“Dicho esto” – A TODA COSTA
Me confieso observador de varias cadenas de televisión
De todas aprendo, me informo y acabo harto, (JARTO, como diría un andaluz de pro).
Bueno, unas me gustan más y otras menos, pero observo que en su mayoría se ha impuesto el latiguillo (nada novedoso por otra parte) del ¡sí pero no! por parte de algunos-bastantes, de los tertulianos que aparecen ungidos de la más servil razón.
Ahora está de moda el que muchos de los que intervienen, ponderan y hasta alaban gestiones o procederes de una persona, para luego tras decir ufanos ¡DICHO ESTO¡ entran en una tormenta de censuras, descalificaciones, imputación de errores y hasta algún improperio, sobre su actual proceder, intervención o maña, vamos que los ponen verdes.
Parece que de esta forma realzan la maldad del aludido, cambio de criterio o simplemente los comunicadores se inviste previamente de un simulado “buenísmo”, para sentirse más autorizados a difundir la sarta de descalificaciones posteriores.
Lo cierto es que los gobernantes no gobiernan y que se han convertido en títeres del sillón, poder, dinero o “ambos tres”.
Desde el agujero oscuro ocasionado por la situación del coronavirus, su confinamiento, derivados sociales y económicos, se quiere que se acepte sin rechistar el << Donde dije “digo”, digo “Diego”>>.
Es realmente preocupante el desempleo en general y el de los jóvenes en particular. El futuro de la mediana y pequeña empresa, las grandes lo tienen claro, marcharse, así como otras muchas cuestiones más.
Por todo ello puede tenerse la duda razonable de que estamos asistiendo a una manipulación económica y social fomentada, que pretenden nos la traguemos al gusto, servidumbre y conveniencia de según quienes.
Existe un poder de intereses ocultos o no tan ocultos. Saramago decía, estamos en manos de Windows y Coca Cola. Quizá tenga toda la razón.
De cualquier forma, hay más gente buena que mala. El progreso acabará ganando la partida y el ser humano superará la actual situación.
Vamos… al menos eso quiero creer… porque de lo contrario solo nos queda tocar el <<ARPA>> en el puente “L´Assut d´Or”, obra del arquitecto Calatrava en Valencia.
Francisco Ponce Carrasco