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DIARIO DE UN POETA – EL DÍA QUE CONOCÍ AL ARQUEOLÓGO, CARTÓGRAFO, TOPONIMISTA, HISTORIADOR, EDITOR Y PERIODISTA JOSEP MASCARÓ PASSARIUS

Un emotivo testimonio sobre Josep Mascaró Passarius, figura clave en la arqueología y toponimia balear, narrado desde la memoria íntima del poeta que lo conoció y compartió con él largas conversaciones llenas de sabiduría.

Mascaropasarius

Por Josep Mascaró Pasarius - Personal collection of Josep Mascaró Pasarius, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=134008809

He aquí, un personaje inmenso, que, por desgracia, la mayoría de los jóvenes de hoy no conocen y, sim embargo, fue el artífice de que hoy, podamos conocer la historia antigua de las Islas Baleares. Pero no solamente era los que se describe en la presentación de este artículo, si no que era un hombre de un gran caudal de cultura, amable y bondadoso, aunque a veces pareciera un hombre cerrado en sí mismo, meditativo y ajeno a lo que pasaba a su alrededor. Nada más alejado de la realidad. Yo lo definiría como un hombre pensante, dialogante con su interior e incluso no me extrañaría que, en esos momentos, estuviera aclarando algún mal entendido con algún lejano antepasado.  

            Qué duda cabe, que Josep Mascaró Passarius, fue un hombre hecho a sí mismo: su formación fue autodidacta por circunstancias familiares y de la guerra civil española. trabajador empedernido, luchador, estudioso y dedicado en cuerpo y alma a lo que más le gustaba, al estudio sobre los antepasados que poblaron las Isla Baleares en su conjunto. Estudiando cómo vivían y quienes eran. Hay que reconocer -y así se ha hecho, en todos los homenajes que se le han tributado en el centenario de su nacimiento-, que sin Mascaró Passarius, la historias de las Islas Baleares no sería completa.

            Josep Mascaró Passarius, nació en el bello pueblo de Alayor, (Alaior), ((Menorca) en 1923 y falleció en Palma en 1996. A los 18 años se alistó en la Legión Española y allí, en el Gabinete de topografía se formó en la técnica de la cartografía. Apasionado de la arqueología, en 1946 se decidió realizar un mapa de Menorca, sobre el que colocaría todos los monumentos prehistóricos de la Isla, además de los Topónimos de la Isla, caminos, etc.

            En 1952 emprendió la realización del Mapa General de Mallorca, que acabó en 1962, entre otras muchas más iniciativas. Recibió la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de Baleares en 1996. Fue miembro correspondiente de la Academia de la Historia y Bellas Artes de San Fernando. Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Sebastián. En 1996 recibió la medalla de Oro de las Islas Baleares y fue proclamado hijo Ilustre de Alayor. En 2004 fue distinguido con la taula d´Or del Premio María Luisa Serva, del Consejo Insular de Menorca.

            En un escrito de la profesora Emérita doña María Vives Gomila publicado en el periódico Granada Costa, el 30/01/2024, destaca la inteligencia y capacidad de Mascaró Passarius. “Realizó un trabajo gigantesco la mayoría de las veces con pocos medios”. El periodista Carlos Garridos, que trabajó con Mascaró Passarius, lo define como “Un tío echado para delante” Que se iba en bicicleta por el campo para hablar con los payeses y recabar toda la información posible de Mallorca y Menorca.

              Son muchos los artículos que se han escrito, sobre este personaje de una dimensión humana fuera de dudas. Creo que, de toda su basta obra publicada, no cabe duda que la más importante de ellas ha sido “Historia de Mallorca” que se compone de 15 volúmenes (1970-1975). Además, ha publicado: “Croquis arqueológico de la Isla de Menorca”, (1951). “Mapa general de Mallorca”, (1952-1962). “Els Monuments megaliticsa l´illas de Menorca”, (1958). “Corpus de Toponimia de Mallorca”, seis volúmenes, (1962-1967). “Prehistoria de las Baleares”, (1968). “Plano general de Palma”, (1968). “Prehistòria de Menorca”. Una Aproximación a la seva Conoixença (1980. Etc.

              Conocí a Josep Mascaró Passarius allá por los años 1979-80, en que me puse en contacto con él, para que fuese miembro del jurado de poesía de Primavera de Palma de Mallorca, que por entonces convocaba la revista “Sa Roqueta”, y que un servidor dirigía. Recuerdo que vivía cerca de la plaza de las Columnas, él acepto y quedamos en vernos a una hora acordada, en el bar Mónaco, ubicado en lo que hoy es Carrer Nuredduna y anterior a la democracia Arturo Rizzi.

              Lo esperé en la puerta del bar, y lo vi llegar: alto con su perenne barbilla y un poco inclinado hacia adelante, pienso que, debido a las veces que se había inclinado hacia el suelo. El también me reconoció, por algunas fotografías mías aparecidas en la revista y en una entrevista reciente que me había hecho el poeta y periodista Quinito Caldentey, para el periódico “Diario de Baleares”, periódico en que Mascaró Passarius escribía, artículos y entrevistas. Tras saludarnos efusivamente entramos en el bar y pedimos sendas bebidas y, lo mejor, estuvimos hablando más de una hora –(no estaba mal, en una primera cita-). Era una delicia escucharlo hablar. A partir de entonces, mantuvimos muchas charlas en dicho bar, ya que él era una enciclopedia viviente, sobre todo, en lo acaecido en las Islas Baleares y especialmente la de Mallorca, a la que tanto quiero. 

              Cada vez que paso por la calle Nuredduna y la plaza de las Columnas, me parece verlo venir a mi encuentro. Pasé muchos ratos enriquecedores para mí. Nunca te olvidaré recordado y querido amigo de mis años balbucientes de mis luchas por hacer cultura y, me viene a la memoria, las veces que acudía al periódico “Baleares” para llevar las notas sobre los actos culturales que organizábamos para que se publicase en dicho periódico, para ello, tenía que esperar hasta que todas las galeradas hubieran pasado por los correctores, esperanzado que quedase un hueco para que se incluyese, la notas que llevaba. Afortunadamente, siempre hubo un hueco en él periódico. Recuerdo a los correctores: Rafel Jaume, del cual ya escribí en esta misma página y mi inolvidable amigo el poeta y corrector, Heraclio López Bonilla del que escribiré en fechas próximas.

Marcelino Arellano

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