CONCHA VELASCO

“ No pisaba un escenario con zapatos de calle y pagó una multa de 50 pts por subirse la falda delante de José Luis Uribarri”

            Así describo yo a quien ha vuelto a dejar huérfana a España. Una mujer que le tenía un gran respeto a todo lo que hacía y, además, el coraje suficiente para hacerlo.

            “La Chica Yeyé”, “Las Chicas de la Cruz Roja”, “Mamá quiero ser artista”, “Santa Teresa de Jesús”…. Más de 80 películas, más de 30 obras de teatro y más de 100 premios, entre ellos el Goya Honorífico ( Y hay que decir: que lo recibió en vida).

            Como ella decía: “Yo lo que quiero es bailar, yo lo que quiero es cantar, yo lo que quiero es llenar…”

            Lo has hecho Concha, has llenado salas de cine, teatros, platós de televisión y lo más duradero en la vida, llenaste el corazón de todos los españoles. Una carrera impecable, dicen, que no había que repetir una escena contigo, que todo salía bien a la primera, que eras una perfeccionista, alegre, inteligente y trabajadora.

            Para mí eras: “La Morena de mi Copla” esa que Manolo Escobar cantó desde 1967 y que muy pocos han podido o sabido darle tanto arte como él.

Esa película que rodasteis juntos, entre otras muchas: “Pero ¡En que país vivimos!”. Esa que bien supisteis recrear, Manolo con su galantería, tú con tu rebeldía, las dos Españas. Recordando al gran Julio Romero de Torres, con la morena de mi copla, escrita por Alfonso Jofre de Villegas y Carlos Castellano. Ese duelo cantando la misma canción cada uno reivindicando lo que debía ser España en ese momento. Era maravilloso veros actuar juntos.

O en juicio de faldas, haciendo de su abogada. Con un amor escondido, pero antes que el amor, el trabajo, la obligación… da tanto el cine español para leer entre líneas, y que pena que no se lean ni las grandes palabras.

            Siempre, siempre de mujer adelantada, de mujer que pisa firme, con ideas claras. Dios mío Concha, interpretaste a Santa Teresa de Jesús, ¿Se puede tener más honor? Lo merecías.

            Dicen que te gustaba que te llamaran “ La Chica Yeyé”, otros dicen que lo odiabas, son cosas que jamás se sabrá, porque nunca has dejado ver tus malos momentos, ni tus disgustos.

            Tu melena morena, tu lunar sobre el labio, esos ojos tan transparentes al corazón y tu enorme sonrisa, siempre tu sonrisa hasta el último momento. Nunca has presentado el mayor signo de debilidad ni de mal carácter. Por sus actos le conocerás. Y te hemos conocido.

Eras tan perfecta en todo lo que hacías… que no sabe España lo que ha tenido, porque en este país a los grandes no se les reconoce como es debido. Y si no… échale un vistazo a los periódicos y televisiones ahora mismo… ¿De qué es lo que más se habla? De tu relación con Paco Marsó. Y que me importa a mí tu relación con Paco Marsó…

Lo que a mí me importa es que hacías de todo un arte Concha, y lo hacías tremendamente bien. Marcaste tendencia que ha durado décadas y seguirán entre nosotros.

            Te veo allí arriba, o al otro lado, no sé, todos te están esperando.

Si hay escaleras: Manolo Escobar te tiende la mano para subir los peldaños, si es como un gran salón de bailes, la gran Rocio Jurado te muestra toda la estancia.

Al fondo, La Faraona, Rocío Dúrcal, Carmen Sevilla, Lina Morgan…tus compañeros de teatro…que gran fiesta esta noche concha.

¡Ya viene La Chica Yeyé! ¡Ya viene La Chicha Yeyé!…

            Se nos ha ido “La Morena de mi Copla”, con una carrera envidiable y una vida ejemplar de superación.

Tony Leblanc seguramente está nervioso, todos sabemos que el amor hacia ti en las “Chicas de la Cruz Roja” fue real o, al menos déjanoslo pensar.

Y si, Paco Marsó. Por fin estás con él.

            Del “Mamá quiero ser artista” (Esas palabras tan pronunciadas por muchos españoles), creo que debería quedarse: “Mamá quiero ser como Concha Velasco”. 

Esa mujer tan maravillosa en todo lo que hacía que “no sabía por qué se dedicaba al teatro, solo sabía que debía hacerlo”.

Se nos está muriendo España.