CATI BORDOY OLIVER (CANA CATI)

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Cati Bordoy Oliver es una mujer valiente y decidida, que, proveniente del ámbito rural, ha sabido con mucho trabajo y sacrificio triunfar en el mundo competitivo de las panaderías. Más si tenemos en cuenta que hoy día se puede comprar pan hasta en las gasolineras, y así nos va, que, en vez de pan, comemos chicles. Es una mujer superconocida en Palma, y su panadería sirve de referencia para quedar con amigos: «Nos veremos en Cana Cati». Solamente con decir ese nombre todos saben dónde está ubicada la panadería-cafetería. Mujer de gran viveza y entrañable. A lo largo de esta entrevista la conoceremos mejor y sabremos valorarla en toda su dimensión.

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¿Dónde nació?

En Es Pil.larí, población perteneciente a Palma.

¿Dónde estudió?

En un colegio religioso de monjas.

¿Está casada?

Sí, con Sebastián Torren, natural de Llubí.

¿Cuántos hijos tiene usted?

Uno, Miguel Ángel.

¿Cree que sus padres hicieron por usted todo cuanto pudieron?

Sí y más. Estoy orgullosa de mis padres, es lo mejor que he podido tener, si no hubiese sido por mi madre, yo no estaría aquí.

¿En qué trabajaban sus padres?

Eran agricultores, y yo trabajé con ellos parte de mi vida.

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¿Cómo transcurrió su vida en aquellos años de su juventud?

Eran tiempos muy difíciles, en los que las jóvenes estábamos en el trabajo y en casa. Había pocos medios de transporte para desplazarnos a Palma, ya que, como le he dicho, vivía alejada de la ciudad. Vivía en un chalet dentro de un huerto, que era conocido como «Villa Jaume», por lo que las oportunidades de diversión eran casi nulas, salvo alguna vez que pude ir al cine del Coll de Rebassa.

¿Cómo conoció a su marido?

Lo conocí en un baile, en aquellos bailes inocentes de entonces, al cual fue por referencia de su hermano. Allí nos conocimos y simpatizamos. A partir de ese momento, nos fuimos viendo hasta que un día se declaró a mí y resultó de ello una boda y con el fruto de un hijo maravilloso.

Cuéntame alguna anécdota del día de su boda.

Fue un día muy bonito, ya que fue una boda por amor, la única tristeza fue que no me pudo llevar mi padre al altar, hacía poco que había fallecido. Pero ese día fue para mí muy feliz, que nunca olvidaré.

¿Una de las alegrías más grandes de su vida?

En mi vida ha habido momentos felices y otros tristes. Como para todo el mundo. Para mí, una de las alegrías más importantes y decisivas fue el nacimiento de mi hijo, ya que me hizo entrar en un mundo desconocido para mí, pero gratificante, ya que durante todos los años de su vida solamente me ha proporcionado alegrías. Además, tengo la alegría de tener dos nietos maravillosos: Sebastián y Cati.

Usted ha padecido una grave enfermedad recientemente, ¿cómo se encuentra actualmente?

Me encuentro muy bien y con ánimo, ya que la enfermedad ha desaparecido. Por lo que le doy las gracias a Dios.

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¿Cuándo empezó su andadura en el mundo de los negocios, en este caso, las panaderías y pastelerías?

Mi madre, cuando se jubiló, dejó el huerto que trabajábamos y yo me quedé sin trabajo. Ella me ayudó prestándome un dinero. Con ese dinero alquilé una pequeña panadería ubicada en la calle Médico Darder, por cierto, estaba casi hundida, no tenía vida; con mucha dedicación y trabajo, hice que poco a poco mejorara, haciéndome con una clientela fija que todavía perdura a pesar de haber transcurrido bastantes años, siguen siendo fieles. Después de mucho trabajo y sacrificio pude comprar en la misma calle un local más grande, para ello mi marido, que hacía de taxista, tuvo que vender el taxi y con ese dinero comprar el nuevo local, que convertimos en panadería y pastelería, que, con el paso de los años, se ha convertido en un local más grande y hemos añadido una cafetería. Una de las cosas que siempre hemos hecho con dedicación y trabajo es tener abierto todos los días del año, posiblemente nos ha restado el tener más vida propia y familiar, pero, a cambio, tenemos la satisfacción de poder cumplir con nuestros clientes, a los cuales les estoy muy agradecida, que es trascendental para la buena marcha de un negocio. Para ello, tanto mi marido como yo nos hemos forzado a dar en todos nuestros productos a buen precio y, sobre todo, calidad y buen trato a nuestra numerosa clientela. Todos nuestros productos los elaboramos nosotros mismos, bajo la dirección de mi hijo, que es quien lleva el negocio ahora.

¿Cómo le fue el negocio en los años de la recesión?

No subimos los precios de nuestros productos ni tampoco bajamos los salarios de nuestros trabajadores, aprovecho para darles a todos ellos las gracias, ya que fuimos todos como una piña para que, a pesar de la crisis, el negocio pudiera seguir funcionando.

¿En qué año empezó?

En 1980. Yo tenía 38 años, con un hijo pequeño y unos horarios muy malos para compaginar el ser madre y llevar el negocio, pero, gracias a la ayuda incondicional de mi esposo, pude salir hacia adelante. Uno de nuestros lemas ha sido siempre: «Abrir pronto y cerrar tarde».

¿Cuántas panaderías-pastelerías-cafeterías tiene en la actualidad?

Cuatro, distribuidas por la ciudad, buscando siempre una ubicación adecuada.

¿Todos los productos que venden los hacen ustedes?

Sí, todos los productos son frescos y elaborados en nuestras instalaciones.

¿Cuántas personas trabajan para la empresa?

Alrededor de 30 personas, por lo que a nivel empresarial y personal estoy orgullosa de que muchas familias puedan vivir de nuestra empresa, o la empresa que fundamos.

¿Sigue usted y su marido dirigiendo la empresa?

No. Ahora la dirige mi hijo Miguel Ángel, del que estoy muy contenta ya que lleva el negocio muy bien, aunque yo sigo viniendo cada día, porque la costumbre adquirida de tantos años no la puedo olvidar en unos días, y porque el venir cada día me da vida. La parte administrativa y de papeleo la lleva mi nuera, Cati Reynés.

¿Le gustaría que en el día de mañana siguiera con el negocio alguno de sus nietos?

Me gustaría, pero entiendo que para ello les debe gustar tanto como me ha gustado a mí, ya que el negocio de panadería es muy esclavo, yo puedo decir que desde que empecé apenas he tenido días libres y pocas vacaciones. No me ha gustado nunca tener enemigos, puedo presumir de tener muchos amigos y de que mi local de Médico Darder es hoy día todo un referente de las gentes de Palma.

Veo que hay en la cafetería múltiples cuadros con dibujos de usted.

La verdad que sí, un pintor realizó muchos dibujos sobre mí de distintas formas, los presentó en una exposición en la Escuela de Bellas Artes, donde se puede decir que triunfé, porque todas las fotografías y dibujos llevaban mi imagen.

¿Qué pregunta no le he hecho y le gustaría que le hiciera?

Si volvería hacer lo mismo que he hecho. Sí, ya que todo mi trabajo ha sido positivo y tengo cantidad de amigos sinceros.

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TEST

-Un color. El rojo.

-Un árbol. El almendro.

-Un animal. Las vacas.

-Un compositor. Albéniz.

-Una música. Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat.

-Un escritor/a de poesía. Federico García Lorca.

-Un escritor/a de novelas. Carmen Riera.

-Un libro. Cualquiera si me gusta.

-Un personaje. Jesucristo.

-Un país. España.

-Un sitio para vivir. Mallorca.

-Una película. El último cuplé.

-Un actor. Arturo Fernández.

-Una actriz. Sara Montiel.

-Una flor. Rosa roja.

-Un perfume. París.

-¿Con quien le gustaría hacer un viaje?

Con mi marido, mi hijo, nuera y nietos.

 

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

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