LA CONSTITUCIÓN Y ALGO MÁS
Quien no sabe gobernar
es siempre un usurpador
(Carlo Bini)
El Sr. Presidente del Gobierno un día sí y otro también nos dice que hay que cambiar la Constitución, y va ya para 3 años que vengo oyendo la misma canción pero jamás ha dicho qué capítulo, qué artículo habría que cambiar. Pues yo diría que debiera estar agradecido a esta Constitución que no le gusta porque gracias a ella le ha permitido llegar a dónde está, algo impensable para una persona de sus características y de su trayectoria que no vamos a insistir en esta parcela pues todos la conocen. “Por sus frutos los conoceréis”, dice la frase evangélica, o como reiteradamente decía Cervantes: “Cada uno es hijo de sus obras”. ¿Y cuáles son sus obras? Preguntará algún ingenuo, despistado o que viva en las nubes. En su nivel intelectual está bien difundido en todos los medios de comunicación sobre su “tesis doctoral. En los demás aspectos como el económico, social, con la destrucción de empresa, el escandaloso número de parados, el endeudamiento de España, la inseguridad jurídica, la desastrosa gestión de la pandemia, los pactos con los exterroristas y separatistas y su olvido de las víctimas; y últimamente los indultos de los condenados y el enfrentamiento diplomático con Marruecos.
Sobre el cambio de la Constitución se han pronunciado ya toda clase de personas, incluidas las de su partido, personas con autoridad, no alguien que pasaba por la calle o algún vendedor ambulante. Todos han dicho categóricamente NO, y ahora menos aún dadas las circunstancias actuales. Algunos malintencionados dicen que quieren cambiarla para hacérsela a su medida, y no van muy desencaminados. Pero en mi opinión creo que ya está a su medida ¿Acaso no se la salta cuando le conviene a sus intereses? Estado de alarma, confinamiento prolongado al tuntún, Decreto Ley, Orden Ministerial, etc. No obstante, se apunta que algunos artículos necesitan adaptaciones a los tiempos actuales y la supresión de ciertos apartados que son poco o nada útiles, gravosos y no exentos de peligro para la unidad nacional. Me estoy refiriendo a las AUTONOMÍAS que se han convertido en reinos de Taifas cada una con su reyezuelo con sus grandes sueldos, coches oficiales, helicópteros, séquito de empleados públicos puestos a dedo, asesores, empresas públicas… y cuando alguno de estos deje el cargo será colocado en una empresa privada como elemento de influencia, o en una empresa pública de las más de tres mil que tenemos para estos casos, y siempre con sueldos millonarios por no hacer nada.
La mayoría de los españoles nos preguntamos: ¿Qué utilidad, qué servicio aportan a la sociedad las Autonomías? NINGUNA. Si no es posible suprimirlas, de momento, al menos sí que es posible reducir el número de parlamentarios a la mitad, y lo mismo debería ocurrir en el Gobierno Central, sobran parlamentarios, sobran ministerios, sobra el Senado, Delegado del Gobierno Central y Autonómicos (duplicidades millonarias e inútiles ) diputaciones, mancomunidades de municipios y, sobre todo asesores… Por otro lado están los sindicatos, partidos políticos, fundaciones innecesarias, asociaciones, por intereses que en nada sirven a la sociedad, Fundaciones… ¿Y de dónde sale el dinero para pagar a tanto (iba a decir un disparate) empleado de la Administración pública? Pues por supuesto de todas las personas que trabajan y arriesgan su dinero para mantener un pequeño negocio, de un agricultor siempre en tensión, que trabajan día y noche para mantener a su familia, y nos azotan con impuestos para poder mantener a todos estos (la mayoría holgazanes) empleados de la Administración.
Para nuestra desgracia este es el gobierno que tenemos en el que se cumple lo que dijo aquel político inglés Thomas Macaulay: “mal gobernante es aquel que exprime al pueblo dándole poco a cambio”. Una muestra de esto son los impuestos que han subido y otros nuevos que han implantado: La luz, (esto sí que lo han notado todos y nos aguantamos), el gas, todos los combustibles, las bebidas refrescantes, el paso por las autovías, los impuestos de sociedades, matriculaciones, prima de seguros, los plásticos, las transacciones financieras, a los trabajadores autónomos, penalización a los planes de pensiones, el IRPF… Así podríamos seguir con las subidas de impuestos a pesar de que el Sr. Sánchez con su Vicepresidente Iglesias dijeron hacer todo lo contrario. ¿No es esto una dictadura feroz con nombre de democracia? ¿No es esto un fraude, una usurpación de poder, una felonía a los españoles? Si seguimos pasivos y por este camino sin ponerle remedio, sin hacer nada, entonces sí que tenemos que darle la razón al escritor y ensayista español JOVELLANOS: “Los pueblos tienen el gobierno que se merecen”. Y si nos molesta esta frase, echemos mano a la del escritor francés ANDRÉ MAUROIS: “Nada más triste que el espectáculo de un país que por temor soporta un gobierno detestable”.
Los llamados “Padres de la Constitución” fueron muy ingenuos, actuaron de buena fe, la hicieron con precipitación y sin previsión sobre lo que podría ocurrir con las Autonomías respecto a la unidad de España y el coste económico. Tampoco establecieron nada sobre las cualidades del Presidente del Gobierno, ministros, etc. y tampoco sobre sus cualidades intelectuales, morales, sociales, etc. Para un empleo modesto se exige una gran capacidad (oposiciones), sin embargo, para uno importante nada.
España es en la actualidad un país en clara destrucción en lo moral, social, político, económico, judicial, etc. A ver cuando alguien valiente se atreva a investigar el patrimonio, antes y después del cargo: Presidentes, Vicepresidentes, ministros, directores generales, alcaldes… En fin, a todo el que haya tenido un cargo en la Administración y meterlos en la cárcel y obligarles a devolver lo robado. En cuanto al Nepotismo, nunca estuvo más vigente y con tanto vigor. Ejemplos las esposas del Presidente y del Vicepresidente Iglesias. A esta última nada menos que un ministerio.
Por mi edad y por mi crítica quizás pueda dar la impresión de que siempre estoy descontento con el presente y que atribuyo una perfección al pasado que es falsa. Para desmentir mi posición sería preciso desmontar los hechos y la razón. Pero desgraciadamente están ahí.
JOSÉ ANTONIO BUSTOS
Almuñécar, junio de 2021