Alumna de la Escuela Hospitalaria Puerto Montt cruza la meta de la maratón de Santiago junto a su padre
Alumna de la Escuela Hospitalaria Puerto Montt cruza la meta de la maratón de Santiago junto a su padre
Cuesta encontrar palabras para describir este ejemplo de voluntad y perseverancia, el amor entre don Patricio Bahamonde y su hija Paula, no sólo les ha permitido sobrellevar la enfermedad de la alumna que actualmente cursa el tercer año medio en la Escuela Hospitalaria, sino que también el cáncer que afectó en dos ocasiones a Don Patricio.
Hace 7 años comenzó este desafío, no ha sido fácil dado que en Chile las modalidades inclusivas de este tipo de actividades, son muy recientes y cuentan con pocos recursos asociados, cabe mencionar que en las diferentes pruebas que han completado nuestros deportistas, tanto en Frutillar, Osorno, Puerto Montt y Santiago, han corrido con una silla que no es la adecuada para este tipo de actividades, pero que han adaptado con ingenio y creatividad para poder participar.
Paula nos dice: -Cuando corro con mi papá siento una alegría inmensa, siento que yo también estoy corriendo aunque vaya en la silla de ruedas, lo voy motivando con mi voz durante la carrera diciéndole: “tú puedes”, “vamos papá”, “queda poco”, también le doy chocolates para que recupere energía en los momentos más duros. –“Mi papá no se rinde nunca, es mi héroe”
En 2 horas con 13 minutos completaron los 21 kilómetros de la Maratón de Santiago 2018, entre un mar de gente, se distinguía la polera rosada de Paula con la insignia de la escuela, como diciendo aquí estamos, aquí vamos todos mis compañeros y yo.
“Cuando llego a la meta levanto los brazos por el triunfo que hemos conseguido, no importa en qué lugar lleguemos, cuando corremos con mi papá siempre somos vencedores, porque esta es una carrera contra las dificultades de la vida”
El amor saca lo mejor de nosotros, y difícilmente exista un amor más fuerte que el de este padre con su hija, correr juntos ha sido un espacio de encuentro, de crecimiento personal, pero sobre todo un ejemplo para todas las personas de que no hay imposibles, que la vida es una permanente prueba de voluntad, que la única competencia es con nosotros mismos y la amenaza constante de rendirse.