¿QUIÉN CUIDA A LOS PROFESIONALES QUE CUIDAN?

La Asociación Afecto de Colombia dedicó la semana del 19 al 25 al Buen Trato. La Dra. Tello centró su ponencia en el buen trato a los profesionales que desarrollan su trabajo profesional con NNA[1] víctimas de violencias (físicas, psicológicas, sexuales, etc..).  El trabajo de estos profesionales puede ser muy duro y algunas veces decepcionante, especialmente cuando estos NNA son gravemente maltratados de manera crónica durante largos años de su vida, pero no imposible. Por este motivo es muy importante cuidar a estos profesionales, lo cual muchas veces no se tiene en cuenta.

Estos profesionales trabajan con una población que genera toxicidad emocional y estrés y en el peor de los casos, cuando los recursos emocionales se agotan, aparece el Síndrome de Burnout[2]. El síndrome de Burnout definido en el 1982 por Maslach como un estado de agotamiento mental, físico y emocional producido por la persistencia de situaciones laborales emocionales muy exigentes. Suele aparecer a los profesionales que previamente han desarrollado con entusiasmo su labor, pero que la realidad asistencial, la falta de recursos y de soporte emocional, llevan a padecer este síndrome. En el peor de los casos puede repercutir muy negativamente en su vida personal, tanto a nivel familiar como en sus relaciones interpersonales.

Pero, ¿qué elementos pueden llevar a un profesional a esta situación? La elección de una profesión con estas características puede deberse a múltiples factores personales e inquietudes. Uno de los problemas es que, aparte de que, durante su formación académica, en muchas ocasiones, suelen doler de una insuficiente formación academia y técnica, muchas veces, durante el periodo académico.  Y otro dato importante es que no se les informa de las realidades con las que tendrán que trabajar ni se facilita ni los datos suficientes de como podrán hacer frente a esos retos. Otro elemento a tener en cuenta es que a nivel de las empresas o agencias que los contratan o de las que dependen, tampoco suelen cuidarles suficientemente ni tiene en cuenta los factores estresantes generados por su trabajo.

Todos estos elementos, unidos a factores de tipo personal, tales como: tipos de vinculación afectiva, relaciones interpersonales y familiares y otros aspectos psicoemocionales, que pueda tener ese profesional, puede conllevar a que desarrolle diferentes sistemas defensivos. Los principales sistemas defensivos que suele desarrollar serian: minimizar el dolor de los NNA, sobre identificarse con la víctima, desplazar el problema, reducir su complejidad distanciándose o encerrarse en modelos personales de creencias. Pero también este síndrome puede estar ligado a no saber manejar correctamente la transferencia[3] o la contratransferencia[4]. La transferencia puede favorecer la intervención del profesional si es positiva, pero en caso contrario perjudica la relación terapéutica y puede llevarla al fracaso o al abandono. La contratransferencia es un elemento que los profesionales deben tener muy en cuenta, porque se relaciona muy directamente con los aspectos narcisistas o de “salvadores” que todos los profesionales en mayor o menor grado tenemos. En el caso de una contratransferencia positiva, el profesional puede tender a sentir emociones de tipo sobreprotector o paternalista que pueden dar lugar a enamoramiento, compasión o lástima, pero que no van a favorecer para nada el tratamiento, sino que va a dar lugar en el peor de los casos, a que los NNA generen dependencia y falsas expectativas. En el caso que se dé la contratransferencia negativa, provoca en los profesionales: malestar, rechazo, pérdida de control o autoridad, disminución de autoestima y frustración, Influye en la relación de ambos y perjudican a la relación terapéutica. Cuidar al cuidador es fundamental porque difícilmente podremos cuidar a los NNA que sufren violencia sino se cuida a los profesionales que son responsables de ellos. Este es un trabajo que genera mucho estrés, por lo que es muy importante diferenciar la realidad del ideal profesional. Por este motivo pensamos que es muy importante tener en cuenta elementos que pueden prevenir el síndrome de Burnout. Entre otros, pensamos que los principales serian: evitar metas u objetivos idealistas y de difícil realización, sin tener en cuenta la realidad de los NNA y sus familias. Poder empatizar sin confundirse con el problema (no somos ni el padre, ni la madre, ni supermujeres o superhombres). Diferenciar nuestra vida privada de la profesional, tener en cuenta que lo importante no es trabajar más sino trabajar mejor y, finalmente, aprender a quererse.

Como les decía, difícilmente podremos cuidar a los NNA que sufren violencia sino somos capaces de querernos y saber cuidar de nosotros mismos. Y especialmente tener en cuenta que, a pesar de que todos estamos expuestos al riesgo de poder padecer estrés o Burnout, se puede prevenir y en el caso de padecerlo, no tener vergüenza de reconocerlo y pedir que nos ayuden.

Para concluir me gustaría recordar que no olvidemos que este es un trabajo toxico, por lo que las palabras de Nietzche[5] son importante de recordar: “Quien con monstruos lucha, que se cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti”. Esta frase

nos alerta de la necesidad de tener poder poner la distancia emocional necesaria para que, sin dejar de empatizar con los NNA y sus familias, no seamos adsorbidos por la violencia que pretendemos evitar o solucionar.

Dra. Carme Tello Casany

Psicóloga clínica

Presidenta Associació Catalana per la Infància Maltractada (ACIM)

Presidenta de la Federación de Asociaciones para la prevención del Maltrato

Infantil (FAPMI)

[1] Niños, niñas y adolescentes

[2] Síndrome del agotamiento

[3] Conjunto de actitudes, sentimientos y pensamientos que experimente el paciente en relación al profesional

[4] La que profesional experimenta

[5] Nietzche “Más allá del bien y del mal”