LOS ESPARTEROS ARTESANOS

Se habla mucho del Medio Rural en la parte agrícola, pero hoy me voy a referir un poco en la parte artesanal. 

Nunca debería de perderse la habilidad, la inteligencia y el arte de la faceta de creación de los llamados trabajos manuales. 

Hoy me encuentro con una persona que su padre,  Francisco Ortega, fue un gran artesano del esparto. Él es Pedro Ortega y ha heredado el legado de sabiduría de su padre. 

Con el esparto se pueden hacer verdaderas obras de arte y es una bonita tradición que se podría poner en práctica en los colegios rurales, sobre todo para que esta habilidad nunca se pierda. Aparte de ser atractiva y decorativa es también milenaria y se obtiene a través de diversas plantas silvestres del grupo de las gramíneas. 

Como el tema es muy interesante hoy me ha parecido adecuado el poner en el conocimiento de las personas lectoras las incógnitas que muchos de nosotros no teníamos idea de cómo salía la fabricación de piezas hechas con dicho material, el esparto. 

Yo recuerdo que antiguamente se utilizaba para fregar los platos y cuando he visto todas sus utilidades me he quedado asombrada de cuántas cosas se pueden hacer con el esparto. Me acuerdo que mi abuela tenía un soplillo y me mandaba a soplar el fuego con él y hoy tengo uno en mi casa y muchas cosas más hechas por este artista que es mi vecino Pedro y cada vez admiro más su gran habilidad para desarrollar la habilidad de crear cosas maravillosas. 

S: Buenas tardes Pedro, en primer lugar me gustaría saber cómo te aficionaste a este arte del esparto. 

P: Buenas tardes Sole. Mi conocimiento o contacto con el esparto viene desde que nací, ya que mi padre era un espartero bastante bueno y desde siempre le recuerdo trabajándolo. Nunca cobró ningún trabajo ya que los encargos que le hacían eran porque se necesitaban para las labores o aperos del campo. De vez en cuando junto a la chimenea me pedía que le hiciera alguna cuerda o algo fácil, a lo que yo obedecía sin ningún entusiasmo. Crecí en ese ambiente pero sin involucrarme demasiado en el aprendizaje. A los veintitrés años me independicé y me vine a Torremolinos y la distancia con el esparto fue mayor durante muchos años hasta que un día, cuando mi padre rondaba los 90 años, subí a la sierra de Torremolinos para recogerle unos cuantos manojos de esparto, y en ese mismo lugar se me ocurrió intentar hacer un trozo de pleita, el resultado fue mucho mejor que el esperado. A partir de ahí ya no paré de hacer piezas a las que tantas veces había visto hacer a mi padre, y cuando llegó la pandemia del covid-19, al estar confinados, lo trabajaba casi a diario y mejoré mucho la técnica. 

S: ¿De dónde sale el esparto? 

P: El esparto es una planta perenne de la familia de las gramíneas, sus hojas son filamentos duros que nacen de lo que se llama atocha. 

S: ¿Cuándo se puede recoger del campo y en dónde lo localizamos? 

P: Se localiza en la parte mediterránea y suele encontrarse siempre por debajo de los mil metros de altitud. Su recolección se debe hacer en los meses secos, entre junio y septiembre que es cuando más resistencia tiene, ya que esta disminuye con la humedad. 

S: ¿Qué propiedades tiene el esparto? 

P: La infusión de la raíz dicen que calma el dolor de muelas, aunque esto no sé si está científicamente probado. En tiempos de penurias arrancaban el tallo verde y lo masticaban ya que al parecer tiene un sabor dulce, se le conocía como la comida de los Maquis.  

S: ¿Cuánto tiempo llevas tú con este hobby o trabajo? 

P: Es hobby, ya que lo hago en los ratos libres, y aunque había tenido contacto con el esparto desde niño, se puede decir que cuando cogí la afición fue cuando hice la primera pieza en el año 2016, un pequeño “cebero” (cesto) de  perfección discutible que aún conservo.

S: ¿Cuántas variedades podemos encontrar en el esparto? 

P: A simple vista el esparto solo se diferencia uno de otro por el grosor o por la altura, y si bien casi se podría catalogar como una única variedad, en África aparecen dos variedades aunque muy poco diferenciadas entre sí. En Andalucía, concretamente en la parte de Almería, se ha descubierto una segunda variedad llamada esparto negro, este suele ser algo más oscuro y delgado.

S: ¿Qué tratamiento hay que darle antes de trabajarlo en utensilios? 

P: Hay dos maneras de trabajar el esparto y por consiguiente en cada una de ellas se trata de diferente manera. Se puede trabajar en crudo o cocido. Para trabajarlo en crudo se puede hacer verde, recién cogido, aunque esto no es aconsejable ya que al perder humedad las piezas perderían rigidez. Es por lo que es conveniente secarlo al sol 15 o 20 días y después ponerlo a remojo diez o doce horas para que la manipulación sea menos áspera. La utilización en crudo es ideal para hacer pleitas, y luego con ellas piezas rígidas como pueden ser cestos, capazos, alfombras… y para utilizarlo en cocido es necesario ponerlo en agua aproximadamente un mes. Una vez cocido ya se puede trabajar casi de la misma manera que el crudo, y habría adquirido más resistencia al cocerlo. Si se va a utilizar para hacer piezas más suaves o moldeables, una vez cocido habrá que “picarlo” o majarlo, esto consiste en golpearlo con un mazo de madera sobre una superficie plana hasta conseguir la textura deseada.

S: ¿Cuándo florece el esparto? 

P: En primavera como casi todas las plantas. La flor es una especie de espiga al final de un vástago largo, en ella estarán las semillas que el viento después esparcirá para que el espartal siga su curso y existencia.

S: ¿Qué utilidades se puede hacer con esta planta? 

P: Además de los conocidos y valorados estropajos y poderse crear infinidad de piezas,  el esparto también puede ser útil para hacer alguna clase de tejidos y papel.

S: ¿Es caro o se puede adquirir directamente del campo libre? 

P: Conseguir esparto crudo no es caro, e incluso si uno va a buscarlo al monte fuera de todo paraje natural es gratis. Solo tiene el inconveniente de acceder a zonas que suelen ser a veces  poco cómodas, y luego está la dureza de extraerlo de la atocha o espartera. El esparto majado o picado la mayoría de los esparteros lo compramos a empresas dedicadas a ello, pues llevar a cabo esa tarea es muy difícil, si no imposible, cuando se vive en ciudad.  Y si no se puede considerar caro, tampoco se puede decir que no se debe controlar el gasto para crear piezas, ya que aumentaría el coste a la hora de elaborarlas.

S: ¿Cuánto tarda en crecer el esparto? 

P: Se necesita alrededor de ocho o diez años para que el esparto pueda ser recogido y utilizado, antes de este tiempo suele ser demasiado corto y sobre todo los primeros años poco resistente.

S: Debe de ser muy duro trabajar con esparto, ¿tú cómo lo llevas? 

P: Si se prepara como es debido no es demasiado duro. Yo cuando recojo un manojo le recorto las puntas donde tiene unas púas que al secarse se clavan fácilmente, luego una vez seco antes de utilizarlo previamente lo he tenido a remojo según para que lo vaya a utilizar, diez, doce o incluso veinticuatro horas.

S: ¿Qué cosas has fabricado tú o creado y cuál es la que más te gusta trabajar? 

P: Me gusta hacer cosas variadas, es decir no me gusta mucho repetir las mismas piezas, por eso tengo una extensa y variada colección, todo lo que se me ocurre intento hacerlo y una de las cosas que más satisfacción me dio fue hacer un hombre y una mujer casi a tamaño real.

S: ¿Sale caro si se vende al público o también se hace por encargo para reducir precio? 

P: Esto lo tengo como hobby y no lo puedo enfocar de otra manera ya que no podría atender a una gran demanda. Al requerirse  mucho tiempo para cada una de las creaciones, para atender a más demanda, me vería obligado a ser intermediario de importaciones como suele ser en la mayoría de los casos donde se venden artículos de esparto, y yo por ahora eso no lo contemplo.

S: ¿Se pueden hacer exposiciones y es fácil que se te concedan por algún medio oficial? 

P: Sí, ya he hecho varias, y haré siempre que se me den circunstancias favorables para ello, pues el tema de desplazamiento con la colección no es del todo fácil, y luego está el problema de las pernoctaciones si la exposición es de más de una jornada.

S: ¿Sería factible percibir alguna subvención para crear interés sobre sus diversos usos? 

P: A nivel personal no pido nada porque, como he dicho antes, esto me sirve de entretenimiento y satisfacción personal y no buscando ningún interés económico, pero sí creo que algunas administraciones, sobre todo ayuntamientos deberían cooperar bien con alguna subvención, bien brindando espacios donde de una forma altruista hacer talleres o cursos para contribuir a preservar este oficio o cultura milenaria.

S: ¿Cómo se puede combinar el trabajo con la afición? 

P: El trabajo es imprescindible y la afición es necesaria, si faltas a algo debe ser a lo segundo, pero dicho esto, si uno se organiza hay tiempo para todo.

S: ¿Cómo ves el futuro de la artesanía en general y la del esparto en particular? 

P: Sinceramente no lo veo mal, hay un interés generalizado por lo manual, lo artesano y, por supuesto, el esparto entra dentro de ese interés en su conocimiento. La historia del esparto viene ligada al de la humanidad.

En la cueva de Ardales ha aparecido un hallazgo relativamente reciente de una soga petrificada, datada en más de 30.000 años de antigüedad. Encuentro de objetos de esparto en otros lugares, como los de Granada o Valencia con varios miles de años demuestra la importancia del esparto para la humanidad durante milenios y quien sabe si millones años. La llegada del plástico, en pocos años el esparto pasó a un segundo plano para casi desaparecer de la industria poco tiempo después. Ahora en varias partes de España como por ejemplo Murcia, Albacete, varios puntos de Castilla y Madrid, muchos esparteros y esparteras continuamente a través de reuniones, talleres y cursos, intentan transmitir sus conocimientos a los demás. En el Ateneo de Málaga el día 10 de noviembre se presentará el libro El esparto, sus técnicas, su cultura, por su autor José Alfonso Mansanet Serrano, maestro espartero y buen historiador donde hace un buen repaso a la historia del esparto, sus utilidades y sus variadas técnicas para trabajarlo. También con la misma intención, en Canjáyar, un pueblo de Almería, el 19 de noviembre tendrá lugar el primer encuentro de esparter@s de Andalucía, gracias a todo ello, se puede decir que el interés a la artesanía del esparto está vivo.

S: Amigo Pedro Ortega de Granada, pero residente en Torremolinos, hoy ha sido un placer poder hablar contigo sobre tu arte de la naturaleza “el esparto”. Gracias en nombre de nuestro periódico Granada Costa y el mío propio por esta pequeña lección que hoy hemos aprendido, para muchos ignorada, y que sale del Medio Rural, nunca te acostarás sin saber una cosa más. Muchos éxitos y suerte con esta técnica, ya sea como hobby o como trabajo de futuro, lo antiguo siempre vuelve y el esparto merece la pena valorarlo.

P: Gracias Soledad por darme la oportunidad de hablar sobre algo de lo que me gusta hacer y gracias a tu periódico Granada Costa.

Soledad Durnes Casañal 

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