DIARIO DE UN POETA EL DÍA QUE CONOCÍ AL POETA ALFONSO MONTEAGUDO

Alfonso Monteagudo, es un gran poeta, con un estilo propio, depurado y técnicamente perfecto, que no sé por qué, no se ha prodigado en publicar en demasía, quizás es por eso que, lo bueno debemos paladearlo despacio. Su poesía es rica en imágenes y con un lenguaje novedoso. En su poesía predomina la calidad y la técnica más depurada. Escrito por mí en una entrevista que le hice y publicado en el periódico cultural Granada Costa (mayo 2006).

Hoy en día existen tantas formas de escribir poesía, como poetas hay. En los dos últimos siglos, han existido diversos grupos literarios que marcaron una época muy definida. Cualquier persona que tenga un mínimo de conocimientos poéticos, conocerá esos hechos, que fueron de una importancia inimaginable para engrandecer y dar a conocer la literatura española. La generación del 98 (siglo XIX) y la famosa y esplendorosa a nivel internacional de la generación del 27. Una época que marcó un nuevo florecer en la literatura española, con poetas que han traspasado la frontera de la fama: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Manuel Altolaguirre, etc. Desgraciadamente, algunos de ellos fallecieron violentamente, ejecutados por desaprensivos e incultos, que su único objetivo era el que la cultura no fuese una herramienta de libertad.

              Posteriormente a la generación del 27. Ha habido diferentes grupos literarios importantes como: la del 36: Miguel Hernández, José Hierro, Luis Rosales, Leopoldo Panero, Ángela Figuera Aymerich, etc. Generación del 50 Julio Ramón Ribeyro, Carlos Murciano, Eduardo Zavaleta, José Durán Flores y diferentes movimientos poéticos: Surrealismo, creacionismo, cubismo, Dadaísmo, futurismo, Dandismo, etc.

              Hoy, existen una gran pléyade de poetas masculinos y femeninos que invade toda la piel de toro. Son poetas de una gran valía, muchos de ellos y ellas, novedosos, diferentes y con voz propia en la forma de escribir la poesía y sentirla. La mayoría de ellos y ellas, no están englobados en ningún cenáculo ni grupo. Sino que van a su aire. Aunque no me queda más remedio que decir, que algunos de ellos y ellas, no me llenan del todo. Ya que es una poesía que no me dice nada. La poesía debe ser emoción, música y creación. He escrito varias veces que, la mayoría de los poetas no cantan al amor. ¡Y sin amor, no existe nada! ¿Dónde encaja la poesía de Alfonso Monteagudo?… Alfonso Monteagudo, es un poeta único en su estilo. Independiente, un verdadero creador de la palabra, que busca a veces, lo más difícil de la creación poética, usa un lenguaje exacto, busca en el fondo de su intelecto palabras novedosas que a muchos pueden parecerle inexpresivas y no de uso diario. Pero a pesar de ello, pienso que Alfonso busca inconscientemente ese ideario, pero quien lo conocemos bien, sabemos que es un poeta de gran corazón, sensible, sincero extrovertido, sin dobleces y amigo de sus amigos. Un hombre, un poeta del que uno se puede fiar.   

              Hace muchos años que conozco a Alfonso Monteagudo, fue a raíz de defender un poema suyo, en un concurso de poesía que convocaba el poeta y amigo Esteban Pisón. Y debido a la defensa que hice del poema de Alfonso, este ganó el primer premio. Alfonso ha dicho en varias ocasiones que el día que me conoció le di suerte. Vale, pero creo que, si hubiese sido otro, igualmente hubiese obtenido dicho premio, ya que el poema, era de una gran calidad poética. Que es la línea ascendente que ha seguido Alfonso Monteagudo. Así lo acredita los dos magníficos libros que ha publicado últimamente.

              Alfonso Monteagudo, es un poeta que podríamos definir como hermético, pero, por otro lado, es un poeta de gran registro creativo, su poesía es altamente pensada y nunca usa ninguna palabra que antes, no haya sopesado, estudiado e incluso poetizado, a pesar de que sus poemas a algunos le puedan parecer herméticos, ya que, Alfonso usa un lenguaje que es una verdadera explosión de creatividad, y expresividad poética. Alfonso, es un poeta de gran registro creativo en donde siempre persigue la búsqueda de lo novedoso y siempre lo encuentra en su intelecto sensorial.

              Es un poeta que publica pocos libros, ya que es muy responsable y prefiere editar poco y cuando lo hace sean poéticamente buenos. Sus libros están llenos de bellas metáforas de hallazgos luminosos. Es un poeta que podríamos llamar independiente en su estilo. Aunque ha pertenecido a distintas asociaciones culturales y colaborado en distintas revistas y periódicos culturales.

              Mi relación con Alfonso ha sido, en algunos periodos de tiempo, intenso, ya que su vasta cultura y su apoyo han sido importantísimo para mi trayectoria como editor y director de revistas literarias. Siempre ha estado disponible para apoyarnos y participar en nuestros eventos literarios.

              Alfonso Monteagudo nació en León, aunque vivió en Madrid, Sevilla, Palma de Mallorca y actualmente en Jaén, donde ha encontrado un paisaje exuberante e idílico, para el reposo del guerrero, a pesar de que nuestro vate, es aún muy joven y su inmensa y sabia creatividad nos irá nutriendo de su bello y perfecto verbo que iluminará la gran trayectoria de su arte poético.

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

  VUELVE A SANGRAR MI LLANTO

Soy el indefenso testigo de mi irrealidad

viviendo la agonía de su desahucio

y tengo el temor de compartir en esta noche malherida

la turbadora quietud de las estatuas

oculto en la necrosis de mi invidente luz

Y vuelve a sangrar mi llanto

mientras resbalo por mi confusa sombra

oyendo los tañidos de mi insomnio

Sé que soy el turbio señuelo

de la última cacería del ocaso

Entre un silencio inhóspito

sus mastines intentan atraparme en las ciénagas

de mi propia levedad

cerca de los dioses bufones

Allí

sin fulgor ni sustancia

escucharéis

la demente cordura de mi epitafio

NAVEGUÉ POR TU MAR CLANDESTINO

Encendida por mis labios

gemiste

buscaba el carnoso refugio de tu sexo

sin límites

sin concesiones

Me extendí por tu mar clandestino

y arribé por ensenadas prohibidas

para aclararme en tu cíclope hermosura

buscando refugio en tu puerto

Anfitriona de todos mis sentidos

fuiste tersa playa poseída

de mi insaciable oleaje

en la pleamar del deseo

Gocemos de este fragante abordaje

de su secreta alianza

por los rosáceos velámenes del amor

Déjame sentir todo el clemente vigor del instinto

con el deseo mitigando su sed

Brindemos con plenitud

por este clemente desvarío

que despierten los soles nocturnos

de nuestra cómplice eternidad

Alfonso Monteagudo