Amistades “Sanas” y “Tóxicas” – A TODA COSTA

“Tenemos que rodearnos de gente buena y con el tiempo seremos como ellos”

Todos los años por estas fechas, en que la primavera saluda en su inicio, los humanos estamos más proclives a efectuar balances de todo tipo, en cuanto a actuaciones, comportamientos de nuestro entorno o estado físico.

No voy a pretender monopolizar, en esta oportunidad, las relaciones de AMISTAD, con sus luces y sus sombras, o sí, todo es cuestión de seguir escribiendo.

Las “Luces” que nos rodean y que nos iluminan son todas aquellas cualidades, virtudes, emociones, comportamientos o deseos positivos intrínsecos a nuestro temperamento.

Se puede ser bromistas, inteligentes, comprensivos, bondadosos, sociables, tímidos o valientes, intentando potenciar lo que queremos mostrar ante el gran escenario de la vida.

Las “sombras” contienen todo lo negativo de la personalidad que el (yo-ismo) se niega a reconocer, en consecuencia puede llegar a frenar la manifestación de nuestra auténtica forma de ser y sentir, refugiándose en la comodidad del egoísmo, la envidia, la cobardía, la avaricia, convirtiendo nuestras emociones y miedos en una simple máscara con las que disfrazarse en cada ocasión en beneficio propio.

Esto nos llevará a vivir una angustiosa segunda vida, en la que las sombras no solo se esconden, sino que hacemos como si no existieran.

Lo que en un principio puede parecer una ventaja, o una manera de protección, en realidad se convierte en el epicentro de la egolatría moderna.

Algunos se acogen a la evasiva de “somos humanos” y se revuelcan en la falsedad, haciéndose los distraídos bajo una actitud de “pasotas”.

Y he aquí que cada 5 de abril se celebra el <<Día Mundial de la Conciencia>>, una efeméride promulgada por la ONU en 2019, y que consiste en acometer una actitud global en el mundo, más allá de acuerdos políticos o económicos.

Se trata de proteger a las generaciones futuras de las guerras y de que el ser humano sea portador de valores de justicia, democracia, solidaridad y derechos humanos.

Para fomentar esta idea son necesarias actividades educativas, culturales, sociales y cívicas, dirigidas a todas las edades y a todos los grupos sociales, de forma que cualquiera tenga la oportunidad de dar, aprender y compartir.

Que todas y cada una de las personas, pero también las sociedades y los gobernantes, actúen guiados por dictados de paz y concordia.

Francisco Ponce Carrasco