LA PENÚLTIMA BACHATA
El poema evoca una noche mágica de reencuentro, donde dos almas bailan juntas en un espacio secreto. A través de recuerdos compartidos y momentos significativos, capturan la esencia del amor y la conexión. A medida que la noche avanza y el amanecer se acerca, anticipan su próximo encuentro.
La noche espera en silencio,
mi alma vibra al compás.
Hoy vuelvo a verte, mi cielo,
bailar contigo una vez más.
Siempre llegas un poco tarde,
y el aire me trae tu color.
Te busco entre las sombras,
con el latir del corazón.
Apareciste el fondo,
tu vestido, un suspiro.
Mi cuerpo te llama a gritos,
y tú encajas cada giro.
Recuerdo nuestras primeras vueltas,
las clases y aquel rincón.
Donde aprendimos a girar juntos,
y a bailar con el corazón.
Las parejas rotan y miran,
pero nadie puede entrar.
Este baile es nuestro secreto,
en nuestro reencuentro anual.
La noche se va apagando,
las estrellas se van.
Pero nuestros cuerpos siguen,
bailando juntos sin parar.
Bailamos la penúltima bachata,
bajo la luna y el ciprés.
El tiempo se detiene y no hay nada,
sólo tú, yo, y este querer.
Las campanas de la iglesia suenan,
amanece en el lugar.
Nos damos un beso en silencio,
y volvemos a descansar.
Hasta otro uno de noviembre,
descansaremos en paz.
Esperando la noche,
del reencuentro final.
