Trastornos de la personalidad

RECOMENDACIONES DEL DOCTOR JUAN GUSTAVO BENÍTEZ MOLINA   

 

Los trastornos de la personalidad son un conjunto de patologías muy frecuentes en nuestra sociedad y difíciles de identificar, pues la mayoría no son “casos tipo”, ya que se encuentran en el límite entre “lo normal” y “lo anormal”. Desde el punto de vista cualitativo son muy importantes (por la complejidad que presentan), pero no lo son desde el punto de vista cuantitativo, ya que tan sólo afectan al 1% de la población.

            Los trastornos de la personalidad (psicosis, manía, esquizofrenia) son patologías crónicas que en muy pocos casos se resuelven, crean una gran dependencia y, aunque no matan directamente, sí que pueden hacerlo indirectamente. Cabe destacar que generan una gran alarma social y también un elevado gasto.

            “Un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento, que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta malestar o perjuicios para el sujeto”.

            Estos trastornos causan considerables problemas a las personas que los padecen: a menudo sufren y sus relaciones con los demás son problemáticas, tienen dificultades para responder de forma flexible y adaptativa a su entorno y a los cambios y demandas de la vida, y carecen de capacidad para reaccionar ante situaciones de estrés.

            Los trastornos de la personalidad pueden clasificarse en clúster o agrupaciones similares de trastornos:

  1. Grupo o cluster A: son sujetos extraños o extravagantes, reacios a las relaciones sociales. Son personas en el espectro de lo psicótico, es decir, entre el límite de la normalidad y la psicosis. Pertenecer a este grupo es un factor de riesgo para desarrollar esquizofrenia. A este grupo pertenecen los siguientes trastornos de la personalidad:

 1.1. Paranoide: se caracteriza por desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas. Sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar. Preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los amigos y socios. Reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que compartan vaya a ser utilizada en su contra. En las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que son degradantes o amenazadores. Alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias o desprecios. Percibe ataques a su persona o a su reputación, que no son aparentes para los demás, y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar. Sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel. Muchos dictadores desarrollan fuertes rasgos paranoides, sintiéndose amenazados por casi cualquier persona.

1.2. Esquizoide: éste es un paso más hacia la esquizofrenia. Lo más llamativo de estos sujetos es el distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal, que comienza al principio de la edad adulta. Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una familia. Escoge casi siempre actividades solitarias. Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona. Disfruta con pocas o ninguna actividad. No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado. Se muestra indiferente a los halagos o a las críticas de los demás. Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad. Pasan completamente inadvertidos para los demás.

1.3. Esquizotípico: está al límite de la psicosis. Presenta un patrón general de déficits sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al principio de la edad adulta. Ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia). Creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no es consistente con las normas subculturales (por ejemplo: superstición, creer en la clarividencia, telepatía o “sexto sentido”; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones extrañas). Experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales. Pensamiento y lenguaje raros (por ejemplo: vago, circunstancial, metafórico, sobreelaborado o estereotipado). Suspicacia o ideación paranoide. Afectividad inapropiada o restringida. Comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares. Falta de amigos íntimos o desconfianza, aparte de los familiares de primer grado. Ansiedad social excesiva, que no disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo.

18 - Trastornos De La Personalidad

  1. Grupo o clúster B: son sujetos inmaduros o emocionalmente inestables, emotivos y teatrales. Se incluyen los siguientes trastornos de la personalidad:

            2.1 Antisocial: el llamado “psicópata“. Según Kurt Schneider, el sujeto psicópata es aquel que mata sin sentimientos de culpa. Si lo situamos en un contexto como es el patio de una cárcel estaría bien visto, sería “el rey”, el que organizaría bandas, el más respetado… Y, sin embargo, en la calle no encajaría en absoluto. Este trastorno es uno de los más perfilados, donde se supone que los criterios diagnósticos están bien delimitados. Su característica principal es un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que empieza en la infancia o inicios de la adolescencia y se continúa en la edad adulta. Presentan fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención. Deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer. Impulsividad o incapacidad para planificar el futuro. Irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones. Despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás. Irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad para mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas. Falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación de haber dañado, maltratado o robado a otros. Como vemos, el engaño y la manipulación son típicos de este trastorno. Carecen de empatía, tienden a ser insensibles, cínicos, arrogantes, engreídos, tercos y autosuficientes. Menosprecian los sentimientos, derechos y las penalidades. Pueden mostrar labia y encanto superficial, ser muy volubles y de verbo fácil. Un ejemplo sería el personaje de Aníbal Lecter en “El silencio de los corderos”.

            2.2. Límite o borderline: son sujetos que presentan un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, además de una notable impulsividad, que comienza al inicio de la edad adulta. Se infravaloran a sí mismos en el momento en que están a punto de lograr un objetivo (por ejemplo, dejar la carrera antes de graduarse). Se pueden sentir más seguros con objetos transitorios, como un animal, que con personas. Suelen darse casos de muerte prematura y autoinflingirse malos tratos en este tipo de personalidad. Son frecuentes las rupturas de pareja o el abandono de empleos. En sus historias personales suelen aparecer abusos, malos tratos, negligencias en sus cuidados, pérdidas tempranas, divorcios, etc. Presenta un curso crónico con episodios de grave descontrol afectivo e impulsivo y altos niveles de uso de recursos de salud mental y general. En la película “Inocencia interrumpida” se muestran varias chicas ingresadas por este trastorno.

            En el próximo artículo seguiremos desgranando los distintos tipos de trastornos de la personalidad, así como ahondaremos en otros detalles de interés en lo concerniente a ellos.

RECOMENDACIONES DEL DOCTOR JUAN GUSTAVO BENÍTEZ MOLINA   

0 thoughts on “Trastornos de la personalidad

  1. Don Juan G. Benítez me parece muy interesante esté articulo, voy a ver en el siguiente que creo puedo decir algo creo es una persona allegada y creo se le podría ayudar, muchas gracia por tan interesantes artículos.

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