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LA DESIGUALDAD ENTRE MUJERES

Artículo de opinión que, desde un paseo navideño por Granada y el monumento a Isabel la Católica, repasa mujeres históricas (guerreras, intelectuales y reinas) y contrasta su liderazgo con la política actual, planteando una crítica sobre la “igualdad” y la representación femenina en instituciones.

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                                              El principio plebeyo de la igualdad

                                             es la sustitución de la calidad por la cantidad

                                                                                 (SPENGLER)

             En estos días de diciembre hemos deambulado mi mujer y yo por las calles de Granada que, aunque siempre coloristas y bellas, la iluminación navideña y el sentir religioso de la festividad que se celebra le da un brillo y un encanto especial. En nuestro caminar llegamos a la plaza de Isabel la Católica y nos paramos un buen rato contemplando el monumento que la preside, la majestuosa reina Isabel recibiendo a Cristóbal Colón. En esta contemplación se me apareció con claridad ver grandes mujeres que marcaron un hito, una huella indeleble en la Historia y en el destino de España.

Guerreras: María Pita, defensora en La Coruña contra los ingleses; Agustina de Aragón, heroína durante la guerra de la Independencia; Isabel Barreto, primera Almirante de la navegación española. Catalina de Erauso, llamada la monja Alférez; María Pacheco, etc.

Intelectuales y escritoras: Santa Teresa de Jesús; Concepción Arenal; Beatriz Galindo, llamada “la latina” por su sabiduría; Rosalía de Castro; María de Maeztu…

Reinas: María de Molina llamada “madre coraje”, por su valentía y abnegación frente a las muchas dificultades para cumplir su labor. Son muchas, pero sobre todas sobresale la Reina Isabel I de Castilla, ella simboliza por entero a la mujer española. Su grandeza, su heroísmo que habitaba en ella misma y, por tanto, pudo hacer grande a su Patria, a su época y a la mujer. En este monumento obligado es ver también que Isabel y Colón fueron los descubridores de América.

          La descripción física que hacen los biógrafos de Isabel cuando tenía 17 años: era de mediana estatura, bien compuesta en su persona y en la proporción de sus miembros, de tez como la flor del manzano, ondulada su cabellera de color oro mate y ojos azules, el mirar muy gracioso y honesto, las facciones del rostro bien puestas, la cara toda muy hermosa y alegre, de una alegría honesta y mesurada. En cuanto a su educación su tiempo en el castillo de Arévalo entre clases de gramática, retórica, pintura, poesía, historia, filosofía y música, y por supuesto, a montar a caballo con gran destreza.

        El 19 de octubre de 1469 se casó con el príncipe Fernando de Aragón en Valladolid, y el 13 de diciembre de 1474 era coronada Isabel en la plaza real de Segovia. Quedaban unidas Castilla y Aragón. Había nacido una España moderna y grande, pero al mismo tiempo era una presa fácil por carecer de dinero, ejército y reyes jóvenes e inexpertos. Pero desconocía la valentía y decisión de estos reyes. Isabel montó a caballo y recorrió todo el nuevo reino, y reclutó hombres y dinero para formar un gran Ejército que fueron instruidos por el rey Fernando. La misma Isabel organizó la intendencia general asegurando el suministro de víveres, y a la luz estudiaba la estrategia sobre los mapas. En estas guerras eran muchos los heridos y enfermos y fue la reina la que creó hospitales con médicos, cirujanos, medicinas, vendas y todo lo necesario para aliviarles, y fue pagado de su propio bolsillo vendiendo parte de sus alhajas.

       Esta forzada labor de sabiduría y responsabilidad de la reina Isabel me recuerda a otras mujeres de la política actual que ni saben ni actúan como correspondería a las señoras ministras de Hacienda y de las Fuerzas Armadas, y de la Salud que ponen continuamente de manifiesto sus incapacidades.

      En cuanto a la Justicia, que estaba muy desprestigiada, los Reyes Católicos pusieron orden. La siguiente anécdota lo explica bien: un noble muy rico y poderoso había dado muerte a un notario y la Justicia no había actuado. fue llamado por la reina y el noble, sabiendo que las arcas del Estado estaban escasas, quiso comprar a la reina con una gran cantidad de dinero, pero ella rehusó con estas palabras: “prefiero la justicia al dinero”. Naturalmente, este noble fue ajusticiado. Entonces hubo paz, seguridad y Justicia. ¿Cómo está la Justicia hoy en España?

       Otra faceta a destacar de esta gran mujer, de esta gran Reina  sabía ser esposa y madre, y lo fue, pues entre todas las campañas guerreras, tuvo y crió cinco hijos. Sabía coser las ropas de su marido y de sus hijos y lo hizo con sus propias manos. El mismo rey Fernando lo confirma con esta frase sobre un vestido: “tres pares de mangas le lleva echadas mi mujer”. “Tanto monta monta tanto Isabel como Fernando”. Y no existía ese bodrio que se llama ministerio de Igualdad, ni asociaciones feministas ni otras chuminadas sacadineros, y enfrentamientos de hombres contra mujeres, que crea ministerios para la igualdad y protección de las mujeres y, por otro, hace leyes para sacar a la cárcel a los violadores y maltratadores. Ese Ministerio es una auténtica estafa, una forma de manipulación de las mujeres. Está a la vista la cantidad de cochinos sexuales que están apareciendo dentro de las instituciones, aquellos que dicen defender a las mujeres.

       El gran escritor, poeta, novelista, ensayista, diplomático y político liberal, D. Salvador de Madariaga, cuenta que en una de sus estancias en Inglaterra una poetisa feminista le preguntó por qué no trataba en España a las mujeres iguales a los hombres. Entonces, D. Salvador le preguntó a la poetisa feminista que cuándo habían logrado las inglesas igualdad académica con los ingleses en las universidades de Oxford y en Cambridge. ella contestó que en Oxford en 1917 y en Cambridge sería pronto. D. Salvador le dijo: ”En Salamanca las mujeres españolas eran iguales a los hombres desde el siglo XIII.

     Ahora bien, ¿Representan las mujeres que en la actualidad están en el Gobierno y en otros cargos públicos a la mujer española en formación, acción, capacidad, responsabilidad, comportamientos y otras virtudes? Según los hechos son todo lo contrario. Esto mismo se hace extensible a los demás partidos. En el Parlamento, que se ha convertido en una tragicomedia permanente, se descubren y se retratan. Por supuesto, que hay excepciones. Pero, la mayoría parecen tener lengua de loro y pose de pavo real.

      ¡Qué lejos quedan aquellas coplas populares de antaño!   

       Cuando va andando,

      rosas y lirios va derramando.   

Rogelio Bustos Almendros

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