CUANDO LOS MENORES PONEN FIN A SU VIDA

Según la OMS el suicidio, en la franja de 15 a 35 años, es el mayor problema de salud pública en Europa. A nivel de España, según “Safe the Children“[1], son muy similares los porcentajes por muerte por accidente de tráfico y las producidas por suicidio. Su estudio sugiere que la primera causa de muerte entre jóvenes y adolescentes entre 12 y 29 años, es el suicidio. En 2022 se suicidaron en nuestro país 12 niños de 10 a 14 años. El mismo desenlace lo protagonizaron 72 adolescentes de 15 a 19 años en 2022, Estos datos indican que el número de suicidios en adolescentes españoles aumentó un 32,35% entre 2019-2021, pasando de 34 a 45 fallecidos, según recoge el INE.[2]

El hecho de que en el año 2021 aumentara su número un 57% con relación al año anterior, siguiere que la pandemia impactó en la salud mental de los niños, niñas y adolescentes[3]. Pero realmente no está claramente identificada la motivación que lleva a estos menores a tomar una decisión tan drástica como terminar con su vida. Los estudios al respecto nos indican que generalmente la motivación puede estar asociada a situaciones en las que se ven envueltos estos menores, que les desbordan y que creen que son incapaces de resolver. El informe de la Fundación Anar[4] señala como situaciones de alto riesgo para pasar al acto de matarse: la violencia contra ellos (60,9%) y la salud mental (27,4%) son los problemas más destacados de los asociados a la conducta suicida, con un incremento de la incidencia de estos últimos en el periodo 2019-2022, pasando de alcanzar el 17,9% en 2019 al 34,5% en 2022. Entre todas las violencias, son las más frecuentes: Acoso, Ciberbullying y otras dificultades en el ámbito escolar (21,4%), Maltrato físico (14,7%), Maltrato psicológico (10,4%), Agresión sexual (7,2%) y Violencia de género (3%). En salud mental, se pueden destacar tres grandes problemas asociados a la conducta suicida: Autolesiones (13,7%), Problemas psicológicos (8,7%) (entre los que destacan tristeza y depresión, ansiedad y trastornos de la alimentación) y problemas de conducta (4,4%). El perfil más vulnerable es el de una mujer adolescente, de entre 13 y 17 años (media de 15), de familia migrante con bajo rendimiento escolar. En el caso de los menores de 12 años, el motivo estaría unido al acoso escolar ligado a un rendimiento escolar alto. Otras causas que aumentan el riesgo o ideación suicida son la discriminación o exclusión por padecer algún tipo de discapacidad, provenir de familias migrantes o formar parte del colectivo LGTBIQ, porque estarían más expuestos a discriminaciones y exclusiones.

Frente a estos datos, es importante  que la sociedad tome conciencia de este problema. Existen muchos falsos mitos ligados al miedo a dar visibilidad al suicidio de  niños, niñas y adolescentes. Falsos mitos tales como por ejemplo:  “no hace falta hablar de ello”, “si hablas de ello das ideas y aumentas el riesgo de que se produzcan”, “quien dice que quiere suicidarse no lo hace”,  etc.  Pero hablar de suicidio es una forma de empezar a prevenirlo. Hablar  e informar “no es dar ideas” que favorezcan que se ponga en práctica. Porque poder hablar, y también saber escuchar, es la única forma de detectar las inquietudes de nuestros hijos e hijas, y por tanto de poder prevenir. Escuchar, estar en disposición de atender el malestar de estos menores, es un elemento que muchas veces se desatiende, porque aparentemente estos menores pueden llevar  “una vida normal”. de ahí la importancia de tener en cuenta que determinadas situaciones pueden señalar  la existencia de un riesgo de ideación suicida o de ejecutar el suicidio. Pero muchas veces, a pesar de que están emitiendo muchas señales de petición de auxilio, no somos capaces de reconocerlas. En nuestro país, es importante recordar los suicidios de las hermanas de Sallent o el de Jokin Cebeiro Laboa de Fuenterrabia por el tema del bullying, que a pesar de que dieron muchas señales, no se los tomaron con la debida consideración y finalmente terminaron con su vida.

Existen diferentes tipos de señales que nos pueden hacer pensar en un riesgo de conducta suicida: autolesiones (que pueden o no provocar la muerte), ideación suicida o suicidio consumado. En algunos casos, los padres y profesionales pueden quedarse sorprendidos frente a suicidas que no habían, aparentemente, dado señales previas de que querían acabar con su vida. Por eso se debe estar atento a determinadas situaciones de riesgo y no pensar que son debidas a la “crisis típicas de la etapa adolescente”. Hay que tener especial cuidado cuando: padezcan una enfermedad mental; presentan cambios en su conducta, rutinas, hábitos, apatía o cambios de humor significativo sin causa aparente; dejen de relacionarse con familiares o amigos y se encierren en sí mismos o en su habitación; si se observan cambios significativos en el dormir o en la alimentación; descuidan su aspecto físico; hablan abiertamente de que “se quieren matar o que quieren dejar de ser una molestia”; tiene un consumo de drogas y alcohol de riesgo; o muestran una tendencia a actuar de manera arriesgada o autodestructiva. Como una forma de prevención, recomendaría especialmente a los padres y madres que controlaran en que webs están sus hijos e hijas. Porque existen webs que explican como suicidarse y otras que enaltecen el acto del suicidio. El control responsable de Internet por parte de los padres es recomendable, siempre, como una media de protección de sus hijos. Muchos padres malinterpretan el respetar la intimidad de sus hijos e hijas y descuidan un tema tan importante como los riesgos de Internet.

Para empezar a dar soluciones a este grave problema, recientemente se ha puesto en funcionamiento, a nivel nacional,  una campaña de atención a la conducta suicida. Se trata del teléfono 024. Este número está  dirigido a personas con conducta o ideación suicida y a familiares o amigos de los mismos. Como no es una alternativa a una consulta con profesionales especializados en salud mental, muchas veces la red pública no tienen capacidad para asistir a estas personas. Según la Fundación Anar, entre  2019 y 2022, sólo el 44% de los niños, niñas o adolescentes con conducta suicida ha recibido tratamiento psicológico. Otra iniciativa ha sido la elaboración del “Manifiesto y guía para el abordaje del suicidio en la infancia y la adolescencia”[5] de la Xarxa de Drets dels Infants de Barcelona (XDI), que fue presentado el pasado 13 de setiembre. El manifiesto presenta tres grandes líneas de actuación: prevención, detección y actuación. De las que destacaríamos la necesidad de articular el Código Riesgo Suicidio, no solo en Catalunya sino en toda España, en diversos ámbitos profesionales para poder tener una estrategia clara de respuesta a través de planes de crisis o medidas de urgencia (en la detección de una alerta) que partan de un sistema de niveles de alerta específicos para en el abordaje del suicidio; y acceder a formación específica y especializada en la valoración de casos y aprovechar las figuras de coordinación del bienestar de los diversos sectores socioeducativos, Tal como indica la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia. Como les decía, la mejor forma de prevenir el suicidio de niños, niñas y adolescentes, como les decía, es dar visibilidad al problema y poner los instrumentos de atención sobre esta población desde los diferentes servicios de salud mental.  

Dra. Carme Tello Casany

Psicóloga clínica

Presidenta Associació Catalana per la Infància Maltractada ACIM

Presidenta Federación Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil FAPMI

[1] https://www.savethechildren.es/actualidad/suicidios-adolescentes-espana-factores-riesgo-datos

[2]https://www.eleconomista.es/salud/noticias/12425767/08/23/la-tasa-de-suicidios-no-deja-de-aumentar-en-espana-sobre-todo-entre-los-jovenes.html

[3]https://www.elperiodico.com/es/sanidad/20221219/suicidios-menores-aumentan-espana-2021-80189456

[4] https://www.anar.org/la-fundacion-anar-presenta-su-estudio-sobre-conducta-suicida-y-salud-mental-en-la-infancia-y-la-adolescencia-en-espana-2012-2022/

[5] https://ajuntament.barcelona.cat/dretssocials/sites/default/files/arxius-documents/manifest_prevencio_suicidi_en_la_infancia_ladolescencia_2023.pdf