A LA ATENCIÓN del Dr. D. JUAN GUSTAVO BENITEZ
Me llama mucho la atención que todos mis amigos de cierta edad (me molesta decir mayores) son unos médicos en potencia, y lo son, por dos razones fundamentales: por la cantidad de medicinas que su médico le viene recetando y por ello termina conociendo el nombre de numerosos medicamentos, y en segundo término y definitivo, porque en lugar de los bares donde se veía con los amigos tomando una copa, de un tiempo a esta parte se encuentran siempre en las farmacias…
Desde hace tiempo deseaba publicar esta merecida felicitación al doctor Gustavo Benítez como testimonio de gratitud por los consejos que periódicamente nos viene regalando a los lectores de Granada Costa, para que mejoremos en el conocimiento de nuestra propia salud, y lo que representa cada medicamento de los problemas más comunes que pasando el tiempo pueden afectarnos; y cómo debemos interpretar una analítica, los valores y aplicaciones de cada uno de los elementos que nos describen. Porque, aunque un análisis de sangre viene perfectamente valorado al margen por el laboratorio, los pacientes solemos echar un vistazo rápido y si lo consideramos normal a veces ni se lo llevamos al galeno hasta que no nos aflige una nueva molestia… (a los hipocondríacos los excluyo porque acuden de inmediato al doctor).
Digo esto, porque gracias a los artículos de nuestro socio periodístico y amigo Juan Gustavo y sus impagables consejos y adecuadas explicaciones, yo me fui ilustrando con tan pedagógicas lecciones y aprendiendo a interpretar de otra forma las analíticas que me hago y conocer mejor mi estado de salud.
Y en el caso del Covid-19 que ahora tanto nos preocupa a los seres humanos, y guardando las distancias que nos impone la superioridad, el tema de conversación telefónica entre familiares y amigos desde hace varios meses viene siendo la tan esperada y deseada Vacuna. La disidencia generalizada, la señala muy bien nuestro consejero doctor, cuando dice en su artículo de enero: VACUNA SÍ, VACUNA NO, para añadir de forma categórica “Vacuna sí”. Sin ningún género de dudas.
Y yo me permito preguntar a tan generoso doctor por medio de la presente página, ¿intuías por ventura que muchos de tus lectores estaríamos esperando tu docta opinión? Porque una mayoría de mi alejado entorno personal opinaba como yo, que sería bueno esperar un tiempo prudencial, para saber la eficacia de una vacuna que, deprisa y corriendo se había descubierto, tal vez sin tiempo suficiente para conocer en profundidad sus posibles efectos colaterales… Y era lógico que la duda nos asistiera, cuando numerosos investigadores y profesionales de la sanidad venían publicando en todos los medios que una vacuna tardaría de uno a dos años en producirse y otro año en ensayarse y aprobarse.
Aunque riesgo corremos todos los humanos, los que nos encontramos en la franja de mayor peligro por la edad, deberíamos apresurarnos a solicitar la vacuna. Y siguiendo el autorizado consejo de nuestro amigo, personalmente diré SÍ, cuando me llamen; me han entrado las prisas y me pregunto: ¿Hasta cuándo tendré que esperar para que me ofrezcan tan preciada sustancia, que me blinde del terrible problema que nos aqueja? Estamos en marzo y el Gobierno asegura que, en junio, estaremos vacunados todos aquellos que corremos mayor riesgo, y me sigo preguntando: ¿Será verdad en este caso?
Y para terminar esta humilde felicitación, quiero decirte amigo Juan Gustavo, que es un lujo para Granada Costa y todos cuantos colaboramos en el periódico tenerte entre nosotros, como lo es también tener a tus padres y demás familia, a quienes desde la obligada distancia os envío un fuertísimo abrazo.
Julián Díaz Robledo