Muerte súbita
Germana Fernández escribe un poema desgarrador sobre la pérdida repentina, un grito de amor, duelo y desconcierto ante una vida que se apaga antes de nacer. Un texto íntimo, doloroso y profundamente humano.

Yo, no lo comprendo, no puedo hacerlo,
me abandonaste sin un lamento,
tus ojos verdes ya no me miran
están apagados, están sin vida,
fríos, como tus manitas sobre mi pecho.
un último latido, un soplo helado,
un grito amargo, un sin sentido.
¿cuál fue el error, por mí cometido?
para que me otorgues este castigo,
yo te adoraba, tú bien lo sabes
eras mi vida, eras, mi anhelo,
eras la promesa de un mundo nuevo,
¿quizás esto nunca ha existido?,
¿quizás fue un sueño por mí vivido?,
más no, que yo aun te siento, luchando fuerte,
para salir al mundo, desde mi vientre.

