CREPÚSCULO

Rompen con tus ojos
las olas del mar
y los rayos
fulminantes de tu sol.
Tus manos se tiñen
de luz blanca
y el cielo se vuelve
contra ti.
Tú, tierra fuerte,
has roto por siempre
con tus cadenas de oro.
Y las olas se rebelan
contra el azul marino.
El cielo y la tierra
parecen uno,
y el mar solo,
ondulante,
te besa los pies
hasta mañana.
