CATALUÑA EN SEQUÍA EXTREMA
Bueno, al menos ya tenemos alguna cosa positiva por parte de los gobernantes catalanes: la culpa de la grave sequía que padece toda su región no la tiene el PP ni tampoco España en su conjunto. Por ello, el Sr. Aragonés ¡exige! “solidaridad territorial” a las comunidades con agua. Al parecer, admiten que los culpables han sido los propios catalanes que, con el proceso, paralizaron los proyectos de infraestructuras hidráulicas y con la sequía que vienen padeciendo está en peligro el futuro agrícola de la comunidad catalana.
Resulta curioso que pidan de manera exigente “solidaridad” al resto de los españoles, sin darse por enterados que hay un antiguo refranero que dice: “siembra vientos y recogerás tempestades”. Y aducen los responsables políticos de aquella zona, que su sequía ha sobrevenido por la falta de inversión del Estado en general; pero los dardos publicitarios que lanzan a los medios en nada culpabilizan de manera directa al Gobierno de la nación del que obtienen toda serie de apoyos en casi todas sus impertinentes e imposibles exigencias.
Entre sus maniobras regionales, para llamar la atención de sus gestiones en la búsqueda de soluciones, anuncian que traerán barcos de agua de donde la tengan en otras autonomías de la península. Y mientras tanto, intentarán recuperar el trasvase del Ebro, sin importarles nada el perjuicio que ocasionarían a otras regiones vecinas del Mediterráneo
Desde la Axarquía observamos con escepticismo y desolación cómo van desapareciendo las plantaciones de aguacate que tanta riqueza venían dando a la zona y vemos con desesperanza cómo se arrancan los árboles secos buscando otras posibilidades con el mango, que por su mayor rusticidad propia de la especie, puede soportar ciclos de sequía razonables, e ir tirando con las carísimas aguas regeneradas que para el aguacate y muchas otras frutas no sirven y deberían ser revueltas con aguas potables, como hizo Israel en su desértica región en el año 1974, llenando sus numerosas piscinas con aguas desaladas y regeneradas, mezcladas con aguas dulces del lago Tiberiades y del rio Jordán. Ello les ha permitido vender aguas sobrantes a todos los pueblos de su alrededor (Jordania, Gaza y Cisjordania) y saciar sus enormes sequías. Y resulta curioso saber, que todas aquellas obras fueron realizadas por la empresa Sacyr Sadyt española… Sin olvidar tampoco, que Israel fue capaz de inventar en el año 1959 el “riego por goteo” del que actualmente se está beneficiando toda la agricultura mundial.
Merece recordar, que en el año 1995 tuvimos en la Axarquía una terrible sequía, cuyos primerizos árboles de aguacate fueron socorridos por el pantano de la Viñuela, entonces con las obras casi terminadas y cantidad de aguas almacenadas hasta su máximo nivel. Si desde entonces se hubieran buscado soluciones de futuro entre el sector agrícola y la administración, hoy no estaríamos lamentándonos de “la leche derramada” por la fatal sequía. Debemos saber también, que “el milagro” de Israel apostando por el agua, no fue tal y fue posible por la conjunción de intereses de los agricultores y políticos, poniendo cada uno de su parte para llegar a tener como soñaban, un desierto repleto de árboles regados, tanto tropicales como de diferentes especies que venden a toda Europa.
La Junta de Andalucía actual tiene voluntad de intervenir en el tema, pero las posibles soluciones hidrológicas tienen que decidirse en el Gobierno de la nación, y los actuales ministros no parecen preocuparse en absoluto de buscar soluciones. Y una cosa tan importante de la gestión gubernamental, precisaría de préstamos económicos a la agricultura y sobre todo del tiempo a invertir, ya que la puesta en marcha de cualquiera de las decisiones posibles se tardaría alrededor de 4 a 5 años y para entonces, si Dios no lo remedia, no quedarán árboles vivos de aguacate en la costa de la Axarquía andaluza.
La falta de lluvia en Andalucía en los últimos años viene ocasionando restricciones de agua y un frenazo económico de gran importancia por la sequía. Los medios dicen que las cuencas andaluzas se encuentran a un 20% de su capacidad, pero hay pantanos como el de la Viñuela de Málaga que no llega al 8% de sus reservas, pese a que desde hace más de un año dejó de suministrar agua a la agricultura. La pasada semana el presidente de la Junta decía que la cosecha de aceituna se ha reducido en un 50%, al igual que ha ocurrido con los cultivos de arroz, algodón y tropicales y que Andalucía se prepara para una primavera y verano difíciles en Sevilla, Málaga y Córdoba.
¡Felicidades!:
En el artículo se vislumbra un conocimiento e información profunda y “correcta”, tanto en lo político, como el sistema de riegos y demás. Conozco el tema y avalo (si se me permite), cuanto se manifiesta. Saludos