salud se fue deteriorando y en un momento dado se fue a vivir a Cala Figuera, en donde falleció. Su casa de toda la vida en Santanyí, es hoy un museo dedicado a él. No en balde ha sido uno de los poetas más importante de Mallorca en lengua catalana, pero que él se consideraba sobre todas las cosas mallorquín. Nunca lo oí renegar del castellano como sí hay otros que incluso se consideran más catalanes que mallorquines, así piensan que en Cataluña lo van a valorar más. Es una pena, ya que, demuestran con ello qué, se consideran inferiores a los poetas y escritores catalanes y no es verdad. En Baleares ha habido y hay extraordinarios poetas y escritores que en nada tienen que envidiar a los de habla catalana de otras regiones de España. Por citar a algunos de ellos ya fallecidos: María Antonia Salvá, Joan Alcover, Marian Aguiló, Miquel Ferrá, Miquel Gayá, Llorenç Villalonga, Miquel Costa i Llovera, Guillem Colom, etc. La lista sería interminable, poetas y escritores creativos y de una gran imaginación que supieron todos ellos en su época, subir a lo más alto las letras mallorquinas. A continuación, podrán leer un poema de Blai Bonet.

Valenzuela

Escola graduada

Era una sala quadrada

i tenia cinc finestres,

una muntanya pelada,

que era violeta als capvespres.

Darrera d’un mestret vell,

Jesús estava enclavat,

José Antonio ampliat,

Franco amb un faixí vermell.

La tarda era com un ciri.

Tocava Història d’Espanya.

Hi havia un gran cementiri:

la creu, els morts, un que guanya.

Darrera els vidres volava

la bandera de tergal:

volava, volava, estava

a l’aire i fermada a un pal.

Damunt una vidriera,

el sol fugia; el camp no.

Feia fred. La Sabatera

cantava al capdecantó:

«Sa moixa m’ha fet moixons

vestits de seminaristes,

quan han obert els ullons

han estat tots comunistes».

Artículo por Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

MRW

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