Detener la deriva del mundo – A TODA COSTA
Apenas hemos regresado del tiempo de vacaciones, entramos en periodo de reflexión
Nos imbuimos de buenos propósitos, proyectos a desarrollar, metas de trabajo y también personales, como iniciar dietas o dejar de fumar.
Es como si este nuevo curso-ciclo en septiembre, hiciéramos un pequeño balance de lo acontecido para corregir errores y trazarnos caminos de enmienda.
Con esta idea en la cabeza, me tomo la licencia de transcribir ahora, un párrafo extraído de un relato, del para mí, admirable escritor Paulo Coelho que dice:
«El padre estaba intentando leer el periódico, pero el hijo pequeño no cesaba de molestarlo. Ya cansado de aquello, arrancó una hoja, que mostraba el mapa del mundo, la cortó en varios pedazos y la entregó al hijo.
-Mira, ahí tienes algo para hacer. Acabo de darte el mapa del mundo y quiero ver si consigues montarlo exactamente como es.
Y volvió a leer su diario, sabiendo que aquello mantendría al niño ocupado el resto del día. Quince minutos después, no obstante, el chico volvió con el mapa montado.
-¿Es que tu madre te estuvo enseñando geografía?
-Preguntó el padre, aturdido.
-Ni sé lo que es eso -respondió el niño-. Es que en el otro lado de la hoja había el retrato de un hombre. Y una vez conseguí reconstruir al hombre, también reconstruí el mundo.»
Es como si al grito de ¡sálvese quien pueda!, todos buscáramos salidas sin reparar en las posibles consecuencias que puedes provocar a terceros en nuestra, frenética marcha hacia objetivos que entendemos nos puede proporcionar lo que se considera, como la gloria empresarial o de ego personal.
Creer y crear, son palabras muy parecidas y no por casualidad.
Uno pone su voluntad y abre en su mente un espacio, que más tarde el discurrir de la vida se encarga de rellenar.
El código de las buenas prácticas, la conciencia de actuaciones correctas, estudiadas y sobre todo profesionales y humanas, son las únicas que realmente nos pueden dar plena satisfacción interna para sentirse a gusto con uno mismo; ideal no siempre fácil de alcanzar.
Francisco Ponce Carrasco