El cielo de “Tales de Mileto” – A TODA COSTA

<<Cuentan que caminaba el famoso astrónomo y sabio “Tales de Mileto” contemplando las estrellas, y no viendo una zanja que a sus pies se abría, cayó dentro de ella…>>

Como el sabio se lamentaba pidiendo auxilio, una anciana que le oyó, acercándose le dijo:

<< ¡Cuán necio eres que te precias de conocer el cielo y no ves lo que tienes en la tierra! ¿De qué te sirve tu sabiduría?>>

Esta anécdota es de las que enseñan, ya que nos hace pensar a unos en la inutilidad de nuestras quimeras, y a otros en la necesidad de mirar siempre a lo alto a pesar de que por mirar arriba caigamos en los abismos, que en esta vida suelen abrirse a nuestros pies.

A pesar de todos los desengaños hay que elevar el corazón por encima de la adversidad. Mirando a las alturas, y no de otra forma, es como podemos alejar nuestros corazones de codicias y egoísmos.

¿Qué esto es un defecto? Bueno. ¿Qué esto es perjudicial para los que pretenden vivir observando a las estrellas de la dignidad y de las ilusiones? Bueno también; pero nadie podrá quitar al que esto hace, la íntima satisfacción de sentirse libre y de acuerdo con su moral.

Puede que caiga como el sabio, de la escalera o en la primera zanja que encuentre a su paso; pero siempre tendrá el consuelo de decirse que en su tropiezo hay algo noble y hermoso, que debe enorgullecerlo.

Muchos de quienes nos encontramos, por edad, entre dos épocas: ¡Cuánto podemos decir comparando la de nuestra juventud con esta otra que vemos levantarse sobre las ruinas de muchas cosas y hasta de muchas ideas, que antes creíamos imperecederas!

Lo primero que sorprende de esta sociedad actual es el individualismo el ‘yo’ omnipresente que le caracteriza, parece que los hombres y mujeres en general, han prescindido de toda solidaridad para con los demás.

Debemos dirigir nuestra vista a lo más alto con verdad, sin tomar como cumbres o luminarias lo que solo es un espejismo convencional o halagüeño de nuestra alma y al decir alma digo nuestras pasiones…

<<Elevemos la vista hacia el firmamento, emulando a Tales de Mileto>>

Francisco Ponce Carrasco