DETRÁS DEL MURO: Un alma acosada
Aquí, entre estos muros, me alejo. Me escapo de los tumultos y aglomeraciones.
Nadie me hostiga. Nadie me acosa.
Tengo la sensación de tomar aire, e imagino que es limpio.
¡Lástima que mi evasión dure tan poco!
Este trozo de espacio puede ser tranquilo. Pero lo de mí alrededor inquieta.
¿Qué es una persona acosada?
Un alma perdida para siempre. Inconciliable. Es alguien que jamás podrá encontrarse así mismo, porque él mismo es una duda.
Alguien así, no es nadie. Alguien así está perdido en el mundo.
¿Habría sido mejor tomar una decisión?: Actuar contra lo que me intranquiliza.
Contra el agresor.
Buscar la muerte con la esperanza de la gloria, la esperanza de la vida.
Ni el hombre más sabio podría contestar sobre las reacciones de alguien acosado.
Una persona acosada, si no reacciona, es alguien perseguido siempre.
Muerto.
Aquí, en este trozo de espacio, me quedé toda la noche. Y pensé.
Finalmente, tomé una decisión, tuve un acto de valentía, pero mediatizado por la ponderación de las circunstancias.
Y aun así, hay una primera liberación de la tensión del acoso.