EL VOTO, UNA “REVOLUCIÓN DEL AGUA” PARA LA AGRICULTORA

Por Julián Díaz Robledo

Considero oportuno y necesario traer a éstas Páginas Verdes, con su título original y el texto exacto y algo ampliado, del  artículo que redacté hace más de un año con motivo del nuevo Gobierno de la Junta de Andalucía, ganado ya por el Presidente Moreno Bonilla, quién se venía refiriendo a la sequía de la Axarquía y que representaba  una de sus principales preocupaciones,  debido a la urgencia de su intensiva  agricultura  que representaban las miles de hectáreas de árboles tropicales.

Y ha sido el último día de marzo del presente año y en vísperas de muchas elecciones, que un miembro actual de la FAO y que fuera ministro de agricultura español en tiempos no muy lejanos, Jaime Lamo de Espinosa quien recordara en una entrevista  “que los trasvases que planteó Borrell hace muchos años le parecieron muy oportunos y que se trataba de interconectar en España unas cuencas con otras para los momentos de sequía…”

Por ello hoy, en una reciente inaugurada primavera cercana a los 30º de temperatura y viendo los árboles superviviendo de cara a un verano de amenazante ausencia de lluvia, creo que merece publicar cuanto sigue, en vísperas de unas importantísimas  elecciones:

“El título del presente artículo no es de éste escribano firmante que viene predicando desde hace mucho tiempo, pero a lo largo de los dos últimos años sobre todo, la necesidad de que los poderes públicos pongan su mirada en los campos de la costa andaluza y se decidan a socorrer con carácter de urgencia la dramática situación de los campos de tropicales, cuyos árboles sedientos reclaman con su agónica presencia, la necesidad de agua que no tienen, para poder sobrevivir y mantener la rica industria que aguacates y mangos han proporcionado como  su medio de vida  a las miles de familias que viven de dicha agricultura; sin olvidar, los miles de trabajadores que han venido ocupando tantos puestos de trabajo en dicho afán, y en tantas empresas que se han montado alrededor de la  actividad agrícola, con servicios como  transporte, maquinaria, productos fitosanitarios, herramientas, cartonajes, maderas y tantos materiales para riego, y las numerosas empresas exportadoras montadas en  naves,  con infraestructuras extraordinarias adecuadas y dedicadas a dichos menesteres.

   Quién ha puesto el título al presente escrito, ha sido el presidente Moreno, cuando acaba de decir en sus mítines que “promete una revolución del agua”, por ser unos de los problemas que él conoce muy bien y fue informado en una visita que reunió a muchos cientos de personas en una recepción de Trops a las nuevas autoridades.  Aquel día conoció bien las carencias de agua en la Axarquía y prometió ocuparse de ello. Y en su alocución como de nuevo presidente dijo que tenía especial interés por resolver el problema de la sequía y que empezaría por gestionar el posible trasvase de las aguas excedentes del pantano de la Concepción para reconducirlas a la Viñuela, evitando que se viertan en el mar como venía sucediendo.    Los allí presentes, entre los que me encontraba, creímos en sus palabras y hemos sabido por la prensa que se informó de la posible ampliación de dicho pantano y el deseado trasvase, pero nada se ha conseguido hasta la fecha y la única novedad es que desde la Junta se vienen interesando por las “aguas regeneradas”, aunque no es una solución suficiente para el riego de las más de doce mil hectáreas que están plantadas en la Axarquía.  

   El pasado día 6 de mayo del pasado año, el Sr. Moreno Bonilla se comprometió en una de sus intervenciones públicas que recoge El Mundo y que expuso en Lora del Rio con motivo del Dia Mundial del Medio Ambiente, a “poner en marcha en la próxima legislatura, ‘si sigue al frente del Gobierno andaluz’ una “revolución del agua” con el objetivo de paliar el déficit hídrico que existe en la comunidad”. Y añadió, “que uno de los grandes problemas del presente y futuro que tenemos en Andalucía es el déficit hídrico porque cada vez llueve menos. Tenemos que hacer un plan muy ambicioso en el agua si queremos seguir siendo una gran potencia agroindustrial, turística y del desarrollo urbano”.

   Viene al caso recordar, que con fecha 8 de diciembre de 2018 el Sr. Casado y barones del PP de entonces, pactaron un plan para “recentralizar” el agua, y así lo manifestaba aquel nuevo presidente a los medios: “Frente a la parálisis del actual gobierno, queremos que la política del agua sea nacional; no puede ser que haya 17 políticas distintas y que el agricultor esté a expensas del político de turno”.   Y añadía, “que no se proponía resolver la competencia hídrica, sino recentralizarla en lo relativo a los trasvases, para acotarlos desde el estado. Y lo que se recentraliza son las decisiones autonómicas.

   Merece recordar las palabras de recientes tiempos ofrecidas por diferentes gestores del PP sobre la sequía, ahora que nos encontramos en periodo de elecciones en Andalucía y que será un argumento ideal para ganar el voto de los agricultores andaluces, que tan necesitados estamos de soluciones urgentes a tan dramático problema.

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