BLAS DE LEZO DE POLÉMICA ACTULIDAD

En fechas recientes y de manera insistente, diferentes medios han venido ocupándose de la leyenda negra que, escritores mal informados, han venido dando la razón al Presidente de México, con sus críticas injustificadas al gran Hernán Cortés y a otros muchos descubridores que tanto bien hicieron en aquellos territorios y poniendo a Cristobal Colón y a los propios Reyes Católicos en el peor de los escenarios y recomendando quitar los nombres de las calles y desalojar tantos monumentos callejeros como tienen merecidos recordando la gran obra del Descubrimiento de América.

  Para el filósofo Julián Marías, la leyenda negra es un hecho extremadamente inusual a lo largo de la Historia Universal, y la describe del siguiente modo:

“La Leyenda Negra consiste en que, partiendo de un punto concreto, que podemos suponer cierto, se extiende la condenación y descalificación de todo el país a lo largo de toda su historia, incluida la futura. En eso consiste la peculiaridad original de la Leyenda Negra. En el caso de España, se inicia a comienzos del siglo XVI, se hace más densa en el siglo XVII, rebrota con nuevo ímpetu en el XVIII —será menester preguntarse por qué— y reverdece con cualquier pretexto, sin prescribir jamás.”

Julián Marías, España inteligible (1985)

  Entre tantos héroes españoles que se vienen criticando, he podido leer en algún medio, cómo maltratan al peculiar soldado Blas de Lezo y al que yo me refería en un artículo que publiqué en abril de 2019 y que decía lo siguiente:

“El 22 de septiembre del pasado año, el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, dejándose llevar de una iniciativa histórica, cultural y turística, colocó cerca de la playa de Torre del Mar -en un buen escenario con varios paneles informativos- una gallarda escultura en bronce del heroico militar vasco Blas de Lezo, en conmemoración por su valerosa intervención a los 15 años, en la batalla naval que Vélez-Málaga mantuvo contra la armada inglesa, y en cuya contienda el soldado español perdió una pierna. Cabe felicitar al Ayuntamiento en pleno y a todos los intervinientes por su feliz iniciativa, y al escultor Francisco Martín por su realización artística.

   En la importante gala del cine español de los Goya 2019, surgió una polémica en torno al histórico militar, debido a que en las redes apareció una irónica sugerencia del partido Vox “recomendando a los cineastas que se ocupan del caso, que hicieran una película rememorando al español Blas de Lezo por su brillantísima historia militar, en lugar de pedir subvenciones”. El guionista Cobeaga replicó a Vox en la célebre alfombra roja, diciendo: “Si Vox quiere que hagamos una historia sobre un conquistador demediado pues que la hagan ellos. No nos da la puta gana de hacerlo”. A la sazón, el conocido productor de cine Enrique Cerezo, en el mes de noviembre pasado comentaba a los medios, “que estaba preparando una serie sobre la vida de Blas de Lezo por tratarse de una historia importantísima y gracias a él y tantos españoles como le acompañaron en la batalla de Cartagena de Indias, desde México hasta Argentina se habla hoy español”.

   La reciente polémica, me ha recordado que con fecha 31 de mayo de 2015, publiqué a doble página en el periódico Granada Costa, un reportaje del “mediohombre” -así le llamaban a Blas de Lezo por las impresionantes heridas que padecía- y que el Presidente de este medio ha querido publicar de nuevo por ser de actualidad y digno de que se conozcan las andanzas del héroe que fue capaz de humillar a los ingleses en varias contiendas, hasta el punto de que en Inglaterra tienen prohibido nombrarle…

   La citada polémica recogida en todos los medios en los primeros días de febrero a partir de los premios Goya, ha venido bien para recordar a un impresionante soldado español, prácticamente desconocido, y que el País Vasco donde nació no le ha dado el lugar histórico a tanto merecimiento como tiene; al menos Barcelona, donde perdió un brazo defendiéndola contra los ingleses, y con el descontento de los separatistas, en el año 2014 le erigió una escultura en la plaza Colón como merece.  Y me parece lógico que los ingleses no quieran escuchar su nombre, pero los vascos y catalanes, ¿cuántas calles le han dedicado?

   Las fotografías adjuntas han sido tomadas en Torre del Mar, del conjunto que el Ayuntamiento situó en un lugar estratégico, frente a la playa y que deben ser publicitadas por su gran acierto”.

Julián Díaz Robledo

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