ANTONIO MEDINA DESNUDA EL ALMA EN ALMUÑÉCAR CON ÉXITO DE PÚBLICO
Del estudio del Prólogo del Poemario Desnudando el Alma del componente Antonio Medina del Grupo Poético de Poetas de Luna de la Asociación Ártex de Almuñécar, habría que decir muchas cosas, sobre todo referentes a su parte más noble, que es el Alma, la cual escoge para dar título a su nueva Obra. Su experiencia en el canto según su compañero de Grupo Poético y profesor de Literatura Pepe Guerrero “le dota por un lado de un torrente de voz entre tenor y barítono, y por el otro de bardo, con las musas a flor de piel desnudándose en la escritura”, también destaca en la musicalidad que recoge su obra, ya que según Guerrero, su prologuista, y cito de nuevo “las diosas de la música con Euterque a la cabeza y los dioses de la poesía pactaban en secreto el mecenazgo, confabulándose para derramar en su persona unas singulares simientes, fertilizando su parcela creativa con sinestésicos latidos y sones, mezclando la voz con los pálpitos poéticos generando en su cerebro armonías de Orfeo así como unos ardientes impulsos líricos, viniendo a caer en sus preferencias poetas tan señeros como García Lorca o Miguel Hernández”. Por eso no es de extrañar que haga de sus dotes musicales. Antonio Medina ya va por su tercer Poemario y según nos cuenta ya está preparando el cuarto, pero en el que nos ocupa no cabe duda de que está encontrando y definiendo su voz poética. Los que hemos conocido su trayectoria así lo corroboramos. También su prologuista Pepe Guerrero dice y cito literalmente: “Antonio, lo mismo tapiza versos sueltos que besos libres en las páginas o veleros de ensueño en Punta de la Mona, Mallorca o allende los mares, y vive Dios que si se lo piden no será por falta de ganas, o trenza arias musicales a lo Pavarotti o Plácido Domingo al borde del precipicio, y luego escribe en ascuas hacia donde el corazón o las tinieblas lo lleve, y va sobrevolando sin desmayo todo de corrido dando al sentimiento y al amor alcance, como otro Juan de la Cruz, apodado el Santo, coincidiendo no lejos de su cuna con el célebre topónimo del Peñón del Santo, tentador escenario de ardientes poemas de luna llena, en el que hace a su vez de vigía escrutando las intimidades de las aguas mediterráneas.“ Máxime si sabemos que siempre su alma la desnuda para darnos a conocer mejor su persona y su universo, que es por excelencia el mar. De ahí que haya organizado con el que reseña el Velero Poético, recién zarpado el 28 de septiembre. Siguiendo con su línea intimista de los dos primeros poemarios, en este tercero Desnudando el Alma, nos ofrece las respuestas vigentes a las grandes preguntas sobre el universo como si se tratase de un Poemario Filosófico, a la manera platónica por sus interrogantes sobre el conocimiento y la ética, unidas a una actitud de mostrar los sentimientos desgarrados y a flor de piel. Así pues, su prologuista Pepe Guerrero nos manifiesta que “Emulando a Miguel Hernández espetará: «Me llamo barro aunque Antonio me llame… o «Como el toro me crezco en el castigo/. La lengua en corazón tengo bañada/, y llevo al cuello un vendaval sonoro»… porque ya desde pequeño tuvo que dar el do de pecho haciendo el milagro de los panes y los peces, erigiéndose en sumo protector fraterno abonando las raíces y tiernos tallos del árbol genealógico, regando sus anhelos con los mejores aromas y límpidas aguas, cantando a la vida y al trabajo sin ningún resquemor. Por tanto sus inquietudes filosóficas y humanas cabalgan por los más intrincados vericuetos alimentando la solidaridad y empatía social, sobrellevando el peso de las calenturas que le embargan ante las llamaradas de vida que bebe en los más dispares avatares por su ancho mar, de modo que ni un tsunami lo detiene, como puede verse en los epígrafes del nuevo poemario: Podrá algún día, La tercera edad, La luna, Lo desconocido, La pena, La tortura de la escritura, Las miradas ocultas, No consigo ni quiero olvidarte, Los pensamientos, que vuelan raudos como el viento dando en el blanco de sus emociones; y no se anda por las ramas abriéndose en canal si es preciso para construir el poema, arremetiendo contra las adversidades como un auténtico quijote, lo mismo en las artes marciales que en el bel canto o con la pluma dibujando pasiones, arrebatos, delirios o negros pesares, que discurren por los ríos de la vida, como en los versos de Manrique » Allí van los señoríos/, derechos a se acabar/ y consumir/; allí los ríos caudales/, allí los otros medianos/ y más chicos/; y llegados son iguales/ los que viven por sus manos/ y los ricos/…”
En su dialéctica busca su más profunda verdad como nos hace ver su prologuista José Guerrero Ruiz que nos expone que “reincide en su inmersión por las laberínticas bóvedas del alma plasmando las pulsiones de un corazón en llamas, brillando con luz propia en sus inquietudes el célebre Carpe diem”.
Por todo ello, tengo que decir que el tiempo no es lo que pasa en Antonio Medina; el tiempo es lo que no pasa, porque siempre pasa, está ahí y nos lo hace sentir detenido y latiendo. En este sentido otro miembro del Grupo Poético, Paco Justo nos comenta: “Sí como hacen algunos lectores empezáramos a leer Desnudando el Alma desde la última página, costumbre ésta que yo no voy a valorar en este momento: descubriríamos, que en la página 99 hay una poesía que lleva por título: He visto tanto…
Y nos dice Antonio en esa poesía:
He visto ¡tanto!
Que por ver tanto, no hablo,
que por no escuchar, no sé,
que por no decir, me callo.
Más aún sigo esperando, y,
mordiéndome los labios
… voy aguantando.
Estos versos que a mí me saben a pan recién hecho, pudieran confundir al lector y hacerle pensar, que nuestro poeta, es un poeta conformista y su verso, un verso acomodado, con el que quedar más o menos bien, en algunos ambientes pasivos o indiferentes de nuestro entorno… Nada más lejos de la realidad.” Y yo añado que desde la mayéutica de Sócrates, parece que Antonio Medina en esta poesía sostiene la dignidad, al dialogar o interpelar al lector sobre la reflexión y búsqueda de la verdad. De tal modo que en una valoración global de la Obra añade Paco Justo que cuando escribe Antonio Medina se transforma, se olvida de su timidez y se adopta una personalidad que lo lleva a denunciar con sus versos, todo tipo de despropósitos, desigualdades y abusos… Habla también del amor y del desamor… Se implica especialmente, con esos niños faltos de cariño, que carecen de lo básico para competir algún día, con el resto de los humanos en igualdad de condiciones. Se solidariza también, con esos ancianos, que con su esfuerzo y privaciones, hicieron tanto, para que nosotros pudiéramos tener una vida mejor… y hoy viven hacinados y olvidados en un desván. Denuncia, lo mal repartida que está la riqueza, crítica el desfase entre hombres y mujeres entre otros muchos más… En definitiva: intenta hacernos ver, cuánto tenemos que mejorar en conjunto, empezando por limar esa carga de egoísmo que deforma o mata. Arrastramos con nosotros como algo natural o no nos deja ser tan buenas personas, como a veces presumimos y si no le ponemos remedio, puede que un día se vuelva contra nosotros mismos, y, nos conduzca a un desastre sin remedio. En ese sentido Antonio Medina cuando escribe, escribe con el corazón pasajes y vivencias maduradas en el alma… y habla también, de sueños, de fantasías y anhelos; casi todos ellos fuera de su alcance… Pero él; sigue soñando, fantaseando y anhelando, todo eso que él reivindica con sus versos, por si acaso pudiera realizarse algún día. Respecto al verso que Antonio nos ofrece en Desnudando el Alma es un verso tierno y amable, dulce como el caramelo sin sujeción a normas, ni tecnicismos, que pudieran distraer al lector a la hora de valorar la obra, o al mismo autor a la hora de transmitirla. En definitiva: una obra digna de ser leída, tratada, valorada y de lo más nobles elogios.
Recapitulando diría que para A Medina la poesía es un llamamiento a estar siempre alerta, a no quedarnos indiferentes ante el dolor, el amor, la solidaridad y la belleza del cosmos que pasa delante nuestra, ante los interrogantes en la búsqueda de nuestra conciencia. Es un llamamiento a abrir el corazón, a sentir ese desgarro que nos estremece. Para finalizar vamos a hacerle algunas preguntas que con sus respuestas, tendremos la ocasión de conocer más de su Poética y de su arte. Asimismo considera que la poesía consigue derribar fronteras, es una forma de ver la realidad y conocer el mundo desde una perspectiva humanitaria, de jugar con el ritmo de la palabra. La poesía nos permite soñar, volar, cambiar el mundo, es una forma de entender la vida, una forma de sentir, de mirar con ojos de poeta el universo. Si le preguntamos: ¿Qué pretendes al desnudarte el alma? Nos responde que piensa igual que con sus dos primeros Poemarios Rosas Marinas y Silencio Roto, sentirse satisfecho consigo mismo, y darlo a conocer o compartirlo con las personas que igual que él, aman los sentimientos del mundo interior y maravilloso que expresan con la poesía.
Al preguntarle que: ¿Qué significa para ti la poesía? Para él es toda su vida, para él la poesía es despertarse cada mañana y dormir en un mundo mágico. Le proporciona paz, armonía y saber que existe. Es el aire que respira, es su verdad y su mentira, sus sueños y fantasía, su identidad o ser él mismo.
Respecto a la pregunta: ¿Qué destacas de todo lo que has hecho en relación a la poesía? Cree que no hay nada mejor porque todo ha sido vivencias que día a día ha ido añadiendo a su experiencia, aunque siempre aspira y hay algo que marca más su vida y vivencias. Bueno hay tantas cosas. Lo que más destaca ya dentro del pasado, fue el día que tuvo que enfrentarse a recitar públicamente, en frente de tanta gente, cosa que le costó por su timidez, pero lo hizo. Aunque de ahí su gran alegría que pasó o fue ver sus primeros versos y poemas publicados en revistas, gacetas literarias y algún que otro libro que creaba con compañeros de modo casero por así decirlo. También destaca que fue socio de la Agrupación Hispana de Escritores de Mallorca. Recientemente podemos mencionar recitales de Luna llena en el Peñón del Santo de Almuñécar. Ser miembro del Grupo Poético Poetas de Luna de la Asociación Ártex que ha creado recientemente Francisco Velasco, y Poesía en el mar, evento bautizado cómo Velero Poético, en el que he colaborado en la organización con mi compañero Francisco Velasco. Por último, actualmente es socio del proyecto cultural Granada Costa donde colabora con sus publicaciones y ha editado su tercer Poemario Desnudando el Alma.
Francisco Velasco Rey