EL DÍA QUE CONOCÍ AL POETA D. GUILLEM COLOM

Hasta lo que yo conozco, -que no es poco-, a lo largo de la historia, Las islas Baleares han dado magníficos poetas, tanto masculinos como femeninos. Especialmente en la Isla de Mallorca, por ser la de mayor población. He tenido la suerte de poder leer a distintos poetas de Mallorca, sobre todo, a la generación de la “Renaixença”, como, por ejemplo: Miquel Costa i Llobera (Pollensa, 1854-Palma 1922) y su famosísimo poema “Lo pi de Formentor”, poema que ha sido traducido a todos los idiomas. Joan Alcover (Palma, 1854-Palma 1926), y su famoso poema la “Filadora”). Llorenç Riber (1881-1958). Miquel Ferrà (1885-1947) y la poeta de Llucmajor, (María Antonia Salvà, Llucmajor, 1869-Lluchmajor 1958). La poeta femenina más significativa de Mallorca, perteneciente a la escuela “Renaixença”, muy conocida y popular en la Isla. El último poeta de dicha generación fue Miquel Gayà (1917-1998). Poeta que conocí en algunos recitales en el Casal Balaguer. Con el fallecimiento de Miquel Gayà, se dio por terminado la archiconocida Escola Mallorquina. Hoy en día creo que los poetas actuales van cada uno por su lado. (¿).

              Don Guillem Colom i Ferrà nació en (Sóller, 1890-Palma, 1979). Poeta, traductor, ensayista y dramaturgo. Mestre en Gay Saber. En la casa donde nació se puso una placa en el año 1956, fue nombrado Hijo Ilustre de la ciudad de Sóller. Fue Premio Joan Alcover por su libro de poesía en catalán “Terra al Cor”. Fue Premio Ciutad de Palma en 1956. Fue un miembro destacado de la “Escola Mallorquina”.

              La primera vez que conocí personalmente a D. Guillem Colom, fue en su domicilio ubicado en la calle de Can Anglada, tras el edificio del Consell de Mallorca, para pedirle que participara con una conferencia en la Semana Cultural que estaba organizando y que debía celebrarse en noviembre de 1978. Cuando llegué a su casa, me recibió una de sus hijas, le comenté lo que deseaba y, tras esperar unos minutos, me hizo pasar a una sala en dónde estaba D. Guillem y su esposa, tras los saludos de rigor me indicó que tomara asiento y a continuación, le expliqué lo que deseaba de él. Le expliqué que era La Agrupación Hispana de Escritores y todos los actos que realizábamos al cabo del año. Su contestación a mi petición fue afirmativa. Quedamos en que volvería a su casa al sábado próximo para decirme de que trataría su conferencia para ponerlo en las invitaciones.

Al sábado siguiente me presenté en su casa serían las doce de la mañana, en ese momento, daban en la TV 2, un concierto de música –(que daban cada sábado-), por lo que estuve que esperar hasta que terminó el concierto, ya que para D. Guillem y su esposa, los conciertos de los sábados era algo sagrado para ellos. Es una curiosa anécdota que debía contar. Tomé nota para que no me volviera a suceder.

              Un par de días antes de que diera la conferencia fui a verlo, para comentarle que sería yo quien lo presentaría al público, cosa que él aceptó y para ello, me suministró datos sobre él. Dio la casualidad que D. Guillem estaba bastante enfermo y el día que debía dar la conferencia, hiso muchísimo frío y recayó en su enfermedad, aun así, asistió al evento a pesar de llevar puesta una sonda, pero le fue imposible dar la conferencia, en su lugar fue Doña Catalina Valls Aguiló de Son Servera, quien la leyó.

              Lo visité varias veces, ya que, me interesaba mucho que me hablase de los poetas de la “Escola Mallorquina”, de la que D. Guillem era un experto, y yo, aprendía a conocerlos, y aunque en aquella época no podía leer el catalán, aun así, me gustaba leerlos, quizás porque la musicalidad de sus poemas me llegaba al alma. Recuerdo en estos momentos que unos días más tarde de mi llegada a mallorca, mis familiares vivía en Sa Calatrava y, paseando por las murallas llegué al Paseo del Born, y junto a este paseo en una pequeña calle estaba la Librería Jovellanos, miré a través del cristal y vi dos cuadernillos de los poetas Joan Alcover y Miquel Costa i Llovera, con sus dos poemas más conocidos, es decir, “Lo pi de Formentor” y “La Filandera”, no los pude leer bien, pero repito, su musicalidad me llegó al alma.

              Para cerrar este artículo añado un poema de D. Guillem Colom, que, aunque está en catalán, sé que podrán leerlo.

AL “CLUB CARD” DE SANT LLORENG

En el llevant de Mallorca

hi neixia un cardessar.

Sa llavor no ha estat xorca:

quin bell florir, quin granar!

Si ja és mort el qui hi tallava

la primavera “Flor de Card”,

avui, quina noba saba!

quina maina, quien esbart!

La flor de la jovenera

ha algat ben alt l´estendart:

per escut la fe promesa,

per señal la Flor de Card.

Si és el card flor espinossa

que pinxa al qui la vol collir,

té la mel molt més gustosa

que no la de romaní.

Guillem Colom

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca  

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