DIARIO DE UN POETA – EL DÍA QUE CONOCÍ A LA POETA MARGARITA JOY GONZÁLEZ

Conocí a la poeta Margarita Joy siendo yo presidente de la Agrupación Hispana de Escritores. Llegó a nosotros como tantísimas otras personas llegaron, unos porque les gustaba la cultura, y otros porque querían conocer nuestras actividades y darse a conocer. No sé realmente en qué año exactamente llegó a nosotros Margarita Joy. Debería ser sobre los años 1980, siendo yo presidente de la Agrupación Hispana de Escritores (aunque anteriormente a esa fecha y, una vez creada la delegación en Mallorca, hubo dos presidentes anteriores a mí: el primero fue un entrañable amigo, Francisco Argente, y posterior a este fue Jaime Negre, con el que tuve algunos encuentros verbales en relación a la política a seguir por la AHE, quería que se involucrase a políticos en nuestra agrupación, cosa a la que yo me opuse, y eso fue motivo para que abandonara la agrupación).

            Por lo tanto, Margarita Joy tuvo que llegar a nuestra asociación al final del mandato del Sr. Negre o a principios de ser yo nombrado delegado-presidente para Baleares de la AHE. Fuese como fuese, fue a partir de ese momento cuando recuerdo más nítidamente a Margarita Joy. Recuerdo que, la primera vez que la vi, me causó una muy buena impresión. Era una señora muy educada y cariñosa, trabajaba como fisioterapeuta.

            Margarita nació en San Fernando (Cádiz), falleció en Palma el año 2004. Contrajo matrimonio con un señor mallorquín, amable y generoso, tuvieron varios hijos. Vivían en un chalet por la zona de Son Armadans, en el jardín de su chalet pasamos muy buenos ratos en las noches del estío, donde nos invitaba a un grupo de socios a cenar y a pasar una sobremesa entre lecturas de poesías y alguna que otra canción.

            Margarita publicó varios libros de poesía, su estilo primigenio era sencillo, pero no falto de chispa, sinceridad y con un vocabulario poético sorprendente. Su poesía, casi siempre escrita en rima, sabía darle unos giros musicales que le salían del corazón y sonaba muy bien al oído, debido a ello, cada vez que leía un poema suyo en un acto cultural era calurosamente aplaudida por el público asistente. Se trata de una poesía sentida y sorprendentemente muy bien construida, si tenemos en cuenta que sus estudios fueron rudimentarios, motivado por la época que le tocó vivir.

Un día me llamó para pedirme si podía venir a visitarme a mi casa una tarde de sábado (pero sin decirme para qué), quedamos a una hora y, efectivamente, abrí la puerta de mi casa para recibir a Margarita y a su marido, una vez instalados en mi escritorio, me pidió que le escribiera el prólogo de un libro de poesía que estaba preparando y que, en su día, hiciera yo la presentación del libro. Acepté encantado ambos encargos, ya que era para mí un placer escribir el prólogo y hacer la presentación de él. Se presentó en el salón de actos de la Caixa, ubicado en las Avenidas de Palma. Ese día la sala en donde cogían más de 100 personas estuvo llena y bastantes personas tuvieron que permanecer de pie durante el acto. El día que vino a verme le sugerí que los versos fuesen largos, ya que así tendría más capacidad para desarrollar su poética, y se alejara del verso corto, ya que todo era rima o copla y, si no estaba bien escrito, resultaba vacío y con una musicalidad forzada. El libro lo tituló Retazos de amor y de vida. Lo publicó en el año 1989. Me van a permitir que ponga en esta semblanza de ella unas palabras de las que escribí en el prólogo: …/ Margarita busca la libertad, su libertad como persona y como poeta. Va más allá de la propia verdad. Porque la verdad que ella busca es el amor en quien la rodea. El amor compartido con su familia, con sus amigos: el amor en definitiva hacia el género humano. Ya que ella es todo sentimiento y amor.

Margarita va mejorando día a día, poema a poema. Quizás sus poemas son desiguales, pero tienen para mí algo muy importante: la luminosidad de su contenido y la realidad de su continente…/ Margarita, en este nuevo libro de poesía Retazos de amor y vida –retazos todavía–, en una amalgama de imágenes, belleza y sentimientos, avanza decididamente por el camino del verso y hace brillar en una fe constante en lo que la rodea. Margarita necesita esa luz entre brumas para escribir y plasmar en las hojas vírgenes todo el caudal de vivencias y amor que la embargan y que deja entrever en sus amorosos poemas, como una idealidad de sueños en sus mañanas de primavera y rocío…./.

El tiempo hizo de ella una magnífica poeta, con un estilo muy personal, amoroso y resplandeciente. Tuvo en cuenta mis indicaciones de que expresara su sentir en verso largo y eso fue en ella un revulsivo para mejorar extraordinariamente. Todos los miembros de la AHE lamentamos muchísimo su fallecimiento y, aunque ya hace 18 años, la seguimos recordando con cariño.

Marcelino Arellano Alabarces

HORAS MELANCÓLICAS

Hoy te miro detrás de los cristales

a medianoche, con el semblante apagado,

un susurro de sollozos y recuerdos

se encierran en la sombra de mis párpados.


Agotadas las horas melancólicas

porque acaba la desolada quimera,

donde viejos y mustios otoños

deshojaron los rosales escondidos, tras la vereda.


Tumulto de sombras en desorden

caminan hacia los mares solitarios,

húmedas como las lágrimas de mis ojos,

tristes como un ocaso sin destino.


Dime noche amiga, misteriosa y fantasmada,

¿qué forma de querer es la que siento?

Si ante el amor desnudo soy fuego,

y ante la flor temprana, soy savia desmesurada.


Y como la caricia del ala de una mariposa

que vuela, rozando el cristal desde el que miro,

mirada tras mirada y verso a verso,

voy engarzando orquídeas, lirios y azucenas,

allá donde mis sueños se funden cada madrugada.

Margarita Joy González

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