CONOCIENDO A… MARÍA JESÚS LÓPEZ

María Jesús López Palomar

La entrevista a María Jesús nos ofrece una visión única de una vida marcada por la sensibilidad, la espiritualidad y la resiliencia. A lo largo de la conversación, podemos apreciar cómo su infancia en Madrid en la década de los años 60 la influenció y moldeó, creciendo como hija única en una familia que ya había enfrentado la pérdida de una hija anterior. Sus experiencias en la educación temprana, especialmente en el Colegio Natividad de Nuestra Señora, destacan la importancia de las relaciones con los educadores en la formación de un niño.

María Jesús comparte su profundo amor por la historia del arte, explicando cómo su fascinación por la belleza y la estética la llevaron a estudiar Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid. Su pasión por los libros y la poesía, junto con su inclinación espiritual, se entrelazan a lo largo de la entrevista, y se destaca cómo la poesía ha sido una forma de expresar sus emociones y creencias a lo largo de su vida.

A medida que la entrevista avanza, María Jesús habla de desafíos significativos en su vida y cómo los ha enfrentado con fuerza y fe, apoyándose en su espiritualidad. Ofrece consejos inspiradores para aquellos que buscan fortaleza en los libros y la espiritualidad en tiempos difíciles.

Finalmente, María Jesús comparte su filosofía de vida, centrada en la empatía y el respeto, y reflexiona sobre la importancia de vivir el presente y agradecer las pequeñas cosas de la vida. Su mensaje final destaca la capacidad del ser humano para superar desafíos y crecer a través de las experiencias de la vida.

La entrevista a María Jesús nos brinda una visión valiosa de una vida enriquecida por la pasión por la belleza, la literatura y la espiritualidad, así como lecciones de resiliencia y gratitud. Ahora, sin más preámbulo, damos paso a la entrevista:

  • María Jesús, ¿cómo te definirías en tres palabras?

No me resulta fácil responder a esta pregunta pues creo que todos somos mucho más, pero hay unos rasgos que han sido muy constantes en mi vida. Hipersensible, espiritual y resiliente.

 Me considero resistente, que ahora la psicología la viene a llamar resiliente. Por muy fuerte que fueran los vientos he sido como el junco que me doblaba hasta abajo pero nunca me llegaba a romper del todo. A veces me he visto resurgiendo de mis propias cenizas como el ave fénix.

En cuanto a la espiritualidad es como una segunda piel además el ser una persona hipersensible también me hace tener una ” piel muy fina” con las ventajas e inconvenientes que ello conlleva. Entonces sí serían esas tres; Espiritual, Altamente sensible y resiliente.

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  • Cuéntanos sobre tu infancia, ¿cómo era crecer en Madrid en la década de los años 60?

Crecí como hija única de padres mayores que ya habían perdido a su única hija antes de nacer yo y ya pasaban de los 40, cosa que por aquellos años era una extrañeza, tanto su edad como el ser hija única ya que lo normal por la época era ser familia numerosa.

Era una niña introvertida y tímida que me entretenía bastante bien sola. Tenía un par de amigas y en aquel Madrid de los sesenta lo normal era jugar en la calle que en mi caso era una calle céntrica, la calle Padilla, y no había peligro o no se sentía. La infancia marca y esos recuerdos quedan grabados en la mente y en el alma.

Me gusta la descripción de Machado “Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”.

  • ¿Qué recuerdos tienes de tu tiempo en el colegio Natividad de Nuestra Señora, cómo influyó tu educación en el Liceo Escolar en tu desarrollo personal?

En el Colegio Natividad de Nuestra Señora, salvo excepciones, mis recuerdos son más bien amargos. Sentía que no encajaba y no entendía por qué las monjas eran tan duras conmigo. Recibía castigos que servían de burla y escarnio y que nunca entendí. Me volví más retraída y cada vez sentía más temor y menos ganas de ir al colegio. Estas experiencias en una edad muy temprana dejan una huella que te acompaña durante toda la vida. Al principio lo callaba por no disgustar a mis padres ¡que se habían esforzado incluso por llevarme a ese colegio! Al acabar la primaria me trasladaron al Liceo Escolar.

 En el Liceo Escolar inicié una nueva etapa de Bachillerato y fue un verdadero Alivio. Era una educación más abierta impartida por profesores y nunca sentí rechazo ni violencia. Fui más feliz aunque ya arrastraba un poso de dolor que me impedía desarrollarme plenamente a todos los niveles. Ahora se sabe muy bien que los primeros años de vida son de vital importancia para el desarrollo tanto intelectual como psicológico del niño.

  • ¿Qué te atrajo inicialmente hacia la historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid?

Lo que me atrajo a estudiar historia del arte era que desde pequeña me fascinaba contemplar la belleza, una postal, una flor, un edificio o algo que me resultase estéticamente bello, ejercía sobre mí un poder fascinante.

 De adolescente visité el Prado por primera vez y ver tanta belleza junta me deslumbró. Además, también descubrí que algunos cuadros como la Anunciación de Fray Angélico o el Descendimiento de la cruz de Van der Weyden por mencionar algunos despertaban y agrandaban mi parte más espiritual y mística. Cuando hacía algún viaje además de disfrutar del paisaje y la naturaleza, que por cierto también me parece una obra de arte de la creación, quería visitar todos los museos, iglesias, catedrales…casi ansiosamente. Creo que ese conjunto de cosas despertó el deseo de estudiar Historia del Arte.

  • Cuéntanos sobre tu carrera como funcionaria en el Instituto Nacional de Estadística. ¿En qué consiste tu trabajo allí?

Mi vida laboral en el Instituto Nacional de Estadística, desde el principio fue enriquecedora, aunque mis inclinaciones iban en otra dirección, se dio la oportunidad en el momento preciso y tras un contrato inicial satisfactorio me decidí a preparar unas oposiciones para personal interno que considero que fue un gran acierto en mi vida.

Mi trabajo allí excepto los primeros años fue un trabajo en equipo, en Verificación y planificación de recogida de datos y control de calidad para la encuesta de población activa y en menor medida de presupuestos familiares.

También pude desarrollar una de mis facetas artísticas pues formé parte del Coro del Instituto desde sus inicios hasta su extinción en el 2020 representando al I.N.E en eventos de carácter nacional y alguno internacional en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Esta expresión artística daba un equilibrio a un trabajo puramente técnico.

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  • ¿Cómo balanceas tu trabajo con tus intereses personales y tu vida familiar?

Balancear mi trabajo con mis inquietudes personales y vida familiar en estos momentos de mi vida es más fácil que en etapas anteriores. Mis hijos que son mi única familia a día de hoy ya son mayores y lógicamente no demandan esa cantidad de tiempo y esfuerzo de cuando eran pequeños donde mis intereses personales pasaron a un segundo plano.

 La lectura y los libros siguieron formando parte de mi vida porque han sido más bien mis compañeros de camino. Bien es verdad que adapté el tipo de lectura a lo que esos momentos demandaban. Por aquella época leí mucho sobre crianza infantil, psicología y lectura práctica para afrontar las distintas etapas y edades de mis hijos.

De todas formas, creo que la mejor manera de enseñar a un hijo es con el ejemplo, lo que quieras que sean tus hijos (no me refiero a la profesión) han de verlo en ti pues las palabras por sí solas no mueven ni motivan pero el ejemplo arrastra.

  • ¿Cómo has logrado criar a dos hijos mientras te desarrollabas profesionalmente?

He logrado criar a mis hijos como casi todas las cosas grandes en la vida, con trabajo, esfuerzo, voluntad, grandes dosis de amor y paciencia y sentido de la responsabilidad. Responsabilidad que en mi caso al ser familia monoparental tras mi separación matrimonial yo sentía que era mayor.

En los momentos más duros de mi vida siempre he recurrido a mi parte más espiritual (también ha estado presente en los momentos felices) me daba fuerza para afrontar, llevar y sobrellevar tantos desafíos inherentes a la condición de madre.

  • ¿Puedes hablarnos más sobre tu amor por los libros? ¿Hay algún libro en particular que haya dejado una impresión duradera en ti?

Mi amor por los libros es desde que tengo recuerdos. Mi primer libro con el que aprendí a leer, aparte de los típicos cuadernos de Rubio de la época, se llamaba “Mi pequeño Mundo” y paradójicamente fue el descubrimiento a un GRAN MUNDO, el de los libros.

 Ahí descubrí que los libros contaban historias, te hacían soñar, reír, llorar, imaginar y un infinito mundo de posibilidades. Debí aprender a edades muy tempranas que con los libros, la soledad no se sentía, al menos el tiempo que durase la lectura

Este Mi Pequeño Mundo aún lo conservo, roto, cosido, pero ha sobrevivido a todas las mudanzas.

Hay libros que efectivamente han dejado una huella duradera en mi dependiendo la etapa que estuviera viviendo en ese momento. De niña con Enid Blyton y Elena Fortún era feliz. Los leía y releía y en una ocasión le cambié a una amiga una colección de Enid Blayton por objetos personales míos.

En mis inicios de lectura de adolescencia me entusiasmé con las Hermanas Brontë y su Jane Eyre y Cumbres borrascosas, ese amor efervescente y la pasión que describían me cautivaron completamente.

También García Márquez y sus Cien años de soledad tuvo una impronta en mí con ese “realismo mágico” sucedían unas cosas tan increíbles en Macondo y a sus personajes que, aunque parecieran imposibles a mí me hacían creer que podrían serlo y que las cosas más mágicas y hasta milagrosas podrían suceder. Quizá por esa capacidad que tengo para creer en lo no visible, en lo que no te alcanza con los ojos ni la razón.

Y no quiero dejar de mencionar el libro que me adentró en un Madrid que, aunque de otra época seguía siendo la ciudad que yo había nacido. Me desveló un Madrid para mi desconocido y que Galdós tan genialmente describió en su novela Misericordia. Un Madrid con la pobreza extrema, la mendicidad mezclada con las clases favorecidas, donde Galdós nos muestra cómo en el corazón de las personas se albergan toda clase de sentimientos, desde los más nobles y puros hasta los más bajos y ruines y que las clases sociales no hacen distinción en esto. Para mí no fue simplemente una novela bellísima sino una lección de filosofía moral y ética con grandes dosis de ternura y reflexión.

  • ¿Qué te llevó a interesarte por la poesía y cómo ha influido en tu vida?

Mi interés por la poesía también viene de mi infancia. Escuchaba a mi madre recitar versos y poemas que me parecían tan bellos y recitados por ella sonaban a música celestial. Solía decirle que me volviera a recitar unos y otros algunos los aprendí de memoria y aún los recuerdo.

No fue hasta la adolescencia con los primeros amores románticos que empecé a expresar sentimientos en verso que siempre terminaban en un cajón. A lo largo de mi vida en momentos o situaciones que eran trascendentes para mí también lo plasmaba en versos que en la mayoría de los casos tenían el mismo destino.

Pero fue Machado el poeta que más me adentró en el mundo de la poesía. Su amor por Castilla y sus campos llenos de sencillez, con sus ríos, campos, olmos y chopos me trasladaban al pueblo donde pasaba los veranos en mi infancia y me hacían sentir que el pueblo tenía el mismo olor y sencillez que sus versos. La poesía ha influido en mi vida como lo que es para mí, sentimientos, belleza y como expresé en mi poema “Oda a la poesía”, una parte invisible que eleva al hombre hacia Dios.

  • ¿Has compartido alguna de tus poesías con otras personas? ¿Cómo reaccionaron?

He compartido algunas de mis poesías en escasas ocasiones y en cuanto a cómo han reaccionado ha sido con sorpresa y agrado y casi siempre animándome a continuar escribiendo.

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  • Mencionaste una atracción por lo místico espiritual en tu infancia, ¿Cómo ha evolucionado ese interés a lo largo de los años? ¿Ha influido ese misticismo en tu poesía?

Mi interés místico y espiritual ha evolucionado al mismo tiempo que yo. Digamos que lo traía innato y aunque de niña yo ya sentía cosas que no les ponía nombre, ahora y hace tiempo sé que era ese agrado y gusto por lo místico.

Recuerdo de niña una postal que se guardaba en la caja de las postales y las fotos, solía entretenerme mucho mirando las que más me gustaban.

Había una que recuerdo era en blanco y negro y era un claustro de iglesia o monasterio que alguien había enviado a mis padres y a mí me daba paz mirarla. Me gustaba tanto mirarla y contemplarla que creo la tenía desgastada.

Solo recuerdo de esa caja esta postal y otra de una niña y un perro bellísimos. En algún traslado se perdieron, pero en mi mente siguen nítidamente.

El misticismo también ha influido en mi poesía, al igual que ha influido en muchas de las expresiones y acciones de mi vida. En concreto en la poesía, a modo, creo, de agradecimiento o de alabanza hacia Dios.

  • ¿Tienes alguna práctica espiritual o filosofía de vida que sigas en la actualidad?

No tengo una práctica habitual estrictamente hablando. Para mí orar es conversar con Dios, digamos que tengo una relación especial con él. Además, la cotidianidad de la vida también se puede vivir con un sentido espiritual, como decía Santa Teresa, Dios también está entre los pucheros.

De todas formas, desde hace años, una parte de las vacaciones de verano me retiro a alguno de los maravillosos monasterios que hay a lo largo de la geografía española y encuentro un reposo y una paz que cada vez necesito más en medio del caos y el ruido mental y físico a que estamos sometidos en la actualidad. He llegado incluso a levantarme a maitines (a las cuatro de la mañana) para escuchar a los monjes los cantos gregorianos.

Mi filosofía de vida es simple, respetar a todos los seres vivos personas y animales (amo mucho a los animales) y tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí.

  • ¿Qué consejo le darías a alguien que busca encontrar fuerza y motivación en los libros y la espiritualidad en momentos difíciles?

Bueno, si ya tienen ese deseo de búsqueda es un buen principio. Pues les diría que los libros son buenos amigos para acompañarte si te encuentras en soledad y mejores maestros.

Que se guíen por la intuición a la hora de leer un libro, suele ocurrir que aparece lo que estás necesitando en ese momento o al menos esa ha sido mi experiencia. Hay una frase que a mí me gusta que dice, cuando el alumno está preparado aparece el maestro, y los libros son grandísimos maestros.

Y en cuanto a la espiritualidad, si la están buscando es porque tienen esa pequeña chispa ya algo encendida y solo tienen que avivarla.

Creo que todos somos seres espirituales, somos un espíritu que habita un cuerpo y no al revés. Por tanto, el primer paso es desearlo y si se necesita más, también se puede pedir. Jesús dijo: “Pedid y se os dará, buscad y hallareis”.

  • ¿Has considerado alguna vez publicar tus escritos ya sean poesías o reflexiones personales?

La verdad es que nunca he pensado en la posibilidad de publicar nada, siempre que he escrito algo lo he hecho para mí porque ha sido la forma de expresar de alguna manera alguna emoción o sentimiento.

  • ¿Cuál ha sido el desafío más grande que has enfrentado en tu vida y cómo lo superaste?

Han sido bastantes y no precisamente pequeños, pero siempre los he hecho frente de la misma forma: sin huir ni evadirme, con dolor y sufrimiento, pero con esperanza recordando una frase que me decía mi madre y que yo he transmitido a mis hijos; por mucho que llueva y arrase siempre al final sale el sol.

A veces cuando me sentía sin fuerzas, oraba, Dios mío tú me ves, no puedo más, y sentía como a mi mente venía un pensamiento que me decía, yo estoy contigo, confía en mí, no te abandono. De todas formas, los desafíos en la vida siempre van a estar ahí y los momentos de vacío de dudas de miedo o soledad a mí al menos me hacen flaquear y a menudo hacerme creer que ya no me quedan fuerzas, pero ahí sigo recurriendo una y otra vez al apoyo incondicional.

No estoy muy segura de haber llegado hasta aquí sin esa fuerza que no dudo venía de Dios y me siento muy agradecida. Agradezco cada cosa por pequeña que sea que me vaya surgiendo en el día a día. A veces me encuentro agradeciendo al beber un vaso de agua cuando tengo sed, parece una cosa nimia pero no todo el mundo lo tiene a mano y así tantas cosas.

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  • ¿Qué metas o proyectos tienes para el futuro?

No tengo grandes metas, como alguien dijo la meta es el camino y se va haciendo día a día.

Si trabajo en ir mejorando en todos los aspectos de mi vida y vivir precisamente mirando al futuro, porque mirar al pasado te paraliza y te puede pasar como a la mujer de Lot que por mirar hacia atrás se convirtió en estatua de sal.

El pasado solo sirve para recordar de dónde vienes y cómo llegaste donde estás, pero ahí no puedes construir nada nuevo, eso solo puede hacerse en el presente.

En cuanto a proyectos para el futuro precisamente con esta oportunidad que me estáis dando estoy escribiendo poesía que luego veo publicada mensualmente en este fantástico periódico cultural. Me alegra mucho poderlo compartir con el resto de poetas y al mismo tiempo enriquecerme con su poesía.

  • Para finalizar, ¿qué mensaje o enseñanza te gustaría compartir con nuestros lectores, basado en tu vida y experiencias?

Pues les diría que, aunque yo nunca hubiera elegido todo aquello que me causó dolor y frustración, todo ello fue necesario para crecer y madurar, para ver la vida con una perspectiva más amplia y para vivir más agradecida y amorosamente.

Me despediría con una cita que me encanta: “Los días buenos te dan felicidad, los malos te dan experiencia y los peores te enseñan a vivir”.

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Test

  • ¿Tu artista o pintor favorito?

Miguel Ángel

  • ¿Una ciudad en el mundo que sueñes visitar?

Hay unas cuantas, pero Florencia y Roma es un gran sueño

  • ¿Un libro que te haya impactado recientemente?

Los pecados de Marisa Salas de Clara Sánchez

  • ¿Un hobby o pasatiempo que disfrutes en tu tiempo libre?

Siempre la lectura, pasear observando la naturaleza, decorar, una charla con amigos acariciar a mi gato….

  • ¿Tu momento del día favorito?

El atardecer.

  • ¿Alguna meta personal que estés trabajando actualmente?

No sé si le llamaría meta, pero estoy haciendo ejercicio que antes nunca había hecho por eso de “mens sana in corpore sano”.

  • ¿Una frase o cita que te inspire?

Todo es posible para el que cree.

  • ¿Una persona que haya sido una influencia significativa en tu vida?

Aparte de mis padres, me influyó mucho en mi adolescencia mi profesora de música.

  • ¿Una experiencia de viaje que recuerdes con cariño?

Tuve la inmensa suerte de que en mi viaje a Tierra Santa se me permitió (por una confabulación de los astros seguramente) permanecer a solas junto a la roca de Getsemaní y más que con cariño lo recuerdo como un regalo del cielo.

  • ¿Un objeto que guardes como un tesoro personal?

El piano donde toqué por primera vez las notas musicales.

  • ¿Una actividad que te gustaría aprender o mejorar en el futuro?

En estos momentos me gustaría mejorar en el arte de escribir.

  • ¿Algún lugar especial de Madrid que disfrutes visitar?

Hay varios pero el que frecuento asiduamente es el Parque del Retiro

  • ¿Una palabra que describa tu filosofía de vida?

Serían dos empatizar y respetar, creo que son fundamentales y necesarias para vivir saludablemente en la actualidad

  • ¿Un logro personal del que te sientas especialmente orgullosa?

Haber criado a dos personas íntegras; mis hijos.

Quiero aprovechar para agradecer a este maravilloso proyecto Granada Costa el acogimiento y el cariño con que me han recibido y a Ángeles Martínez gran mujer y poeta por haberme alentado e introducido en este maravilloso mundo literario.

Mi eterno agradecimiento y reconocimiento.

Entrevista por Carlos Álvaro Segura

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