Amor primerizo, poema de Erik Axel Karlfeldt
Amor primerizo
Ella me entregó su primer amor
una tarde en el fresco monte.
El campo dormía a medialuz perfumada, bajo,
y resonaban las calmadas notas del cuco.
A través de caminos que van entre matas y ramas
adentrando en el oscurísimo paraíso de los elfos
fuimos olvidándonos de todo,
perdimos en fantasías de joven orgullo agreste.
Desde esquinas nocturnas volaban notas
como de tono nupcial contra cuerdas susurrantes,
volaban desde ramas y garbanzos
sobre cuestas y campos de trébol.
En el cielo, azulado, como un rayo de plata,
Venus titilaba con tranquilidad de reina.
nos sumimos el uno en el otro,
sintiendo, turbados, nerviosos, nuestros pechos.
Fuimos juntos campo abajo,
hasta donde la rivera corre en silencio,
bebimos en la fuente de cuencos de cáscara,
luego nuestros labios, ardientes, se besaron.
A través del prado cubierto de orquídeas
fuimos despacio, embriagados de perfumes y estío,
alzando los ojos a las estrellas,
alocado, agitado el pensamiento.
Erik A. Karfledt (Premio Nobel 1931)
Poeta recomendado por Rafael Rodríguez Palma (Fali)
Erik Axel Karlfeldt, en «Amor primerizo,» nos regala una visión nostálgica y detallada de la experiencia del primer amor, sumergiendo al lector en un entorno bucólico y etéreo. Su poesía se enmarca en la tradición sueca que exalta la conexión entre el ser humano y la naturaleza, llevando el paisaje y el clima al centro de la emoción, como cómplices silenciosos de los sentimientos humanos. La atmósfera de este poema está llena de imágenes sensoriales —los «campos de trébol,» «notas del cuco,» «prado cubierto de orquídeas»— que evocan una sensación de plenitud juvenil y libertad en medio de un paraíso natural.
El poema destaca por su juego con la naturaleza, un personaje omnipresente que no solo embellece el entorno, sino que parece dar vida y significado al encuentro de los amantes. Al mencionar “el oscuro paraíso de los elfos” y la «tranquilidad de reina» de Venus, Karlfeldt no solo hace uso de un lenguaje descriptivo y nostálgico, sino que introduce una mística profunda. Este recurso permite al lector no solo observar el paisaje, sino sentirlo como parte integral de este amor puro y temeroso.
Como poeta laureado y ganador del Premio Nobel en 1931, Karlfeldt ocupa un lugar destacado en la literatura escandinava y mundial. Su obra no solo preserva la esencia de las tradiciones rurales suecas, sino que dota a sus paisajes y personajes de una universalidad que lo convierte en una figura crucial de la poesía moderna. Su estilo combina un lenguaje simple con una simbología rica, acercando al lector a una reflexión sobre el amor, la juventud y la fugacidad de los momentos intensos. La influencia de Karlfeldt radica en su habilidad para capturar la belleza de lo sencillo y la conexión profunda entre el hombre y la naturaleza, dejándonos con un sentimiento de reverencia hacia esos momentos de juventud irrepetibles y puros.