AUDIOVISUAL DE LOS LLOGARETS DE MALLORCA

El pasado día 20, en el salón de actos de la parroquia de San Alonso Rodríguez, el artista fotógrafo Pep Ramis nos hizo disfrutar nuevamente con una sección de fotografías artísticas, muchas de ellas nuevas y que van incluidas en su nuevo libro, que será una segunda edición ampliada de su libro LOS LLOGARETS DE MALLORCA, que ha sido todo un éxito de ventas y que fue en su día destacado en un periódico local como el libro más vendido en Mallorca en esa semana.

            Debo resaltar que el local estuvo, como se dice en el argot taurino, hasta la bandera. Un público selecto y atento a lo que contemplaban sus ojos. Tan atentos estaban que no se escuchaba el silencio. Entre el público asistente, muchas caras conocidas de diferentes estamentos sociales y artísticos de nuestra ciudad.

            Abrió el acto el rector de la parroquia con unas palabras sobre lo que iba a acontecer a continuación. Después intervino nuestro amigo y compañero Pep Ramis, que leyó las páginas introductorias de dicho libro. Este no se limita solamente a mostrarnos las bellísimas fotos, sino que todas ellas van acompañadas de un texto escrito por Pep, en el que explica el sitio donde han sido realizadas y su ubicación, por si alguien quiere conocer el lugar, ya que estoy seguro –entre ellos me encuentro yo– de que no lo conocemos.

s'alqueria blanca

            Mallorca tiene rincones y paisajes de ensueño, pequeños llogarets (aldeas, cortijadas) perdidos o escondidos, casi incrustados en el paisaje de Mallorca. Núcleos poblacionales de los que algunos solamente tienen varias casas, desgraciadamente, muchas en ruinas, abandonadas, olvidadas. Pero yo sé que el espíritu de sus antiguos moradores está presente, sentados en una silla de cuerdas a la puerta de su casa en ruinas, esperando ver pasar a aquellas personas que se paraban delante de ellos y liaban un cigarrillo mientras hablaban de las labores de sus parcelas. Nada sucede, nadie pasa, se fueron para siempre y jamás volvieron. Solamente se oye el canto de los pájaros entre las encinas y, quizás, en algún árbol frutal que aún queda con vida en el patio de la casa –una higuera, un limonero o un laurel alto–, buscando el sol de un horizonte nuevo, emergiendo de la soledad y el silencio.

S'Arraco

            Me gustaría tener la sensibilidad necesaria para poder describir con exactitud la belleza, pero, sobre todo, el mensaje que nos trasmite. Hay que saber entrar en el alma de la fotografía y no verla solamente como un paisaje, quieto, inerte, frío, sino, por el contrario, como algo que nos hace adentrarnos en su interior, bucear en la profundidad del alma de la fotografía. Sí, en su alma, porque la belleza que vemos es el cariño y el amor que puso Pep Ramis al realizar esas fotografías. Pero aún más, esas fotografías, al verlas con el alma serena, nos dicen de su historia, de la antigüedad que se refleja en muchas de ellas, elementos destacados que, si no fuese por la cámara de Pep, quedarían olvidados en el paisaje recóndito de nuestra querida Mallorca.

            No dispongo de espacio en este periódico para poder describir o, aunque sea muy ligeramente, hablar de muchos de esos llogarets que me enamoran y subyugan. Solamente voy a describir, rememorando, algunos de los llogarets y fotografías que hay en esta nueva edición de los Llogarets de Mallorca. Espero que la memoria no me traicione. Por otro lado, no se puede pintar o describir un paisaje, una casa, y que salga bien, sin estar delante de ella.

Son Ogre

            Son Benifuel es un llogaret perteneciente al municipio de Sancelles. Fue un núcleo poblacional que económicamente tuvo su época dorada entre los años 1850 y 1905, ya que la mayoría de sus habitantes vivían de la producción del vino. Componían el llogaret Son Aloy y Son Beniferrí, que están datadas en 1669, y que no pudieron prosperar a causa de la temida filoxera que arrasó todas las viñas. Gracias a Dios, esas casas han sido restauradas dándoles nuevamente vida y, por las tardes de verano en que el sol se va marchando, quién sabe si el espíritu de los niños que allí vivieron no se reúne a la entrada de las casas para jugar nuevamente, como antaño. Pero solamente se escucha el rumor de las hojas de los árboles al ser movidas por el viento. Tiempo ido.

son Binifuell

            Benigual pertenece al municipio de Binisalem. Aunque este llogaret no tiene la importancia de antaño, pero lo destaco por la importancia que sí tuvo en su día. Actualmente es un sitio lleno de encanto. Sus casas, muy bien conservadas, y su entorno, lleno de una gran profusión de flores. Se encuentra ubicado en lo que era antiguamente el camino que desde Palma llevaba hasta Alcudia. Tan importante llegó a ser que tenía una iglesia (ermita), una escuela y un cuartel de carabineros. Hoy es solamente una historia pasada, perdida en la memoria de sus gentes.

Binigual

            Ses Alqueries, perteneciente al ayuntamiento de Santa Eugenia, es un bello núcleo que irradia paz y armonía por todas partes. Sus alrededores, de una belleza indescriptible, se introducen en el alma llenándola de paz y sosiego. Pero me impresionó ver en una de las fotografías que con tanto acierto y sabiduría ha realizado Pep, sencilla, pero de un gran caudal de sentimiento, la historia de un antiguo carro olvidado en una vieja chochera o quizás un porche, esperando a que llegue su dueño y lo enganche nuevamente al mulo o burro y haga chirriar sus ruedas por los caminos de piedra y tierra. Pero eso no sucederá ya jamás. Se quedó aparcado para siempre, olvidado, porque quizás su antiguo amo hace ya años que nos dejó. Pero él sigue esperando, refugio de pájaros y olvido. El tiempo no vuelve atrás. Ahora es solamente historia. Pero, si no hablamos del pasado, es entonces cuando no habrá existido. Ahora todos esos rincones, algunos olvidados, de Mallorca, los ha hecho volver al presente nuestro amigo Pep Ramis.

ses alqueries

 

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

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