A VICTOR CONTRA EL OLVIDO

Los arrabales del llanto
esconden mil pesadillas,
feroces noches en blanco
de abrazos que se suicidan
y tragos de vino amargo
que las auroras destilan.
Por las costuras de enero
un búho blanco origina
el trote de los caballos
que contra tu aliento pisan.
Llega la luna llorando
desde su noche incisiva.
Los brocales de los pozos
ocultan agua que grita
tu nombre contra la sed,
tu sangre para la vida…
Las estrellas se estremecen
ante tu mortal partida
y juran darte su luz
cuando la tuya se extinga,
y así como cada noche
quiere ser parte del día,
así ha puesto la muerte
el acento en tu saliva.
Vendrán ángeles de escarcha
a removernos la herida
cada vez que el tiempo ponga
a tu recuerdo cortinas,
estarás ante nosotros
como lo estuviste en vida,
no perderemos tu voz
ni faltará tu sonrisa;
y no temas el camino
que ya en tus pasos habita
porque nunca estarás muerto
si los vivos no te olvidan.
