Latido del Mundo
Breves poemas que unen naturaleza, espiritualidad y reflexión, celebrando la belleza de lo simple, la paz, el perdón y el gozo de vivir, mientras dialogan con la poesía misma y su capacidad de dar sentido y latido al mundo.

Carmen Carrasco Ramos, Delegada Nacional Granada Costa
Para Carmen Carrasco, amiga entrañable, este ramillete de poemas
¿Qué es poesía? Dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía, Carmen, eres tú.
Bécquer
Este ramillete de poemas, breve en forma pero vasto en resonancia, es una celebración de lo esencial, de aquello que permanece más allá de las palabras. La voz poética se apoya, en gran parte, en la estructura del haiku, con su condensación extrema y su capacidad de atrapar un instante, un matiz o un pensamiento en apenas unos versos. En conjunto, la obra se mueve entre lo contemplativo, lo espiritual y lo humanista.
La naturaleza aparece como escenario y metáfora: el canto del ruiseñor que despierta el sol, el almendro en flor, las nubes soñando al crepúsculo, la mariposa que encarna el gozo de vivir. En estos versos, el mundo natural no es simple adorno, sino un interlocutor que enseña, inspira y recuerda la fugacidad y la belleza de la vida.
Junto a esta mirada lírica, se desliza también la reflexión ética y social: la denuncia de la política en manos de tiranos, la reivindicación de la paz, la conciencia de que “ningún árbol renuncia a su cuota de cielo”. Hay lugar para lo divino y lo trascendente —mirar con los ojos de Dios, la llave del cielo— y para lo humano más puro —el perdón que cierra heridas, el gesto que reconcilia—.
En algunos poemas, la poesía misma se convierte en tema, dialogando con el célebre eco de Bécquer y recordando que, más allá de definiciones, “los pájaros saltan por encima de toda definición… vuelan y cantan”. Es una poética de la experiencia directa, de la intuición antes que de la teoría.
En conjunto, estos textos componen un mosaico donde conviven la ternura, la crítica, la contemplación y la fe. Hay un latido común —ese “latido del mundo” que se nombra explícitamente— que conecta lo pequeño con lo inmenso, lo personal con lo universal, y que hace de esta colección un acto de gratitud y de afirmación de la vida.
DECIR LA VIDA
Decir la vida
siempre es mucho decir.
Dilo en voz baja.
PRIMER CANTO
El primer canto
que el mundo conociera.
Silvo de pájaros.
PIEDRA DEL CAMINO
Su historia es larga:
la piedra del camino.
Sabe tantas cosas…
LECTOR SABIO
A mi amigo Pepe Cosentino
El haikú pleno
siempre busca la vereda
del lector sabio.
TOKIO 2021
( Juegos Olímpicos )
Fuego sagrado.
El Monte Fujiyama.
Risas y lágrimas.
ALMENDRO EN FLOR
Almendro en flor
primavera temprana.
A la vida canta.
CANCIÓN DE ESTRELLAS
Toda la noche
con la luz encendida.
Canción de estrellas.
ESQUINAS
En las esquinas
de la vida se libran
duras batallas.
CIELO ABIERTO
Supo decirlo
con su mejor canción.
El cielo abierto.
DESPIERTA EL SOL
El ruiseñor
con su dulce canción.
Despierta el sol.
LATIDO DEL MUNDO
En tu corazón,
el latido del mundo.
Compasivas manos.
PAZ
Paz, paz, paz, paz…
la paz de primavera.
Arden las rosas.
NOMBRE BENDITO
Decir tu nombre
bajo el cielo estrellado.
Cantar tu gloria.
INFIERNO EN LLAMAS
La política
en manos de tiranos.
Infierno en llamas.
GOZO DE VIVIR
La mariposa.
El gozo de vivir
entre las flores.
LLAVE DEL CIELO
Vida invisible
con los ojos del alma.
Llave del cielo.
OJOS DE DIOS
Mirar la vida
con los ojos de Dios.
Nacer dos veces.
ACIERTO
El que siempre hace
lo que sabe mejor,
acierta siempre.
LAS NUBES SUEÑAN
Las nubes sueñan
con su mejor canción
en el crepúsculo.
CANCIÓN DIVINA
En primavera,
los mirlos de Messiaen.
Canción divina.
MOMENTO SANTO
En el momento del atardecer:
para los pájaros,
momento sagrado, momento santo.
Cantan jubilosos como si fuera
la primera y última vez.
LOS GORRIONES DE LEOPARDI
A Carmen y Mateo
Los gorriones de Leopardi
van y vienen de la campiña,
le acompañan todo el día.
Cuando llega la noche,
Leopardi emula, a escondidas,
a sus fieles compañeros de viaje
y, de salto en salto,
vuela por todas las estrellas.
CUOTA DE CIELO
Por oscuras y hondas
que sean sus raíces,
ningún árbol renuncia
a su cuota de cielo.
VUELAN Y CANTAN
No cesan de preguntar,
preguntan y preguntan
qué es poesía y qué
la inspiración.
Y el poeta dando recetas
al borde del precipicio.
Los pájaros saltan por encima
de toda definición.
Ellos solo insinúan:
vuelan y cantan.
EL PERDÓN
Fue suficiente.
Un gesto, una palabra.
Cerró la herida.
TU VIDA Y DIOS
Si tu vida prescinde
de la realidad de Dios
nunca sabrás quién eres.


Muchas gracias, amigo Diego. Gran poeta